Capítulo 4

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»Vendrás Conmigo« me había dicho James
Ellos sabían lo que hacían, así que preferí no protestar. Él se subió a su motocicleta y me incitó a que lo imitara. Me coloqué detrás de el, pero no la encendió.
-¿Piensas sujetarse o prefieres caer?- dijo mientras levantaba un poco su chaqueta -Lo lamento, pero es molesto que se sujeten por encima de la chaqueta-
Pasé mis manos por los costados de Su cuerpo y Las entrelacé en frente. Luego, por fin, arrancó el motor y nos adentramos en la oscura noche.
Durante el trayecto cerré mis ojos, ya que ver pasar todo el pueblo en una velocidad muy por encima del límite, me mareaba.

Habíamos estado como mínimo 30 minutos en la carretera hasta que, por fin, oí el motor detenerse.
-¿Piensas bajar o nos quedamos así toda la noche?-
Abrí lentamente mis ojos y pestañeé unas cuantas veces hasta que mis vista se acopló a la poca luz que había en el sitio.
Estábamos en las afueras del pueblo, en una parte del bosque. Había una especie de bodega, pero luego, todo lo demás, era vegetación.
Luego de unos minutos llegaron los 2 coches con los hermanos de James dentro.
-No creo que sea seguro estar tan cerca del pueblo- dijo Ethan cuando todos bajaron.
¿Cerca? ¿Dijo que estamos cerca? ¿A dónde quieren ir? ¿Alaska?
-Lo mejor será que vayamos a casa- continuó Su gemelo.
-Si, me parece bien-
Todos volvieron a sus respectivos vehículos y James se volteó hacia mí.
-Sube- dijo mientras lo hacía él.
Una vez acomodada, cerré mis ojos y salimos a la carretera otra vez.

-Ehh...- dijo
Abrí mis ojos y lo primero que vi fue la hermosa casa, o mejor dicho, mansión de la familia Cavanaugh. Los autos de sus hermanos ya estaban junto al de sus padres. Al parecer estaba toda la familia.
-Vamos- dijo y colocó su mano en la parte baja de mi espalda. Un cosquilleo me recorrió en toda la zona.
Fuimos juntos hacia la entrada, mantuvo su mano en mi cuerpo todo el trayecto, sólo la quitó cuando iba a abrir la puerta. Pero alguien se le adelantó.
Adalia se abalanzó sobre su hijo y se fundieron en un abrazo. Cuando ella se alejó comenzó a verlo por todos lados asegurándose que esté bien.
No fue eso lo que me sorprendió, lo Que sí lo hizo fue que ella hiciera lo mismo conmigo.

-Qué bueno que estén bien, los demás están arriba.-

-Muchas gracias Adalia-

-Oh, cariño, dime Ada- James entró y yo lo imité.

-Primero vamos a mi habitación- dijo y nos dirigimos allí. Apenas entramos él se dirigió a una cómoda tomó ropa y se adentró a lo que supongo que es el baño.

Estuve unos minutos observando su cuarto y luego me senté a los pies de la hermosa cama en la que estuve acostada unas horas antes. Sí, me habían dejado en su habitación hoy en la tarde.

Todo estaba igual que antes, pero lo que me llamó la atención fue un estante lleno de libretas de dibujo, eran más de los que podía contar. Tal vez hoy la pasé por alto. También había unos 4 o 5 apilados sobre el escritorio debajo del estante y uno abierto. La curiosidad me ganó y me acerqué.

En el papel había una chica de frente, su rostro no se alcanza a ver ya que su cabello, al parecer desordenado por el viento, lo cubre. Llevaba puesto lo que parece un fino vestido blanco, largo por detrás y más corto en la parte delantera. En sus brazos, piernas y hombros se veían algo parecido a cortes con formas extrañas.

Detrás de ella había un chico de espaldas, tan solo llevaba un pantalón. En su espalda y brazos se veían los mismos símbolos raros que tiene la chica.

Iba a cambiar la página para seguir viendo cuando el ruido de una puerta interrumpe mi acción.

-¿Qué haces?- preguntó James detrás de mí. Me giré para verle. Vestía una camiseta gris que adhería perfectamente a su cuerpo y un pantalón, de su cabello húmedo caían gotas que resbalaban por sus facciones.

-No toqué nada, lo juro. Solo veía el dibujo- expliqué rápido –Me gusta como dibujas-

-Gracias- respondió y pude ver un amago de sonrisa en su cara.

-¿Todos los cuadernos están llenos de dibujos hechos por ti-

-Si- respondió mientras admiraba la colección de libretas.

-Como mínimo debe haber 20-

-29, para ser exactos- dijo mientras caminaba a la salida –Vamos- me dijo desde la puerta y lo seguí. Esta noche me la pasé siguiéndolo.

Caminamos en silencio del extremo de un pasillo a otro, hasta que nos detuvimos en una puerta blanca. De ella se escuchaban gritos como ¡TE GANÉ! ¡NOOOOOO! Y un estruendoso ¡DEJEN DE GRITAR IDIOTAS!

-Mis hermanos pueden llegar a ser... un tanto salvajes cuando estamos en nuestra casa-

-Está bien- dije entre risas

James abrió la puerta y todos se callaron de golpe, voltearon y todas sus miradas recayeron en nosotros. Unos segundos después Theo se sube a una mesa ratona frente a Duncan y grita:

-¡TU TAMBIEN ESTAS GRITANDO!-

-Desde ya pido disculpas por sus comportamientos- me dijo James

Los gemelos jugaban a Play, Duncan leía un tanto apartado de sus hermanos. Había tres personas jugando Billar. Adam, Theo y... ¿Aiden?

-¿Cuándo llegó?-pregunté

-Vive aquí, sus padres murieron-

-Oh-

-James, que gusto verte querido amigo- dijo el pelinegro y abrazó al, anteriormente, nombrado –Ahora ayúdame. Adam y Theo me están dando una paliza- explicó y lo arrastró al centro de la sala.

-¿Quiges Gugag?- me dijo Jake con la boca llena.

-Lo siento pero ¿Qué?-

-Te traduzco, ¿Quieres Jugar?- explicó su gemelo

-Oh, no gracias-

-Oh, bueno, está bien-

La habitación donde nos encontrábamos era muy espaciosa. Había un gran sofá blanco y dos negros más pequeños a su lado, en el medio la mesa ratona donde, antes se había subido Theo, y ahora Duncan descansaba sus pies. Un gran televisor, varias consolas con sus respectivos juegos, una mesa de billar y montones de estanterías con libros. Me acerqué a una de ellas para tomar alguno, pero todos estaban en idiomas raros. Aún así hubo uno que llamó mi atención. Este tenía, en el lomo, dibujos similares a los que tenían los chicos del dibujo de James.

Lo saqué de su lugar y lo abrí. Rápidamente unas manos lo cerraron y se adueñaron de él.

-Jamás toques estos libros- dijo Aiden serio, y devolvía el libro a su lugar

-¿Quién quiere hacer un "Torneo" de billar?- ofreció Ethan.

-Nos dividiremos en equipos y el que pierda tendrá que cumplir el reto que el equipo ganador le diga- continuó Jake

-Yo no juego dijo Theo mientras caminaba, sacaba un libro y se acomodaba junto a su hermano

-Está bien, ni Theo ni Duncan juegan, así que somos 5-

-Excepto que Emily quiera ser el sexto miembro- sugirió Aiden

-¿Juegas?- preguntaron a coro

-Claro

-Entonces los equipos son Aiden, James y su bello servidor, y luego están los gemelos y Emily- dijo Adam -¿Están de acuerdo?- Luego hicimos un sorteo para armar las parejas.

Al final quedaron Adam contra Jake, Aiden contra Ethan y James contra mí.

-Jugamos al mejor de 3-

En la primera ronda ganó Adam y en la segunda Ethan. James y yo definiríamos quien ganaba.

-Oh, lo lamento, desde ya te digo- me habló Aiden mientras me palmeaba la espalda.

Después comenzamos a jugar y...

-¡WOW!-

#1 CastVille: Attraction ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora