Segundo 1

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Despertó, con el melodioso sonido de una voz que lo perturbó tanto como a la vez lo sorprendió.

A su lado, dos pulidas esmeraldas lo miraban con atención.

—¿Estas bien?

¿Era un sueño?

No.

El dolor de cabeza y en su espalda le advirtieron la realidad en la que ahora estaba.

Frente a él una muchacha de alegres rizos verdes y una sonrisa blanca le dibujaba el recuerdo lejano de una pesadilla a penas olvidada.

—Soy, Izuku, de la facultad. Quizá no me recuerdes. No pude dejarte aquí.

Ella sonrió.

La misma sonrisa que vio en alguna parte que no recordaba.

Una mariposa de alas color naranja fuego cruzó aleteando por su mirada.

Un deja vu que no comprendía. Pero que por alguna razón lo estremecía.

Si.

La historia que las estrellas le contaron también se desvaneció como las cenizas de su memoria.

—Debo irme, o mi novio se enojará conmigo.

De nuevo esa sonrisa...

Si.

Un nudo se hizo en su garganta, siguiendo la efímera sombra que de a poco entre el gentío se esfumaba.

Un dolor en su pecho ardió como el infierno que sintió vivir en carne propia.

"No vayas"

Pensó sus palabras queriendo alcanzarla.

"Por favor, vuelve..."

Sin embargo ella, tan ligera, hermosa y brillante, se hizo tan lejana para sus dedos, como lo eran las estrellas en el inmenso firmamento.

Las estrellas me contaron.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora