Capítulo 2

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— ¿Vas a dejar que Mori te maneje a su antojo? — recargado en la puerta estaba un hombre de cabellos anaranjados, veía la escena de Akutagawa afligido mirando a su hija tratando de tomar la decisión correcta —

— El dijo que la niña debía morir, y que yo tenía que matarla.... — acariciaba los mechones de la infante, le dolió ver a su pareja en ese estado, si el asesinaba a su hija seguramente Atsushi perdería la razón —

— ¿Vas a hacerlo?, Atsushi terminará por odiarte la única persona que ha estado a tu lado, te comprendió y tuvo bastante paciencia para que TU lo aceptarás ¿le harás pasar ese maldito trajo tan amargo?, sólo por una orden de nuestro jefe.... —

— Mori dijo que esta niña solo traería algo peor, incluso el supo mucho antes de que naciera que nacería con esos cuernos.... — si tan sólo la niña hubiera nacido sin esos cuernos, si tan sólo ella era hubiera sido normal, nada de esto hubiera pasado — Ella no es una niña ordinaria —

— ¿¡Y QUE MIERDA SI NO LO ES!? — grito hastiado el mayor ante la actitud tan deplorable de su compañero — ¡NADIE DE NOSOTROS LO ES!, yo controló la gravedad y a veces pierdo el control, Atsushi puede adaptarse a ser un tigre, tu tienes esa maldita bestia negra, que esta niña tenga algo similar no la hace diferente o "anormal" —

— ¡No lo entiendes! — claro que sabía que con la mayoría de los que convivía tenían esos poderes "sobre naturales", y por consecuencia era mas fuerte que la gente normal, pero lo que Mori le había dicho de su hija lo había dejado sin habla — Mori dijo que esta niña, en cuanto tenga uso de razón, empezará a asesinar a gente no importa si estos jamas le hicieron daño, la razón por la que nació fue esa.... —

— ¿Que tal si todo eso no es mas que bazofia?, ese maldito teme a que lo asesinen y por consecuencia perder el cargo de Jefe de la Port Mafia, tal vez el teme que tu hija en un futuro sea mejor que el —

— No puedo arriesgar a Atsushi, si lo que dice es verdad no debo arriesgarme — sin mas salio de los cuneros, dejando a un Chuuya irritado y molesto —

— Estúpido Akutagawa.... Yo también tuve que dejar atrás a personas importantes....— se acercó al cunero y decidió hacer algo que tal vez lo llevaría a ser perseguido por traición a la Port Mafia, saco a la infante del cunero, saliendo del hospital el no dejaría que el albino sufriera lo mismo que el, era un dolor que jamás se lo desearía a nadie — No te preocupes Shiro haré que estés con tu madre, pero debo esconderte por ahora —


Hace un tiempo atrás

— Buenas tardes, ¿puedo tomar su orden? — con una sonrisa angelical se acercó aquel joven albino a la mesa donde estaba sentando, un joven de cabellos negros un aura un tanto fría a su alrededor es lo que se sentía —

— Un café negro y una rebanada de pastel de fresa... — musitó sin ánimos, al mismo tiempo que cubría su rostro con el dorso de su mano —

— ¡Enseguida! — animado se retiro el albino, sin duda el azabache ya tenia un tiempo viniendo al café, siempre pedía lo mismo y se sentaba en la misma mesa de siempre, sabía como era que le gustaba su café, —

— Ne Atsushi ~ ese joven siempre que viene pide que tu lo atiendas ¿no sera que quiere salir contigo? — aquello lo había dicho su compañera Naomi, trabaja medio tiempo, mientras su hermano se encargaba de la cocina —

— ¡Que cosas dices! — se sonrojo hasta los oídos, desviando la mirada mientras procesaba lo que decía — Solo le gusta la comida de aquí no es para tanto.... —

— ¡Mooo Atsushi, siempre tan tímido! Eso les gusta mas a las personas ~ —

— Si que eres demasiado fetichista en eso —

— Vamos ya esta la orden, lleva la ya a tu admirador secreto y dile que ya te pase su número o E-mail ~ — le entregó la bandeja empujando al chico —

— Aquí esta su orden, espero lo disfrute provecho — dejo la taza a un lado y el platillo del pastel en frente de el —

— Espera — por fin decidió hablar el azabache, tenían meses yendo a ese establecimiento, con ver al albino le reconfortaba de alguna forma —

— ¿Sucede algo? — parpadeo los ojos confundido, las veces que hablaba el hombre sólo era para ordenar, ni siquiera un gracias daba cuando la orden se le entregaba, por lo que no entendía el propósito por el que le hablara ahora —

— Bueno, he estado viniendo aquí durante mucho tiempo pero jamas te he preguntado tu nombre, ¿puedo saberlo? —

— Por supuesto — sentía que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento, por fin aquel hombre le había hecho una pregunta — Atsushi Nakajami un gusto.... Emm.... ¿Akutagawa? —

— Así es, ¿como lo sabes? — no recordaba haber dicho su nombre, era la primera vez que se hablaba así en realidad —

— ¡No piense mal! Solo que, creo haberlo visto en otro sitio.... — poso una mano en su barbilla tratando de recordar pero nada —

— Ya veo.... — tomo su café sorbiendo un poco — Aun esta muy caliente...—

— Bueno, con su permiso — sólo hizo una ligera reverencia, retirándose del lugar —

Esa fue la primera vez que el corazón de Atsushi sintió algo así, y fue la primera vez que Akutagawa se atrevía a conversar algo mas

Corazón Blanco Aku/AtsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora