El ambiente se vuelve estresante y ajetreado, las palabras empiezan a confundirse con el aire y casi no es tomada en cuenta mi opinión.
Los sastres discuten entre ellos tratando de preparar mi vestimenta para la ocasión, que la reina, estaba preparando. Lo único que me extraña es el hecho de que no me informasen de la reunión y lo va suceder en ella.
De seguro es una reunión que surgió de repente.Los gritos de los presentes comienzan aumentar con gran intensidad, obligándome a intervenir.
-¡Ya basta!, No discutais más. Es una orden- grito para hacerme notar entre la multitud de personas. Y lo que se percibe ante mis palabras es el silencio.
-Lo que les pido es que terminen con los detalles de mi traje lo más pronto posible, no necesito algo muy elaborado. Necesito algo sencillo pero impecable ¿Podré contar con ello?- dicto mi sentencia para que el orden se haga presente, y la insensatez no sea un problema.
Asintiendo todos a la vez, continúan con sus labores.
Y logran concluir con su trabajo.Me dispongo a salir de mi alcoba, y continuo a caminar entre los pasillos, para luego dirigirme al comedor.
Al llegar, me encuentro con la presencia de la reina Nathalia, lo cual es lo habitual. Pero al notar que tres nuevas personas estaban presentes, las cuales dos de ellas se hacen presente a mis recuerdos y mientras que la tercera no lo logro encontrarla ante mi memoria, me dispongo a saludarlos estrechando mi mano a cada uno de los miembros presentes en la mesa tratando de hacerles sentir a gusto.
Obteniendo como respuesta ante mis saludos por parte del rey Sthefano y, su esposa, la reina Victoria, una expresión de seriedad; a diferencia de la sonrisa obtengo por parte de la joven chica, que aún, desconozco.Con un tono de voz agradable, mi abuela, me invita a formar parte de la pequeña reunión entre los reinos de Brousthen y Alpthen, mi hogar.
Al sentarme tengo frente a mi la chica más joven de este resumido grupo. La miro detenidamente y no puedo negar su natural belleza, a una chica de cabellos largos y oscuros como una noche que carece de estrellas, ojos aguamarina los posibles detonantes de un amor repentino, una silueta bien cuidada de aspecto angelical, y una piel pálida que se hace notar aún más al recibir los rayos del sol a través los cristales. Su belleza radía y se hace notar, pero tal belleza no me inspira, no me llena. Sé muy bien motivo de esta reunión y siento que no va a llegar a ningún lado.
Aunque espero equivocarme y, que el único motivo de esta reunión sea el de una pequeña visita comercial por parte de los reyes de Brousthen, y no sea un posible matrimonio arreglado.
-Abuela, ¿Cuál es el motivo de esta reunión?- pregunto para salir de mis dudas lo antes posible.
-Dustin, la presencia de los reyes de Brousthen y su hija es porque...-
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Cartas para un Príncipe
Short StoryNotas, vivencias, pistas y fragmentos del amor y el odio. Amor que deja un vacío, imposible de ser llenado, ni por la más sincera muestra de afecto. Y odio que llena a un corazón sediento de venganza. Reclamando con afiliadas garras, las más intensa...