Oye, fea | Harry Styles |NO EDITADA. SOLO HASTA EL CAPÍTULO 19|

Adelanto: ¿Es algo real?

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Mi cabeza daba vueltas. ¡Uf, cuantas eran! Realmente se me hacía imposible estabilizarme o pensar...,cuerdamente.

Cuando vi mi reloj ya daban las 20.15, y me sentí aún más agobiada. Divisé a Ed a lo lejos, muy a lo lejos, y es que claramente veía más mal que mi difunta abuela Clara, aún cuando tenía lentes. Miré mis manos completamente frías y blancas, hasta me dolían los huesos de mis dedos. Sentí que flotaba, o que volaba, ¡que torpe! Negué con mi cabeza, ¿cuándo sería el día en que me aburriera de caer y golpear mi cabeza?  Una sonrisa estúpida se escapó de mí, y lo supe porque escuché a Ed reír.

- ¿Y es que tú no te aburres de darme problemas, jovencita? ¿Es que te da risa? - lo miré mejor, y acomodó un mechón de pelo detrás de mi oreja. Observé a mi alrededor y aún estabamos en el hospital. 

- Desearía poder encontrarle una respuesta a tu pregunta - musité y volvió a sonreir.

- No mencionaste que tenías anemia. Qué irresponsable eres.

- ¿Ah? - susurré la vista se me nublaba de nuevo, decir que veía pajaritos dando vueltas era quedarse corto.

- Ven - me afirmó de los brazos y me puso de pie, me tambaleé pero me estabilicé . - Estás más jodida que yo, Querubín, y es que desde que tengo memoria que he tenido una lluvia de problemas y desastres personales.

- ¿Jodida? ¿Has dicho jodida? Tener una cara de estúpida, o de niña buena no me hace quedar fuera de esta maldita vida, Ed. Y es que sólo conoces los acontecimientos que nos han juntado, no conoces más allá de éstos meses, horribles meses. ¡Jodida es un excelente diminutivo! 

Me miró y acarició mi mejilla, como si supiera toda mi desagradable infancia. Me sujetó de los hombros, dándome aliento:

- Desde ahora, todo será mejor. Te lo prometo. Y ten en cuenta que soy un hombre de palabra - Sus palabras me abrazaron y me sentí reconfortada. Sentí que todo estaba bien hasta que con un ágil movimiento me sostuvo en sus brazos. ¡Yo no quería! Me moría de verguenza, pero una parte de mí lo anhelaba y lo agradecí. Me afirmé a su cuello y tuve mi momento de paz, estaba demasiado agotada.

Desde éste Miércoles, Ed y sus infinitos secretos vuelven a tí.