Encuentro (Cáncer x Piscis)

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Estaba amurrado en el sofá, esperando impaciente la llegada de su hijo, estaba nervioso, no sabía con quien se había involucrado su hijo y le inquietaba la idea de que no le convenga, o peor, que lo haga sufrir

-Alba-Chan... Tú sabrías que hacer

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-No...

Había recibido la peor noticia de todas, su adorado esposo había muerto a manos de un desgraciado, y él no estuvo ahí...

-Hijo...

-N-no...

-Manigoldo, hijo... Cálmate

-¡COMO QUIERES QUE ME CALME??!! ¿QUE SUCEDIÓ??

-Tu marido... Sólo cumplió con su deber...

Las lágrimas escapaban solas, su pena y rabia se mezclaban, no sabía que haría, como viviría... Y tomando un poco de aire y valentía, se puso firme y habló

-Quiero verlo...

-Hijo... Está lleno de sangre, tu sabes que no dejaba que nadie lo-

-PERO A MI SI!!!!

Fue el grito más estruendoso hasta el momento, Manigoldo se dejó caer en el piso, y comenzó a llorar y gritar sin control alguno, sintió como su padre lo abrazaba, y se aferró a él, sin dejar los gritos, sentía su garganta desgarrarse, pero no importaba, las heridas de su cuerpo por su lucha se abrieron, pero no importaba, sus manos le dolían por los golpes que le propinaba al piso... Pero nada importaba, sentía que los brazos que lo enrollaban lo apretaban más... Hasta que lo soltó, en un signo de extrañeza se giró para ver que pasaba, y abrió los ojos al darse cuenta de algo

Ahí estaban Shion y Dohko, entregándole un bebé de sólo meses a su padre... Su bebé

-Hijo, sé que será difícil... Pero ahora tienes a alguien por quien luchar, no te rindas, hazlo por él, hazlo por tu esposo... Hazlo por ti.

Y desde ahí, empezó a educarlo, pasó su infancia cerca de él, pero a sus 4 años tuvo que separarse por su entrenamiento, decidió alejarse de todo lo relacionado a Atena y vivir pacíficamente en Italia, su hijo le habla constantemente por el celular y a veces iba de visita, como en ése momento, sólo que... Esta sería la primera vez que venía en compañía.

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-Viejo! Ábreme!!

Oyó su voz, se levantó rápidamente y fue a abrir.

-Hijo! Hola! ¿Y donde está...?

- Lo envié a la esquina a comprar un par de bebidas, y era necesario por que...

-Por?

-Ven... Vámonos a sentarnos... Te tengo que decir algo...

Así lo hizo, se sentaron y se puso aún más nervioso, al punto en el que el contacto con el sofá le erizaba la piel

-Dime por favor que no se trata de un domingo 7

-Que? No! Papá... Es...

-Es..?

-Afrodita es... El caballero de piscis

Se sorprendió, abrió mucho los ojos, quedó enmudecido y miró fijamente a quien le dijo tal... Tal... Cosa.

-Que?

-Death! No sabía que querías así que traje ambas bebidas!

Gritó y se escuchó un portazo, Manigoldo se levantó rápidamente, su corazón latió a mil, y se puso en frente del chico quien aún acomodaba las bolsas en la mesa.

-Papá... El es mi novio... Afrodita.

El nombrado levantó la mirada y en ese instante... El aire abandonó sus pulmones, observó su rostro cuidadosamente, su cabello era celeste, pero más brillante y ondulado, pestañas, tan largas como las de su amor, y ese lunar y esos labios, y ése característico olor a rosas... Retrocedió unos pasos... De sus ojos escaparon lágrimas, sus labios temblaban, y ambos jóvenes observaron sorpresivos a la reacción del mayor

-Albafica...

-No señor... Me llamo-

-Ya lo sé... Pero eres tan lindo como él... Si fuera 20 años menor , disputaría tu cariño... Pero como no lo soy... Espero tu felicidad...

Se le acercó y lo abrazó, Afrodita se contagió de la pena, juraba sentir el dolor y la soledad que ése hombre sentía, correspondió el abrazo lo más fuerte que pudo, incluso se le escaparon lágrimas... Al separarse, ambos se rieron al ver el rostro del otro

-Ahhh... ¿Que hizo este imbécil para merecerte?

-Le sorprendería saberlo

-Hey! Estoy aquí

Todos rieron, Manigoldo no se sentía así hace mucho tiempo, disfrutó al máximo el día, no era necesario pues estarían allí un tiempo, pero se sentía tan bien volver a oler aroma a rosas en su casa que no aguantó

Al ya estar adentro de su cama, sonrió hacia el techo, juntando sus manos detrás de su cabeza

-Alba-Chan... Sé que me escuchas, gracias por poner a ése chico en el camino de nuestro hijo, sé que fuiste tú... Haré lo que esté a mi alcance para unificarlos como a nosotros... Como aún lo somos...

Se durmió, ésa noche, su corazón se sentía lleno de una gran calidez, y tenía la sensación de haber ganado algo importante

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Me pasé la lógica de la serie por el orto ;-;

Pero valió la pena, espero les haya gustado, ya que como dije en otro libro, no soy buena escribiendo feels por lo sensible que soy... Por que enserio me descresté llorando ;-; las lágrimas me corrían solas por la cara ;_;

Pero bueno, nos leemos pronto mis pringaos de pringles ;u;

Bye!

One Shots Saint Seiya >////<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora