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No sabía cuánto tiempo pasó desde que dejo aquella botella en el mar, pero estaba consciente de que tal vez no tendría ninguna respuesta inmediata o tal vez, jamás le responderían. Pero su entusiasmo no caería tan fácilmente. Las semanas pasaron y cada sábado iba a la playa para obtener una respuesta que no llegaba. Suspiraba, metía sus pies en la arena, sus brazos recargados en sus rodillas y hacia ese lindo puchero al no obtener lo que él quería. Tres largos sábados pasaron esperando y nada pasaba. Ese lunes se levantó decidido a que el próximo fin de semana no iría. Tal vez tendría que esperar más tiempo para obtener una respuesta o en su defecto, la botella regresara a él.

El pasillo interminablemente largo hacia su aula de la primera clase, se le hizo todavía más eterno. Sus pies se arrastraban y la mochila caía de su hombro. Su profesora de inglés lo estaba esperando en la puerta; siempre el primero en llegar, era una costumbre que su profesora lo saludara en la puerta y se adentraran en el aula juntos, hablando de cómo fue su fin de semana, todo esto en un perfecto inglés, que Taemin no entendía ni la mitad. Pero gracias a los trabajos extracurriculares, es que salvaba muy bien esa materia. Pero el idioma se le negaba por mucho que estudiara.

Su nombre fue gritado varias veces en el pasillo. Miró a su profesora y esta asintió con una sonrisa. Salió del aula y vio al protagonista de los gritos. Key su primo, estaba agitando la mano en forma de saludo, una enorme sonrisa en su rostro marcando sus hoyuelos y ese caminar inconfundible. Taemin sonrió al verlo e hizo el mismo ademan que el

-Kibum ¿qué haces aquí?

-Parece que no te da gusto verme Minnie

-No es eso, es muy raro que tú estés de este lado de la universidad.

-Lo sé, las materias me tienen muy ocupado y es muy difícil venir a visitarte, pero tú tampoco vas de mi lado y eso me hace sentir herido- Key puso una mano del lado de su corazón e hizo un gesto de que le dolía mucho

-Deberías estudiar teatro, se te da muy bien la actuación

-¡Ya! Tú estas igual que mi profesor de arte. Y esto me lleva a decirte a lo que vine

-Así que no viniste solo a verme- hizo un puchero e inflo los cachetes

-Eres tan adorable que te comería completo, pero eso sería canibalismo incestuoso- Key negó con su cabeza y movió sus manos negando. Ambos rieron por aquella definición. La campana de que las clases comenzarían sonó y ambos se vieron sonriendo

-Tengo que entrar y tú tienes que irte

- Lo sé, ya es muy tarde. Puedo verte en el almuerzo necesito pedirte un favor, pero me interrumpes y no pude decirte nada

-Sí, te veo en el almuerzo. A las once del día está bien

-Perfecto- Key grito esto último despidiéndose con la mano y yéndose corriendo por el pasillo

Las tres clases pasaron muy rápido. Necesitaba hablar con alguien sobre la botella y sabía que Key era una tumba cuando se trataba de él. Onew le abrazo por los hombros y le jalo la mejilla. Taemin lo miro y le sonrió.

-¿Hacia dónde vamos?

-A la cafetería

-De que me perdí. Tú no eres de los que va la cafetería a esta hora

-Voy a ver a Key. Ya sabes, necesita un favor y él no puede a otra hora

-¿Pero te saltaras la clase de latín?

Marea altaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora