El hilo rojo del...No Destino

IV. Wade

Extra

La verdad era que en menos de lo que pensaban Peter ya era un adolescente.

En realidad uno bastante bien educado, no negarán que fue dificil criar a Pete, pero hasta ahora estaban satisfechos con el resultado. Él joven era un ejemplo de persona, gentil, perseverante, dedicado e inteligente, además de que para gusto del rubio, Peter era como un pequeño Tony.

Pero a la vez el único defecto de Peter, era que parecía un pequeño Tony.

Y ser o parecer Tony Stark implicaba varias cosas, entre ellas:

Ser indiscutiblemente atrayente

Para desgracia del rubio eso era algo con lo que tenía que vivir, en especial en las estapas de celo de los omegas, ya que los castañitos de la familia solian desprender cierto olor demasiado atrayente para los Alfas.

Lo decía con experiencia propia, ya que una de las cosas que le atrajo de Tony desde un inicio fue su exquisito olor.

-Papi, sabes que te amo ¿verdad?

-Okay, ¿qué quieres Peter?- Respondió Tony tranquilo mientras dejaba sus herramientas a un lado y veia fijo a su hijo.

-¡Papá! Me ofendes, ¿por qué querría algo? ¿No puedo simplemente decirte qué te amo?- Le respondió Peter indignado a su papá Tony.

-Okay hijo, yo también te amo y como no quieres nada más, supongo que no tendre que ayudarte a conseguir el permiso de Steve.

-¡No, no, no! Papá si quiero algo- Respondió Peter mientras se acercaba suplicante a Tony, las hormonas que él pequeño omega desprendia, convinadas a su carita tierna de niño pequeño eran un arma letal, con ella conseguía siempre lo que quería de sus tíos y tías.

¡Ah! Pero de Tony no, Tony era inmune, ya que él mismo había inventado la técnica.

- Okay Pete, pero si voy a ayudarte en esto, quiero saberlo todo.

Pero Tony como cualquier papá omega curioso, tenía cierta flexibilidad si se trataba de ayudar a su niño con alguna travesurilla.

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Y aqui estaban, en medio de una escena bastante indecorosa, en pleno taller, con la puerta sin llave y todo, absolutamente todo, saliendo justo como Tony lo había planeado.

-¡S...Steve!

El grito resonó junto al gruñido del rubio mientras mordia el enlace con su omega, sintiendo Tony su liberación y la del rubio dentro suyo.

-V-Vas a anudar en...

-Si, voy a anudar dentro- Respondió con naturalidad él rubio acomodando mejor al castaño en el suelo.

"Y por esa razón mande a alfombrar el piso" penso él más bajo mientras se acomodaba mejor en el suelo.

-Tu celo llego antes Tony.

El morocho se encogió de hombros -Cosas que pasan.

Pero antes de que Steve pudiera responder algo un grito alarmado desde la puerta lo alerto.