Hora 8.

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Hubo días enteros que la morada se encontraba solitaria.

Y por sorpresa en una tarde lluviosa, apareció de nuevo aquella bella dama con una sonrisa renovada.

Hermosa acariciaba el aire entre sus yemas.

Todoroki en mucho tiempo sintió ese calor, tan parecido a los tibios rayos mañaneros del sol luego de un helado amanecer.

Mas todo se hizo escarcha, cuando se percató de quién ella venía acompañada.

Las viejas sombras oscuras invadieron las paredes cuando aquel hombre de ojos escarlata pisó la entrada al poco instante.

¿Miedo? Pero si ella se veía como nunca antes, tan radiante.

Fue entonces que esta alma comprendió que el miedo nunca fue de la de ojos bellos en aquellos malos tiempos.

Fue siempre suyo.

Miedo de saber, que se repetiría la amarga historia.

Las estrellas me contaron.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora