Tenías que ser tu

Capítulo 4: UN NUEVO COMIENZO O...¿VUELTA ATRÁS?

Entre abriendo los ojos, intentando no quedarse de nuevo dormida, pero se le hacía difícil ya que simplemente oler el aroma que la envolvía en su dormitorio, el olor de su compañera de trabajo que era una mezcla entre cupcakes y gominolas. Se desperezaba en la cama, sin nadie....Sin Caitlyn pensó y se puso de pies nada más pensarlo. Llevaba la sudadera y unos pantalones muy cortos. Empezó a andar hacia el comedor, pero no había nadie asi que se dio la vuelta hacia el baño y abrió la puerta que estaba entrecerrada y miro adentro por si veía allí a su sheriff, y así fue, la muchacha se estaba pegando una ducha mañanera, sin que se diese cuenta ya que no la escucho llegar por la música puesta a bastante volumen, Vi se quedó embobada y sonrojada sin saber que hacer, observaba a la sheriff que le daba la espalda, se veía su parte trasera bastante bien gracias al cristal, sin decir nada se quedó allí hasta que Caitlyn se giró y la vio allí delante suya mirándola, sonrojada tanto como el pelo rosa de su amiga se tapó con una toalla como la de la pasada noche.

-Per...perdón- Esta fue ahora la que se giró rápidamente.

-N...no pa...pasa na....nada- Caitlyn sonrojada hasta las orejas, Vi salió del baño cerrando la puerta.- Ca...Cait hi..hice el de...desayuno- Se apoyó esta en la puerta, de los nervios sus piernas se tambaleaban, se incorporó y fue hacía la cocina para servirle el té y un par de tostadas con mantequilla y mermelada de fresa fresca. Lo puso sobre la mesa del comedor, encendió un equipo de música bastante potente, puso un estilo bastante peculiar, diría que era un grupo de punk-rock que a la muchacha le gustaba mucho. Caitlyn salió del cuarto de baño ya con su vestido de siempre, su pelo aun mojado y liso caía por su espalda y hombros, aun no llevaba su peculiar y divertido sombrero de copa. Llego a la sala y se sentó en la silla, comenzó a degustar su desayuno recientemente hecho por su querida pelirrosa. Esta bajo un poco el volumen para poder conversar con su jefa.

-Hace un bonito día- La morena asintió con la cabeza mientras pegaba un pequeño sorbo al caliente té.- Es bastante temprano- miró el reloj de cuco que había al lado de marco.- Es la primera vez que estoy ya lista para esta hora- Bromeo y a Caitlyn se le escapo una sonrisilla que para Vi fue un motivo para sonreír alegremente.- Perdón por lo de antes- dijo ahora algo sonrojada.

-No pasa nada, se que fue un accidente- Trago un poco de saliva.

Siguieron conversando por un corto tiempo y se terminaron de arreglar. Vi decidió irse antes que su compañera hacia la comisaria, necesitaba despejar la mente del incidente de hace rato atrás pero se le hacía imposible olvidar el perfecto cuerpo de Caitlyn, esas delicadas curvas y su bonito cabello...Se le caía la baba...Mientras tanto Caitlyn buscaba unos informes que debía entregar hoy, los encontró y ella también se puso de camino a su oficina. Cuando abrió la puerta estaba Vi sentada en su escritorio con los pies puestos encima de la mesa como si nada, pasó delante de ella hacia su mesa y dejó los informes.

-Vi, hazme un té como me gusta por favor- lo dijo mientras se sentaba y se colocaba sus gafas.

-¡A la orden Cupcake!- se levantó de inmediato haciendo gesto de entendido. Fue directa a la máquina que tenían en el despacho y comenzó a prepararlo.

-Hola cielo- entraba Jayce por la puerta tan despampanante como de costumbre pero al ver a Vi primero se le quitó todo.

-Hola amor- se giró Vi riéndose por lo acababa de pasar, al escuchar eso la pelimorena se empezó a reír por lo bajo. El hombre miró a la sheriff vergonzado.

-Buenos días Jayce- se puso algo más seria.- Cambiando ahora de tema,¿ qué nos traes hoy?

-Un tiroteo en unas de las calles del barrio bajo, con más de 10 heridos graves y ningún muerto- la sheriff suspiro algo aliviada- pero hay tres secuestrados.. y no sabemos donde pueden estar. Tenemos una idea de banda puede ser- hace una pausa y mira a la pelirosada y esta hace lo mismo que el- y no te va a gustar nada.- A Vi se le cayó la taza del té al suelo y cerró los puños con fuerza mientras se mordía el labio con rabia, pensó quien podría ser, miro del suelo a la cara de Jayce y él asintió afirmando de quien se podría tratar...