Las siete obras del guardian

Shhhh

Quiero contaros mi historia.
Me llamo Ivan y tengo 19 años, esta historia transcurre durante las vacaciones de verano.
Mi abuela se había comprado una casa en el sur y tenía que rehacerse el tejado por completo. Mi padre y mís tíos habían decidido ir a ayudar a reconstruirlo entre todos antes de que empezaran las lluvias. Yo me quedaba en la casa de mi abuela mientras ellos estaban allí abajo. No me había importado.
Antes de irse mi abuela me dejó una lista de normas que tenía que cumplir a raja tabla. Y así fue durante los primeros días pero al cuarto dia una tormenta me pilló en casa de mi abuela cuando me disponia a salir de fiesta y tuve que quedarme a dormir. Encendí la TV del salón y empecé a zapear, al rato me dormí. Mientras dormia tuve sueños extraños en los que por más que intentaba correr por un corredor no conseguía alejarme y al darme la vuelta solo vi un par de ojos rojos. Desperté con el ruido de una puerta cerrandose de un portazo, la TV estaba apagada y yo recordaba haberla dejado encendida. Cuando la encendí escuché unas risas que provenian de la habitación de mi abuela. Miré la TV pensando que aquellas risas venian de alli pero en la pantalla solo se veia una película mala de los años setenta. Volví a oir la risa, esta vez venia de mas cerca, y no solo era una, eran más.
Mi abuela había sido explicita, no entrar a su habitación bajo ningun concepto, y no iba a desobeder sus normas. Apagué la TV y me fuí a la cama escuchando aquellas risas de fondo. A las cinco de la mañana me desperté con el ruido de la puerta de mi habitación abriendose. Cerré los ojos cuando escuche aquel "Shhhhh" y luego unas risas. De mis ojos resbalaban lágrimas y fue cuando escuche aquellas voces que me decían:
-Ven a jugar con nosotras.
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Fin de la grabación.
-Eso es todo mi teniente, solo había eso en el teléfono.
-¿Solo eso, científica no encontró nada?
- Si pero no es nada agradable, partes de las pruebas están en la caja.
El teniente sacó de la caja cinco muñecas con manchas de sangre.
-¿Y esta sangre de donde a salido Cabo?
El cabo sacó un USB y lo conectó al ordenador. Cientos de imágenes aparecieron en la pantalla.
-Es horrible.
En las imágenes se podían ver dos ojos arrancándose debajo de las muñecas. El teniente miró la mesa donde estaban las pruebas.
-Cabo,¿Que ha echo con la otra muñeca?
-Mi teniente no he cogido ninguna muñeca.
-Shhhhhh.
Ambos guardias se giraron a la par y justo pudieron ver a una muñeca sonriente con un tenedor de plástico en la mano mientras decía:
-Venid a jugar con nosotras.
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