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una camioneta blindada ranger roger se estaciona fuera de su casa, termina su café de un sólo trago al ver salir a un rubio de ésta.

se aleja de la ventana y corre a lavarse los dientes.

— ¡styles mueve ese culo! el jefe nos quiere en la oficina ¡ya! — . grita quitando sus lentes de sol al entrar a la casa.

lava su boca lo más rápido que puede y tras ponerse un poco de colonia sale con una sonrisa del baño.

— buenos días para ti también compañero. — dice burlón mientras toma sus llaves y la pistola de la isla de la cocina.

— deja de jugar. ¡muévete!. — se da vuelta para volver a la camioneta dando grandes zancadas.

el rizado ríe mientras cierra la puerta detrás suyo y se adentra al auto una vez llegado a él. se coloca el cinturón de seguridad mientras mira de reojo al rubio quien acomoda los espejos retrovisores.

— ¿que fue ésta vez?. — pregunta curioso sintiendo el auto moverse.

— otra chica desaparecida. — niega apretando el volante. — sus amigas dejaron que volviera a su casa con una chica que acababan de conocer, después de unos tragos y bueno... básicamente ella jamás llegó.

— ¿cómo se llamaba?. — pregunta de nuevo serio.

— emily prescott.

y el rizado recuerda a la chica con la que estuvo hace unas horas atrás. sus recuerdos vuelan recordando sus lloriqueos y la manera en la que pedía que parará.

una ligera sonrisa aparece en su rostro mientras acaricia sus labios. aún sentía esa maldita adrenalina como el primer día.

era algo brillante, según su amigo liam, porque siendo de la policía de bratislava, nadie podría sospechar de él.

liam. aquel hombre de cabello castaño, que había conocido en una noche de poker. congeniaron al instante, luego de decir un mal chiste del chico que, completamente borracho, había vomitado a mitad del casino.

y bueno, un año después, el mismo liam al verlo tan estresado y enojado por su empleo, le propuso un poco de diversión, haciendo que h accediera al instante.

ni siquiera sabía en donde estaba, sus ojos habían sido vendados al momento en el que el castaño fue por él a su hogar. un largo viaje después se encontraba sentado enfrente de personas importantes.

como olvidar la cara de shock que puso al ver al vicepresidente cubierto de sangre. uno nunca llega a conocer a los demás.

una rápida explicación le dieron y por lo que había entendido se pagaba una suma de dinero para poder divertirse con personas de diferentes partes del mundo.

abrió los ojos sorprendido al ver como liam le daba una "demostración". al principio se negaba a matar personas, pero al ser presionado por su amigo a que lo hiciera, termino cortando uno de los dedos del chico frente a él.

algo en su interior se activo cuando oyó los gritos de súplica del hombre. nunca había sentido una cosa como esa y como si hubiera  sido poseído por algo, tomo una pequeña hacha de una de las mesas y comenzó a clavarla en el cuerpo del pobre chico.

jamás sintió tanta satisfacción en su vida. y no recibió más que una serie de aplausos y una invitación a venir cuando él quisiera.

y ahí estaba él. medio año después, con el mismo trabajo de policía y una larga lista de personas que habían muerto cruelmente en sus manos ¿la vida era extraña, verdad?

y ni siquiera era sospechoso. algunos, simplemente tienen  más suerte que la mayoría del resto.

— ¡styles!. — grita el blondo frustrado. — te estoy explicando el caso y tú estás en otro mundo.

mueve su cabeza de un lado a otro saliendo del trance. — lo siento horan, estaba pensando.

niall rueda los ojos desinteresado mientras sigue manejando. había un caso que resolver y criminales que atrapar.

aún cuando uno de ellos se viera amigable.

×

— sonríe viendo la ropa que se pondría en la noche. — ¿que tal ésta playera?

— louis, no necesitas verte bien si mantendrás tu ropa en el suelo. — el morocho bromea soltando una carcajada.

louis ríe mientras le arroja la camiseta a la cara. — cierra la boca malik. la primera impresión siempre es la más importante. ya luego viene lo demás. — le guiña un ojo coqueto.

— bien, creo que la gris te queda mejor. — sugiere señalandola.

asiente mientras la saca del armario. — entonces ésta será. — sonríe y la extiende sobre la cama. mira a su amigo y frunce el ceño. — ¿sucede algo? te noto un poco apagado.

el morocho suelta un suspiro. — no es nada... digamos que quiero algo ¿nuevo? si, esa es la palabra.

— ¿nuevo? ¿hablas de la ropa o de algún bar?. — el morocho golpea su frente, su amigo era lento.

— no idiota, algo nuevo, experiencia nueva. una sensación nueva.

louis lo mira atento.

— si, no sólo ir, tomar unos tragos y esperar a un chico que quiera meterse en nuestro trasero. — dice encogiendose de hombros. — ¿me explico?

louis asiente. por que eso es lo que masomenos había pensado. — te entiendo. tal vez luego se nos ocurra algo.

— pues espero que sea pronto. no quiero morir por demasiado semen dentro mío. — bromea sacando su celular

— eso sería asqueroso. — hace una mueca.

— asquerosamente delicioso. — ríe levantando la cejas de arriba a abajo.

ambos sueltan recias carcajadas por el mal chiste del chico.

si las personas pudieran ver el futuro, toda desgracia podría evitarse.

incluida la propia muerte.

××××

¡Hola!
¿Que hay? Bien, acá el nuevo capítulo.

Ésta fic me hace emocionarme ~ni sé porque~
En fin. Espero la disfruten.

Xoxo

hostal. → larry stylinson. E D I T A N D O.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora