Te perdono pero...

3.1K 156 48
                                    

Pucca:-Garu, yo... te perdono. De verdad, no es tu culpa. Entiendo que siempre fui muy encimosa y nunca te dejaba respirar, así que la que se tiene que disculpar soy yo. Lo siento por andarte agobiando todo este tiempo. Este gesto fue hermoso, aún así no puedo aceptarte, estuve tratando de olvidarte y al final lo conseguí pero si quieres, la propuesta de ser amigos sigue en pie.

Garu:-Acepto la propuesta de ser amigos pero eso no significa que me rendiré. Seguiré luchando por tu amor- A pesar del rechazo se sentía esperanzado pues llegó a vislumbrar un pequeño y rápido destello en el collar de su amada- Y si gustas, podemos salir los dos a pasear mañana.

Pucca:-Suelta una pequeña risita-Por supuesto, me encantaría. ¿Pasas por mí mañana a medio día?

Garu:-Claro, my lady-Hace una pequeña reverencia galante mientras suelta una pequeña risa disimulada-Nos vemos mañana.

Pucca:-Oh, gracias caballero. Hasta mañana -Cierra la ventana y vuelve a su cama para descansar.

~~~~~~~Con los demás~~~~~~~

Ching:-Realmente salió bastante bien.

Abyo-Pues sí, pensé que te iba a rechazar horriblemente y te iba a arrojar algo de la ventana.

Garu:-Gracias por tu apoyo, Abyo. Eres el mejor amigo que alguien podría pedir-Dice sarcásticamente. 

Abyo:-Lo sé, de nada, amigo. Para eso estoy.-Exclama egocéntricamente sin captar el sarcasmo.

Garu:-Ajá. De hecho, estoy muy feliz porque aceptó salir conmigo.

Abyo:-Como amigos... Que no se te olvide.

Garu:-Eso ya lo sé-Mira mal a Abyo-. Pero al menos no esta enojada conmigo y eso significa que tengo más posibilidades de recuperar su amor.

Ching:-Sí, supongo que sí. Pero recuerda, si en algún momento le llegas a hacer algo a mi amiga, me encargaré de que no vuelvas a ver la luz del día -Menciona con una sonrisa inocente... lo que la hace más aterradora.

Garu:-No te preocupes, no volveré a cometer el mismo error. Y si me disculpan, ya me voy a mi casa y ustedes deberían hacer lo mismo.

Ching y Abyo:-Está bien. Adiós.

Cuando Garu hubo llegado a su hogar, se recostó en su futón y empezó a recordar todo lo acontecido ese día.

Puede que lo hubieran rechazado pero se sentía esperanzado por aquél pequeño brillo del collar, eso significaba que a pesar de todo ella podía volver a amarlo. Le devolvería el favor a Ching algún día y sabía perfectamente con quién podría ayudarla, bueno, y de paso ayudaba a su amigo. Hmp, si él era despistado, ellos lo eran aún más. Se notaba a leguas que Ching y Abyo se gustaban mutuamente. Bueno, era hora de dormir para estar listo al día siguiente.



Continuará...



Segunda oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora