●Mi Vida Arruinada●

25 2 0
                                    

Aquí vamos, a empezar una vida nueva, sin preocupaciones, relajada con mi abuelo en una casita preciosa en los suburbanos de Canadá, Quebec.
Era una preciosa tarde, recién llegados de Puerto Rico.

—Cielo, ayudame con estas cajas por favor que ya no puedo con este dolor de espalda—me decia mientras bajaba la caja y despues se agarraba la cintura— Ayayay. Ya no doy mas, esto me hace ver mas viejo de lo normal.

—Tranquilo abuelo, yo me encargo de bajar las cajas que restan y de entrarlas, tú ve a desempacarlas.

—Esa es mi nieta.—Dijo dandome una sonrisa de agradecimiento.

Reí y seguí bajando las cajas del camión. Bueno, aquí vamos otra vez, comenzamos de nuevo, queremos dejar el pasado atras. Se preguntaran porqué vivo con mi abu como le digo yo. Mis padres se fueron de vacaciones hace un año, para revivir su luna de miel en el caribe y nunca mas volvieron, nosotros asumimos que murieron pero nunca encontraron sus restos ni el avión.

Luego esta la abuela, ay abuela como te extraño, era un amor de persona. Siempre volvias conn el estomago y el corazon lleno cuando ibas a visitarla. Murió hace una semana de un ataque al corazon. El esta destruido pero simula que todo esta bien pero se le nota en la cara que la esta pasando mal. Y no le quiero decir nada porque no quiero tocar la herida y me parte el alma verlo llorar.

Terminando de bajar la ultima caja me detuve a ver un auto negro que estaba en frente de nuestro nuevo hogar, estaba ahí antes de que llegáramos y me parece raro porque en frente no hay otra casa o tiendas como para estacionar. No le di importancia y comencé entrar las cajas. Cuando terminé vi que abu había desempacado las decoraciones de la sala, esta era de color coral con cortinas del techo al suelo, las favoritas de la abuela, color crema. En esta había un sillón que hacia juego con las cortinas, una chimenea apiedrada, una biblioteca que ocupa mitad de pared hasta el techo y una mesita de café. No hay televisión lo sé pero mi abuelo dice "¿Televisión? No no no no, son del diablo esas cosas."

—Haré la cena Lea, comeremos lasaña, tu de mientras desempaca tu habitación, haber si con el tiempo la vuelves tu estilo.—Me dice saliendo de la sala directo para la cocina

—¡Señor si, señor!

Estaba cansada pero nunca lo contradecia, todo me lo tomaba con humor aunque no tenga energias. Camine por el pasillo que daba a las habitaciones y al baño, entre a mi habitacion de puerta perlada, era pequeña pero me encantaba, era mi espacio personal, desempaque mis cosas, no era mucho como crei, puse mis cortinas de ponis, mi lampara de mesita de luz azul, unas pocas ropas en el placard, y una foto de mis padres. Como los extrañaba, hace un año ya de no los veo, mi madre era castaña ojos azules con algunon puntitos amarillos y mi padre rubio ojos azules. Tengo el pelo de mi madre y también sus ojos pero la piel de mi padre, como la nieve.

—¡A comer doña pony!

Salgo de mi habitación rumbo a la cocina pasando por el pasillo y la sala,  la cocina todavía no estaba totalmente con todas sus cosas pero tenia las básicas en donde uno podía cocinar.
Me siento en la mesa comodamente y empezamos a comer, lasaña, mi preferida. El la hacia especial, no tan especial como la abuela pero tenia casi ese gusto exquisito como la de ella.

—¿Cómo vas con el asunto de que mañana empiezas tus clases?— Dijo limpiandose la boca con una servilleta de tela.

—Bien, un poco nerviosa, hacer nuevos amigos es estresante, espero que se me de bien.

—Se te va a dar bien Lea, quien mejor que una chica con tu simpatía y tu soltura para hablar. Eres igual que tu madre cuando se le suelta la lengua.—Larga una carcajada.

Prisionera, Subastada ¿Salvada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora