3- Utsman y los generales

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Nadie decía palabra, pero tres de ellos concordaban que el que debía hablar era el que menos abría la boca. La noche estaba fría, pero sabiendo que estaban escondidos no encendieron ninguna fogata.

—HanMing, ya habla —Gruño Lu con desespero—. Ya sabemos que se llevaron las armas, y hay guardias peleándose unos a otros. Se llevaron chicos del coliseo al azar.

—Estan buscando a todo el que sean como una amenaza... Lo llamaron... Posible desorden contra el reino, algo de eso. Un nombre muy largo -Le costó explicar, de todas maneras no había sido informado directamente.- Los sabios, luchadores, hechicero, criaturas de la selva... Los que tienen linaje largo. Los reconocen por lo del cabello gris, o las marcas en torso. No se sabe que les harán.

—Entonces ustedes dos tienen suerte de tenernos, fenómenos. Seguro estarían muertos con ese cabello de anciano que les está saliendo.

—Lo único digno de la palabra fenómeno es tu actitud, asquerosa e ignorante de que es apenas soportable.

Copper no pudo evitar reír un poco por como Vanna siempre parecía estar lista para defenderse de Lucas. Este solo le dió una mala mirada a la chica y volvió a concentrar su atención en Han.

—¿Y esto es solo por que si? ¿Se volvieron locos de la noche a la mañana?

—Mataron al rey, y a sus aliados. Tomaron el trono a la fuerza.

Se quedaron callados asimilando y tratando de llenar las lagunas en la historia bastante corta que les había dado. Sabían que nos les hablaría mucho, pero fue suficiente.

—Pero es injusto, ¿Por qué huimos nosotros? No quiero atentar contra nadie ¡Es más! ¿Atentar contra quién? ¿Quien mató al rey?

—Es claro, Copper -Vanna fue quien respondió.- El coronel Utsman. Más de la mitad de sus seguidores son oficiales y guardias, y eso fue lo que ví hoy. Capas azules peleándose entre si. Los que robaron a tu padre tenían el uniforme, el dijo. Y Utsman siempre habló de no rendirse aun estando exiliado.

-¿Es cierto? -Pregunto Lucas queriendo confirmar.- ¿Tu y tu padre están detrás de esto? ¿Por qué estás con nosotros si es así?

Vanna observó atentamente al muchacho, se veía tranquilo y serio como desde el primer momento. En ese momento agradecío haber hecho caso a su instinto de no llevar al chico a encontrarse con su familia, había estado esperando el momento de por fin separarse de él para poderlos buscar.

—¿Crees que me encargaron matarlos? Lo habría hecho facil desde hace mucho -Las palabras sueltas con tanta facilidad eran un poco difícil de creer que vinieran de solo un joven de rostro adormilado.- Tu mismo lo has llamado saltamontes, mis asuntos con mi padre no tienen que ver ni con la corona, ni con Utsman o lo que sean ustedes. Solo hago mi obra caritativa del año, hago méritos para los dioses.

Los tres lo vieron levantar un poco las palmas al cielo. No tenían idea que religión siguiera Ming, pero seguro no era una que conocieran.

—Yo creo que a usted le gusta Vanna -Solto Copper con ese tono inocente que logró romper el ambiente.- ¡Y que ustedes dos se traen algo! Lu, yo lo ví entregarle unos documentos!

-¿Y a ti que si le gusta? ¿A ti que nuestros asuntos? Sientate y no grites, vas a hacer que nos descubran.

—¡Para tratarme así no me fuese mandado a buscar! -Protestó en susurro al tomar asiento.

-A mi nadie me va a robar el derecho de ser yo el que te mate algún día.

-¡Cómo si tú tuvieses oportunidad contra mi! -Realmente se ofendió.- Te corto el cuello en un ¡Zas!

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