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Camino por el pasillo de la escuela y llego a mi locker, siento que varias personas se ponen a mi alrededor, mis amigos me miran curiosos y expectantes por saber qué fue de mi fin de semana con David.
-Así que...ya no eres...- dice Maddie sonriente
-Maddie! No hicimos eso, solo para ser clara, apenas tenemos poco tiempo de estar saliendo, no voy a entregarme así de la nada. Sí pasa, quiero que sea especial y cuando yo esté lista.- digo guardando los libros en el casillero
-Tu mamá llamó dos veces preguntando por ti, le dije las dos veces que estabas durmiendo, gracias a Dios que llamó en la noche- dice Roger
-Fue porque yo se lo dije, entro en pánico y casi le dice a tu madre que no estabas- dice Ryder rodando los ojos- Por primera vez, en los años de ser gemelos, no fui yo el que estuvo a punto de cagarla.
-Imbécil- Roger pone los ojos en blanco. En eso suena la campana para las primeras clases. El grupo se separa y cada quien va a su clase. Después de una larga hora de matemática nos toca literatura. Sonrío esperando ver la cara de David.
-Buenos días, clase- dice David entrando a la clase.- Cómo estuvo su fin de semana?
Todos le contestan con un "Bien". David me mira y forma una hermosa sonrisa.
-Bueno, qué tal si seguimos con el tema de poesía, qué tal si me recitan la poesía que les mandé de tarea? Quién va primero?
Levanto la mano y David vuelve a sonreír. Me levanto y me paro en frente de todos
-Se llama "Beber una Coca contigo", de Frank O'Hara- digo abriendo mi libro de notas y empezando a leer- Beber una Coca contigo es todavía más divertido que ir a San Sebastián, Irán, Hendaye, Biarritz, Bayonne
o tener náuseas en la Travesera de Gracia en Barcelona
en parte a causa de que con tu camisa naranja eres como un mejor y más alegre San Sebastián
en parte a causa de mi amor por ti, en parte a causa de tu amor por el yogur
en parte a causa de los tulipanes de naranja fluorescente alrededor de los abedules
en parte a causa del misterio que adquieren nuestras sonrisas ante la gente y las estatuas
cuando estoy contigo es difí­cil creer que pueda existir algo tan inmóvil
tan solemne tan desagradablemente definitivo como una estatua mientras que justo frente a ella
bajo la cálida luz de Nueva York de las 4 en punto deambulamos
por aquí­ y allá
entre uno y otro como un árbol que respira a través de sus lentes
y en la exposición de retratos parece no haber absolutamente ningún rostro, solo pintura
de pronto te preguntas por qué demonios alguien los hizo
te miro
a ti y preferiría mirarte a ti que a todos los retratos del mundo
tal vez con la excepción del Jinete polaco de vez en cuando y que de todos modos está en el Frick
al que todaví­a no fuiste gracias a Dios así­ que podremos ir juntos por primera vez
y el hecho de que te mueves de una manera tan hermosa más o menos resuelve el Futurismo
igual que estando en casa nunca pienso en el Desnudo bajando una escalera o
estando en un ensayo en ese dibujo de Leonardo o Miguel Ángel que solí­a maravillarme
y de qué les sirven a los Impresionistas todas las investigaciones sobre ellos
Todos mis compañeros me aplauden cuando he terminado.
-Muchas gracias señorita Jones, por compartirnos su bello e inspirador poema.- dice David aplaudiendo como los demás, me siento de nuevo en mi lugar- Alguien más quiere compartir su tarea?
En eso suena el timbre dando señal de que la lección terminó. Me levanto junto a mis amigos y camino a la puerta pero me detengo en la puerta y le doy paso a mis otros compañeros para que pasen, finalmente se van todos. Cierro la puerta con seguro y dejo mi bolso en el suelo y camino hasta David y coloco mis manos en su nuca para besarlo. Coloca sus manos en mi cintura y me sigue el beso
-Cómo dormiste, hermosa?- susurra sobre mis labios
-Muy bien, aunque deseando que fuera hoy.
-Yo también
En eso alguien toca la puerta y nos miramos preocupados. Decido esconderme bajo el escritorio de David. Mi novio abre la puerta rápidamente
-David, hola- oigo decir a mi madre.- Por qué... por qué cerraste con seguro?
-Necesitaba revisar unos trabajos y usualmente los estudiantes pasan por mi clase haciendo ruido
-Oh, bueno. Solo quería agradecerte por la ayuda que le diste a Meredith con la situación de Liam, sé que a su edad no es muy fácil lidiar con sus problemas familiares, mucho menos si hay alguien que pasa recordándotelo a diario.
-Es un placer, Sra. Jones. Además, es mi deber como profesor velar por el bienestar de mis estudiantes. Usted cómo está? Desde lo que pasó...
-Bien, dentro de lo que se puede estar, en unos meses el divorcio estará listo y ya no tendré nada que ver con Dennis.
-Lo siento mucho, señora, si en algo le puedo ayudar...
-No te preocupes, estaré bien, no es el fin del mundo- dice mi madre haciéndose la fuerte, siempre que algo le afecta lo hace, porque no quiere derrumbarse.- Bueno, iré a comer, tengo mucha hambre, no quieres venir?
-Quisiera pero tengo que ocuparme de estos trabajos pronto para entregarlos pasado mañana.
-De acuerdo- oigo que mi madre camina hacia la puerta pero se detiene.- Ese es...el bolso de Meredith?
Demonios, sabía que olvidaba algo
-Seguro lo dejó olvidado
-Se lo llevaré a su mesa. O voy a llamarla para que venga por él- me jodí
-Em...creo que es mejor que ella venga por él, seguro se dará cuenta de que le hace falta, además yo tengo que hablar con ella.
-Bien..., adiós- dice para luego irse. Cuando oigo que se cierra la puerta salgo de mi escondite suspirando aliviada
-Eso estuvo tremendamente cerca.- digo- Creo que debería irme para no meter más la pata
-De acuerdo, te amo- dice David. antes de irme coloca sus manos en mi nuca y me deposita un beso lento y deseoso en los labios.
-También te amo, profesor Nolan
Recojo mi bolso y salgo de la clase, miro a David antes de salir y este me guiña un ojo.

Forbitten Passionate LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora