Capítulo II

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—De que hablas, eso es imposible —le objetó Mark mirándolo con desprecio

—¿Que? ¿Acaso no lo viste? La luz y de repente aparecí de la nada —se defendió el tipo.

—Lo que dices es una locura... ¿Viajar en el tiempo? Eso solo se ve en Star Trek y Volver al Futuro, pero sólo en películas no en la vida real —objetó Mark

—¿No me crees verdad? —se rió él tipo frotandose la barba —Te invito, si lo deseas, que me acompañes a mi laboratorio y te demostraré que no te estoy mintiendo —le pidió el tipo.

Así Mark después de dudar si ir o no, cedió a la petición de este hombre, lo acompañó a su laboratorio al NorOeste de New York en el barrio de Saint Flees.

—A todo esto soy Dave Glade —se presentó el viajero mientras tomaban él metro.

—Yo soy Mark, Mark Lewis —respondió un poco cortante.

—Y cuéntame de ti Mark ¿En que trabajas? ¿Eres casado? —preguntó

—Trabajo en Factory & Lives en el centro de New York, es una empresa de computación, software y esas cosas; soy soltero y no tengo hijos —le contó —¿Y tu?

—Si, la he escuchado, buena empresa; yoo... bueno se podría decir que soy científico, estudié física cuántica, y de ahí después de combinar estos estudios con astronomia y otras ciencias empezé con esta locura de viajar en el tiempo que se convirtió en mi obsesión —le contó.

—¿Y cómo lograste eso de viajar en el tiempo? — preguntó curioso Mark

—Después de años investigando y leyendo, logré encontrar un modo de abrir una brecha en el tiempo y el espacio hasta lograr un mecanismo para crear un portal lo suficientemente grande y estable para que él hombre pueda usarlo —explicó entusiasmado.

—Eso suena difícil —lo miró con respeto Mark

—Pero no imposible —le sonrió Dave.

Así se fueron conversando animadamente hasta llegar a Saint Flees dónde estaba el departamento que había arrendado Dave para sus experimentos científicos.

—Aqui es adelante pasa, pasa —lo invitó Dave mientras abría la puerta y prendía la luz.

El laboratorio era un cuartucho no muy grande que Dave había habilitado en un departamento; en el suelo habían pedazos de metal, cables completos y algunos pelados, por el costado, frente a la cocina había un mesón largo con computadores viejos y desarmados, al parecer usaba esos elementos para construir otras cosas y habían además, objetos de diferentes tamaños, al parecer, de avanzada tecnología creados por él mismo, además de dos computadores que al parecer, Dave usaba para hacer sus cálculos científicos y buscar información. Y al costado se veían dos piezas, una era el baño y otra el cuarto dónde dormía Dave.

—Ahora dicen por qué los científicos son locos —susurro Mark

—Bien deja arreglar el proyector de flujos, cargamos la bateria y estaremos listos para viajar —explicó Dave mientras desatornillaba una caja con muchos cables dentro.

Después de diez minutos juntando cables y atornillando fierros Dave sacó la voz con una sonrisa en su cara

—¡¡¡Voalá!!! Estamos listos para viajar —exclamó entusiasmado Dave, mostradole una pequeña caja ploma que no media más de 50cms con una corrida de luces color rojo que parpadeaban, se prendían y apagaban y en el centro un botón de color verde que se podía notar claramente pues sobresalía en esta caja pequeña.

—Hey espera, espera ¿Cómo se supone que vamos a viajar en el tiempo con ese aparato tan pequeño? —preguntó burlesco Mark

De repente Dave apretó el botón verde y un sonido empezó a emerger, las luces rojas empezaron a moverse más rápido y una luz apareció a través de todo el cuarto.

—¿Que se supone que es eso? —preguntó perplejo Mark

—Esto mi amigo, es un portal del tiempo, o también conocido cómo agujero de gusano, si atravesamos este portal podremos ir donde queramos —le explicó Dave

—¡¡¡Increible!! —solo atinó a decir Mark mientras miraba cómo las luces bailaban y se mezclaban dentro de este gran portal.

—Toma, si algo sale mal este pequeño creador de portales de repuesto te traerá de vuelta al 2016 —explicó mientras le pasaba una caja muy parecida a la que uso para crear el portal Dave —Sólo le aprietas ese botón verde y te proyectara el portal para que puedas regresar —agrego.

—Bien, bien —Sólo atinó a decir Mark

—Cuidalo bien y no lo vayas a perder —le aconsejó

—Claro, claro, si comprendí —respondió aturdido Mark.

—Ahora ¡¡¡Preparate para el viaje de tu vida!!! —lo animó Dave

Así Mark, inseguro si era buena idea esto de pasar ese "portal", junto con Dave, saltan a traves de la luz que destellaba en todo el cuarto, esta luz los absorbe y los hace girar y girar hasta que por fin caen en un lugar desconocido.

Mark empezó a mirar a su alrededor, ya era de noche, la luna llena alumbraba con fuerza. Al levantase del suelo pudieron percartarse que, a unos cinco kilómetros de ahí, se encontraba un gran castillo con un puente y alumbrado con antorchas, y cerca de dónde estaban ellos, habia una especie de aldea con no más de diez casas construidas con adobe y piedra.

—¿Dónde estamos Dave? —preguntó inquieto Mark

—No lo se, pero creo que ya lo vamos a averiguar —respondió aturdido Dave

Mark se miró la ropa que llevaba puesta y se dio cuenta que andaba con una túnica de color gris y marrón, con una capucha roja y botas cafe.

—¿Por que vestimos con éstas ropas? —se miró preocupado Mark.

—Debe ser la ropa de la época, el temporizador nos la dió para no levantar sospechas —contestó Dave que llevaba puesta una túnica de color rojo con marrón y unas botas oscuras con puntas.

De pronto una multitud de diez personas aparece con palos y antorchas con una actitud desconfiada y amenazante.

—Menos mal que no levantamos sospechas —susurró Mark serio

—¿Quienes son y que buscan? —preguntó uno de ellos

—Somos forasteros, pero venimos en son de paz —le respondió Dave

—A ustedes los mandaron los Moros ¿verdad? !!Confiesen o le arrancaremos la cabeza!! —amenazó otro.

—Por el castillo y la ropa que vestimos, al parecer estamos en la epoca feudal y ellos creen que somos enemigos —le explicó Dave a Mark en voz baja.

—Vaya augurio de lo que se viene... —suspiró Mark.

—Que tanto hablan entre ustedes —perdió la paciencia uno que parecía ser el más experimentado de todos, que lideraba él grupo —Arrestenlos y llevenlo a la prisión; allá lo torturaremos hasta que hablen —ordenó a otros dos que estaban a su lado

—Les daremos una buena lección a esos Moros por enviarnos espías —se rió otro

—Dave sácanos de aquí rápido —le rogó Mark.

—No puedo, estos tipos me ataron las manos, no puedo sacar el portal del tiempo...

De pronto ambos caen al suelo por el golpe brutal que reciben en la espalda por uno de los hombres del tumulto.













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Viaje al pasado (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora