MEMORIAS DE UN CORAZÓN ROTO

Capitulo 1: Y el oscar es para ...

1 año atrás

PHOENIX ROSSI

2 de abril del 2016  // 6:40am

Lunes, "una oportunidad para empezar de nuevo" como lo llama mamá, curioso como ella no entiende que no existe necesidad de hacerlo cuando técnicamente soy invisible y no hay margen de cometer errores en mi vida, bueno, visible únicamente para Chanel y Jennifer, mis dos mejores amigas, las que me dan fuerza y un motivo para ir al Instituto semana tras semana, bueno, basta de tanta queja, me presentó, mi nombre es Phoenix Rossi, 1.60m de pura flojera y "ojos tan verdes como esmeraldas" otra vez una de las tantas frases célebres de mi querida madre.

-NIX! Lo estás haciendo de nuevo, deja de hablar contigo misma - Escucho el gritó de Landon, mi hermano mayor-

-Idiota! - Una zapatilla voladora se impacta contra la puerta para expresar mi creciente frustración-

10 minutos despierta y ya quiero que el día termine, ¿dramática yo? Totalmente. Mientras termino de vestirme con el uniforme del instituto que consiste en una falda a rayas de tubo, una blusa de vestir color blanca y zapatillas de tacón negro dignos de ser usados como un arma letal, pero bueno, no podría ser menos para Iverson High, el colegio más prestigioso de toda la costa este de Estados Unidos, donde desafortunadamente asisto, para que se den una pequeña idea, el diseño del uniforme estuvo bajo la supervisión de una de las casas más prestigiosas de moda italiana, los de la D & G, honestamente ni idea. Una vez más mi cabello no quiere cooperar el día de hoy así que decidí dejarlo suelto, una enredada cabellera llena de rizos cobrizos, diablos me apetece una ...

-Phoenix! Mueve tu trasero y ven a desayunar ahora mismo. - Los dulces gritos de mamá hacen que me precipite escaleras abajo-

-Pero que ánimos- Le respondo de vuelta con el mismo tono que utilizo conmigo al sentarme-

-Nix, enserio tienes que prestarle atención a tu cabello querida, un día de estos un pájaro se anidara ahí, y sinceramente no necesito más huevos. - Dice mamá mientras Landon escupe el jugo de naranja que está tomando justo en mi blusa-

- ¡MIRA LO QUE HACES LANDON, DEMONIOS! - Ni siquiera le había dado un mordisco a mi tostada cuando ya me encuentro en mi cuarto cambiándome por segunda vez en el día. -

-Putas madres Donnie, estás viendo que la niña esta histérica hoy y la vas a cagar. - Oigo a mi mamá decirle al aborto de mono. -

-Pero tú fuiste la que ... - Es cortado por un golpe seco el cual supongo fue la mano de mamá chocar con su hueca cabeza. -

Al abrir mi armario me doy cuenta de que la otra blusa del uniforme que tengo es una talla más pequeña de lo que uso ahora, mierda es la vieja, cuando logro entrar en ella parece que me van a explotar los malditos pechos, parezco una muy mala versión de la jodida Pamela Anderson, al demonio, esto es culpa del espermatozoide. Después de hacerlo lo posible para aplastar mis pechos, lo cual incluye tres cambios de sostén, me frustro y me doy por vencida, definitivamente hoy no es mi día. 

Cuando los ruidosos tacones de diseñador tocan el mármol del piso de abajo mamá voltea y sus ojos se abren como platos, mi hermano se atraganta y empieza con sus celos de hermano sobreprotector.

-Y una mierda, Nix cámbiate por el amor de dios pareces una ... bueno este. - Se calla bajo la mala mirada que le lanza mamá-

-Corazón lo que tu hermano quiso decir es que esa blusa definitivamente no es tu talla. - Dice con una sonrisa tan falsa que suelto una carcajada.

-Bueno pues que triste, se me hace tarde, ¡adiós! - Grito mientras tomo las llaves de mi bebé.

Verán, en la vida hay miles de placeres, cuando estas podrida en dinero y la ropa de diseñador no es exactamente lo tuyo tienes que encontrar algún hobby, el mío son los automóviles, definitivamente. El día de hoy me decidí por mi última adquisición, una preciosa Range Rover Autobiography Dynamic, la creme de la creme en automóviles, fue todo un lio ya que en la agencia no tenían el color que yo quería, pero poderoso señor es don dinero. Al acercarme lo suficiente y presionar un botón el automóvil surge a la vida con un rugido que hace que una sonrisa aparezca en mis labios.