01.

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el aroma era insoportable.

incluso la sangre de días podía percibirse. y el que estuviera esposada a una silla metálica, con un collarín de acero puro en el cuello y sólo su ropa interior, no ayudaba en nada.

tenía una mordaza en la boca lo cual le impedía pedir ayuda. frente a ella estaba una mesa de cirujano, donde descansaban varios objetos punzacortantes.

estaba asustada. nada se oía en la habitación, donde unos tipos con trajes oscuros, la habían puesto.

ni siquiera sabía la ubicación exacta de su paradero. enserio que estaba perdida.

el chirrido de la puerta principal se escuchó. mira a esa dirección y desesperada comienza a moverse tratando de escapar.

— es inútil cariño. — escucha una voz ronca proveniente de el hombre que acababa de entrar. — necesitas una llave para abrir eso. — levanta la llave al aire y con una actitud arrogante la mete en su bolsillo. baja el tapabocas que llevaba, mostrando su rostro.

un grito sale de su boca, pero es callado por la mordaza.

— no te entiendo linda. — se mofa alineando el filo del cuchillo que llevaba con su dedo pulgar. — pero te daré la llave cuando terminemos de jugar.

aquella sonrisa que le dio después hizo que sus vellos se erizaran por completo.

a pasos firmes y largos camino hasta quedar frente a frente.

— vamos emily, no será tan malo. — hace una mueca y deja el cuchillo sobre la mesa alcanzando un bisturí.— todo acaba cuando mis juegos llegan a su fin.

no sabía de que clase de juegos hablaba, pero de lo que sí estaba segura es que no quería averiguarlo.

acerca el bisturí a su cuello y lo hunde cerca de su clavícula, un grito sale de su garganta.

la mordaza es retirada y arrojada al suelo.— disfruto más cuando escucho los gritos.— sonríe dejando al descubierto dos pares de hoyuelos.

— por... por favor.— ruega con gotas saladas cayendo por sus mejillas. — no lo haga.

un chasqueo de lengua en señal de desaprobación y el dedo índice diciendo que no, es lo que le recibe del extraño. el rizado, hunde de nuevo el bisturí a la misma herida cortando hacia abajo.

un grito seguido de muchas lágrimas salen de la chica. nunca había sentido tanto dolor en su vida, ni siquiera cuando se rompió la muñeca y tuvieron que llevarla al hospital.

— emily, emily.— niega retirando el bisturí para luego bajar por su pecho y descansar en su abdomen. — ¿acaso no te dijeron que no debes confiar en cualquier chica bonita que se te acerque?

hunde el artefacto en su abdomen sonriendo al oir los gritos de la muchacha. las piernas de ésta se manchan con su sangre y sabe que está perdida al verlo acercarse a ella con unas tijeras de jardinería.

— ahora, si sigues chillando tendré que cortar esa lengua tuya emily.— avisa cerrando las tijeras frente a su rostro. vuelve a colocar el cubrebocas en su lugar y corta uno de sus dedos sin previo aviso.

sí, este era el correcto.

— me gustan mucho tus dedos emily. creo que me quedaré con algunos de ellos.— ríe y levanta el meñique poniéndolo en la mesa de cirujano.

en su mente sólo pasó la última vez que habló con su madre, rió con su hermana y como antes de todo peleaba con su padre por no aceptar su gusto por las mujeres.

todo había acabado y lo supo en el momento en el que el hombre frente a ella cortó sin piedad alguna ambas piernas.

la vida de styles no era tan buena como la hacia ver.

(🌼)


suspira rodando los ojos mientras se deja caer a la cama viendo al techo.

— es una mierda total.— exclama y siente como el colchón se hunde a su lado.

— sí, ahora no podemos ir a ese maldito bar. — su morocho amigo habla enojado.

— sólo tenías que hacer lo que dijo el hombre. — voltea a verlo con el ceño fruncido. — ¡perdimos la oportunidad de haber entrado gratis las veces que quisiéramos!

el morocho se sienta en la cama y lo mira molesto.— ¿estás de joda? el asqueroso dueño quería acostarse conmigo.

— sí, pero no era tan difícil. —rueda los ojos. — zayn, ahora no te hagas el heterosexual conmigo, por favor.

— no estoy ocultando mi sexualidad idiota.— golpea su estómago.— pero no por el hecho de que me gusten las pollas voy a abrirme a cualquiera.

y es que el hombre era simplemente asqueroso. tenía alrededor de 50 años y su aroma no era nada favorable, sin contar que sus ojos irradiaban pervertividad.

— aparte. — suspira el morocho.— ese bar había comenzado a aburrirme.

louis suspira frustrado porque era verdad, al parecer los bares habían dejado de llamar la atención de ambos.

cuando terminaron la universidad y decidieron vivir juntos, las noches de fiesta en fiesta y de bar en bar habían comenzado a crecer.

nada los detenía. ¿y por qué hacerlo si la noche era tan corta y ellos tan jóvenes?.

tenían algunos meses así, y su vida, luego del cuarto mes, se había convertido en algo monótono.

necesitaban emoción, algo nuevo, algo que hiciera que su adrenalina subiera hasta arriba.

a la vida es mejor dejarla con la rutina, que luego hacerla cambiar para mal.

(🍒)

hola. espero que les haya gustado.


en fin, sería genial que recomendaran ésto.
por cierto, me encanta cuando comentan, eso hace que mis ganas de escribir aumenten.


foto:

andréi románovich chikatilo.
“el carnicero de rostov”

por 12 años, se dedicó a matar, en su mayoría, a mujeres y a niños, su modus operandi fue similar, conocía a sus víctimas, las convencía de ir a un lugar más apartado y allí asesinarlas. algunas veces, extraía algunos órganos y se los comía.

durante sus juicios, chikatilo intentaba hacerse pasar por una persona demente, insultaba, exhibía sus partes y decía incongruencias. dicha estrategia no le sirvió y en octubre de 1990 fue condenado a muerte por el asesinato de 53 personas entre los 9 y 45 años.

el 14 de febrero de 1994, el asesino serial más sanguinario de la unión soviética murió en el sótano de la prisión de rostov, ejecutado por un guardia con un disparo en la nuca.

xoxo.

hostal. → larry stylinson. E D I T A N D O.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora