Una pequeña niña de tan siquiera 8 años de cabellera rosa acompañada de un hombre mayor de unos 60 años y otro chiquillo de unos 6 años, se encontraban en una cueva en la que a la lejanía se podía ver perfectamente la ciudad de Zaun. El hombre salió para poder conseguir algo de alimento para él y sus dos pequeños acompañantes.
-Vi, cuida que Ekko no se marche de aquí y si veis algo extraño esconderos lo mejor que podáis.-La niña hizo gesto de aceptamiento asintiendo con la cabeza. El hombre salió de allí dirigiéndose a la ciudad sin ley. Nunca más le volvió a ver...con vida.
Un grupo de jóvenes de 20-25 años con aspecto rebelde-punk con pelos coloridos extravagantemente, llenos de tatuajes y piercings . Llegaron pegando voces y armando mucho escándalo, a esto, Vi se percató antes de su llegada, cogió a Ekko de la mano y se escondieron detrás de unas rocas gigantes más adentro de su cueva. El chico de menor edad asustado abrazaba a Vi, así sientiendose algo mejor y seguro ya que la pelirosa le correspondía el abrazo. Uno de los muchachos, el que parecía ser el cabecilla ya que vestía ropas algo diferente a la de los demás, también por el comportamiento y aireza de superioridad que traía. Se acomodo en un sillón que estaba bastante cerca de la roca donde se encontraba los dos pequeños.
-Es un buen sitio que podríamos aprovechar para instalarnos.- rió el susodicho anteriormente. Se lo comentó a otro al que esta solo asintió.- ¿Aquí es donde se refugiaba ese viejo que nos debe tanto dinero?- este volvió a asentir.- Esta cueva sería buena moneda de cambio, los intereses sean quizás su vida.- El "jefe" se reía de una manera muy malévola. Vi desde atrás de la roca se mordía el labio y cerraba los puños con fuerza después de escuchar toda la conversación a la perfección.
La pelirosa levantó la cabeza que antes apoyaba sobre sus dos brazos puestos sobre su escritorio.
- Vi, es mejor que te vayas a casa. Es muy tarde y cansada no sirves para el caso del secuestro. Así que ve a descansar.- Caitlyn sentada en su escritorio entre mucho papeleo.
-Puedo ser de ayuda aún Cupcake.- La castaña ahora la miraba, negaba con la cabeza y esta entendió que no debía insistir pero esta se levanto del asiento y se dirigió hacia su jefa, la siguió con la mirada hasta que llegó a su escritorio.
- Me iré si tu también te vas ya, es muy tarde y además yo te acompañaré hasta tu dulce hogar.-
-Tu ganas Vi- se levantó sin decir nada más, cogió sus pertenencias y se encaminó a la puerta de su despacho, Vi se sorprendió de lo rápido que esta había aceptado su petición y para no hacerla más esperar, salió tras la jefa dirección al aparcamiento.
Se bajaron ambas de la moto, la conductora acompañó a la morena hasta la puerta de su apartamento, se giró y ahora se le quedo viendo a Vi, esta hizo lo mismo que Caitlyn, las dos en un silencio bastante pesado, una en frente de la otra. Vi se armo para hablar primero.
-¿Hoy fue un día extraños eh?- rió algo e intentando romper el hielo, la otra le sonreia en forma de agrado.
-¿Te gustaría pasar?- dijo ahora la morena, Vi acepto con la cabeza. Entraron las dos hasta la habitación principal donde la pelirosa se acomodo en el sillón de cuero mientras la sheriff se cambiaba la ropa por una más cómoda y hacia un rico té, cuando terminó de hervir el agua lo vertió el dos lindas tazas y unas galletitas en un plato a juego con las tazas. Puso todo sobre una mesita frente al sillón donde estaba la otra. Cait alargo la mano con un mando poniendo música al estilo blues/jazz. Cogió su taza y la sirvió la otra a su acompañante.
-Oye Cupcake,¿qué hicisteis ayer tú y Jayce?- A la sheriff se le aceleró un poco el corazón y se atragantó con un buen buche ya que no esperaba para nada esa pregunta. Vi carraspeo su garganta.- Supongo que da igual, olvida esa pregunta cielo.-
-No, no.- Esta ahora sonreía.- Llegó a por mí, fuimos a cenar a un sitio lujoso y a la mitad de la cena me fui.- Vi enarcó una ceja.- No me encontraba muy bien la verdad y además me vine a casa andando, sola.- sonrió.
-Estúpido cabeza de martillo, ¿cómo que no te acompañó?- La pelirosa empezó a refunfuñar, esto le hizo más gracia a Cait.
-Comenzó a llover, cuando llegué a casa me medio sequé y llegaste tú, bastante borracha- la miraba ahora algo más seria.
-Oh.. lo siento por eso, me pase algo con el alcohol ya que no estaba de humor, pero gracias a ello conseguí dormir con mi dulce cupcake- las dos se sonrojaron, Cait no se lo esperaba y Vi fue bastante directa.- Debería de irme ya, es muy tarde y estamos muy cansada.
-Y...¿si te quedas otra vez a dormir?- Sonrió la morena de medio lado. Vi acepto muy feliz pero intentando no parecer muy sobresaltada.
-¿Quieres tomar un baño caliente?- preguntó medio gritando desde la cocina. La pelirroja medio acostada en el sofá, con los pies sobre la pequeña mesilla y le respondió con un simple,- ¿por qué no?.- Caitlyn fue a prepararlo todo, la bañera con el agua casi rebosante, unas velas aromáticas para que alumbrasen el baño y le diera un buen toque, el vapor dificultaba algo la vista pero aún así se veía todo genial. Abrió la gran ventana, a pesar de ser otoño el cielo estaba muy despejado, se podía observar perfectamente la bonita luna llena y tantas estrellas dibujadas en el firmamento.
-Vi, el baño está listo.- La jefa seguía en el baño sin darse cuenta que alguien seguía cada paso que daba desde la puerta; la abrazó por detrás haciendo que la morena pegara un pequeño respingo, la obligó a ladear su cabeza dejando camino de su cuello para sus labios, besando su cuello, abrazando la con ganas y ternura. Con sus manos en las caderas de Cait apegando la más y más a las suyas propias. Cupcake sonrojada respodía a cada caricia, beso o mordida con pequeños gemidos por la excitación que le causó su compañera de trabajo.
- Bañate conmigo cielo.- Le dijo separandose de ella. La otra sin decir nada comenzó a desvestirse...
YOU ARE READING
Tenías que ser tu
FanficCuenta una historia de un valiente dúo de policías de Piltover