Y ahí estaba yo, saliendo de la entrevista de trabajo, victorioso y dichoso por haber conseguido el puesto que quería. Mi júbilo era tal que sin querer me tropeze en las escaleras de la salida del edificio donde sería mi nuevo empleo, pero me levante como si nada hubiera pasado y seguí andante con una sonrisa imborrable en mi rostro.
Dicha entrevista había sido una olla de nervios para mi, pero logre contenerme para demostrar mis capacidades, habilidades, mi competitividad para el puesto y mi entusiasmo. Después de analizarme en todos los sentidos, la psicóloga me hizo saber que estaba más que capacitado para el empleo y yo era justo lo que estaban buscando. Intente no dar una celebración estrepitosa y conserve la seriedad en todo momento. Le di las gracias a la psicóloga y me despedí cordialmente para salir y explotar de alegría.
Me dirigí a la banqueta y espere a que pasara un taxi y por suerte pasó uno casi de inmediato. Me subí y le dí las direcciones al chofer un poco ajetreado todavía. Después de recuperar un poco el sentido de la realidad por la emoción, llame a mi esposa para hacerle saber la nueva noticia, pero después de un rato el celular terminó por mandarme al buzón de voz. Preferí no dejarle mensaje ya que quería escuchar su reacción.
Mi esposa, de nombre Celia Suárez, era una mujer bella en todos los sentidos de la palabra, mayor que yo por dos escazos meses. Es uno de esos casos especiales de amor eterno, ya que la conocí durante mi adolescencia y con el tiempo fuimos construyendo una relación hasta llegar al punto de tener un gran sentimiento mutuo que nos unifico hasta el altar. Ella me apoyó moral y economicamente en todo momento para conseguir este nuevo empleo, por eso mismo, quise que fuera la primera en enterarse de la buena nueva.
Por primera vez en mi vida sentía esta sensación tan gratificante de haber conseguido un sueño que tenía previsto desde la niñez. Todos esos años de estudio y esfuerzo arduo por fin comenzaban a dar frutos. Ahora más que nunca sabía que mi vida estaba destinada a triunfar, ahora sabía que todo lo que pudiera proponerme lo podía alcanzar. Nada puede interponerse en mi camino hacia la felicidad ahora.
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Miradas al Subconsciente
Science FictionDespués de que Joel Mendoza sufriera un terrible accidente que lo deja en un coma indefinido, queda atrapado en una aventura creado por su propio subconsciente.