Alex POV
Después de que Keith se fuera de la habitación me quedé acostada mirando las redes sociales en mi celular. Prendí el computador pero al no tener internet, tuve que utilizar el internet móvil para compartirlo al macbook.
Yo soy escritora o por lo menos quiero serlo, mi género favorito es romance. Y la historia que estoy escribiendo en mi macbook es con ese género, no llevo mucho ya que no tengo muchas ideas.
Definitivamente, yo no puedo escribir con hambre. Soy capaz de escribir cosas sin sentidos y la imaginación desaparece repentinamente.
Dejé de lado el mac, abrí las sábanas y me senté en el borde de la cama. Miré las pastillas posadas en la mesita de noche, y al lado de estas había un vaso con agua. De seguro alguna de las chicas dejó eso allí, agradecí mentalmente y después tomé las pastillas.
No hacía frío como para cambiarme lo que llevaba puesto, un short y una pollera sin mangas. Sin embargo, en el exterior, gracias a las ventanas, se podía apreciar una especia de neblina, así que me coloqué un suéter.
Pasé a hacer mis necesidades, tuve que peinarme un poco, no querría que uno de los chicos me viera así. No me gusta dar esa primera impresión.
Al bajar las escaleras me encontré con Matt sentado en el sillón leyendo un diario. No se dignó a mirarme ni saludarme, siguió leyendo.
—Hey—saludé y me acerqué prudentemente a él—. ¿Es el diario del pueblo?
—Así parece—me enseñó la portada y exactamente decía, "diario del pueblo", sonreí incrédula—. Ayer salí a comprar, busca en la nevera algo de comer.
—Pero son sus cosas—de igual modo caminé hacia la cocina, la cuál era americana.
—No hay problema, tenemos que convivir y créeme que sería mucho el ponerle nombre a las cosas—se levantó del sillón y caminó hacia la cocina también, no pude evitar mirar su cuerpo, no era muy musculoso, solo lo suficiente; lo que me llamó la atención fue que estaba en bóxers. Levanté rápidamente la vista al darme cuenta de esto. Le miré a él para disimular, pero su metro ochenta y tanto me intimidaba.
—Daniel y tu amiga—miró hacia arriba y mordió su labio inferior intentando recordar—, Sam, salieron, no sé a dónde pero dijeron que no tardarían.
Pasó por al lado mío, no esperó mi respuesta. Sacó café de un gabinete, luego caminó hacia el "hervidor" y lo prendió.
—Y bien—rompió el silencio mientras sacaba dos tazas y se giraba hacia mi para matar el tiempo de esperar a que el agua hierva—. Alex, ¿qué edad tienes?—apoyó sus manos en el mesón y me miró intimidandome nuevamente.
—19, al igual que Keith—me senté en el mesón frente a él—, ¿tú?
—Adivina—miró pícaro.
A pesar de que recién me había sentado, me levanté del mesón. Caminé con paso firme hacia él, aunque serían solo unos 3 pasos. Pasé mi dedo índice por sobre su pectoral y luego pasé mi mano con delicadeza por su rostro.
—¿Qué haces?—preguntó sin quejarse.
—Analizo.
En algún momento nuestros rostros estuvieron peligrosamente cerca, me fijé en sus ojos, los cuales miraban mis labios. Antes de hacer algo precipitado, me alejé unos centímetros y apoyé mi espalda en el mesón de enfrente.
—¿21?
—Exacto—se acercó un paso hacia mi sin dudar—. Supongo que mereces un premio, ¿cual sería?
Pensé en lo que diría, desvié mi mirada hacia el mesón que estaba detrás de él, del "hervidor" empezó a salir vapor indicando que el agua ya había hervido.
—Que me prepares un café—apunté con mi dedo índice al hervidor.
El rió dulcemente, lo que me contagió y reí levemente también. Se giró hacia las tazas y dijo "De igual modo lo iba a hacer", en unos minutos mi taza de café ya estaba lista. Aunque no me la pasó, empezó a caminar hacia un ventanal, dejó de lado una taza y abrió el ventanal, luego volvió a tomarla y caminó hacia la terraza.
No dijo nada en el trayecto, yo solo lo seguí y al asomarme a la terraza, él estaba sentado en un sillón de madera con cojines burdeos. Me senté en otro sillón y tomé el café que estaba posado en una mesita de vidrio al centro de la terraza. Le miré a él, estaba admirando el paisaje, el que consistía de un gran lago y unas montañas a su alrededor. Cabe destacar que nuestra cabaña estaba en altura, por lo que todo se apreciaba mejor.
—¿A qué te dedicas?—pregunté para romper el hielo.
—De todo un poco—suspiró, miró su taza y con su dedo empezó a dar círculos por sobre esta—. Se podría decir que tengo más trabajos que Barbie—rió y yo también, luego fijó su vista en mi—. En mis tiempos libres soy escritor, fotógrafo. Y hablando de escritura, ¿sabes por qué me empezaste a atraer, desde que te conocí ayer?
—Creo que atraer es una palabra muy grande—él soltó una risita nasal.
—No hace tiempo, escribí sobre un chico que se enamoraba de una chica. Pero la verdad es que la chica era narrada como la chica de mis sueños y cabe la casualidad, que tu encajas con todas sus perfecciones—no hubo signo de pudor en su mirada.
—No me conoces—le mantuve la mirada desafiante.
—La chica era misteriosa también.
Sonreí sin intención de hacerlo. El se levantó y miró su reloj de mano. Realizó un gesto de preocupación y empezó a caminar hacia el ventanal, no sin antes darse vuelta y dedicarme unas palabras.
—Aún quiero saber, si eres la chica escrita de la que algún día quise enamorarme—sin más se volteó y caminó hacia adentro de la cabaña, en poco tiempo lo perdí de vista.
Llegó un mensaje en mi celular lo que me alarmó, sin pensarlo lo recibí y decía algo así:
"Cariño, ¿cómo está tu primer día en la cabaña?"
No pensé en responder, ya que sabía que teniendo un novio como él, me llegarían 1000 mensajes más solo adivirtiendome que si algún chico me mira, le avisara de inmediato.
Ya un chico me miró, y no
me molestaría que me mirara no solo a los ojos.Puedo sonar como una perra infiel, pero mi actual novio ya lo ha sido unas cuantas veces. He intentado terminar con él, pero si lo hago, las amenazas de su parte son eternas. Ahora que por fin logré estar libre de él, decidí disfrutarlo y eso estoy haciendo. Y de hecho, no pienso disfrutarlo sola.
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Los chicos de la cabaña.
Teen Fiction4 chicas, deciden viajar tras terminar su año escolar. Pero hubo un problema gracias al arrendatario; unos chicos habían llegado antes de lo esperado, lo que significa, que las 4 chicas y los 4 chicos deberán pasar sus vacaciones juntos.