La imagen que encuentro no es para nada agradable. ¿Por qué ese imbécil está pintando mi maldito casillero?
- ¡¿Qué demonios crees que estás haciendo?!- Siento como el calor sube por mi cara.
-¿No crees que le faltaba un poco de vida?- ríe irónicamente mientras se aparta de el. Inmediatamente veo una frase en grandes letras amarillas "GRACIAS MATT, ERES EL MEJOR".
- ¿Qué clase de broma estúpida es esta?- resoplo entre dientes, tratando de no perder el control.
Y ahí va su sonrisa de satisfacción otra vez.
- Solo es un recordatorio, para cuando te tenga que llevar otra vez a casa.- da un paso hacia delante- así es como a mí, se me dan las gracias- Susurra a mi oído y se aleja antes de que pueda darle un golpe en la cara.
Puedo escuchar como rechinan mis dientes de la furia .
¡QUÉ CARAJOS! Lo voy a matar, sí, lo mataré... Pero antes de que puede salir corriendo a matarlo, escucho una voz que no me da nada de alegría.
-Señorita Waters- ¡Maldita sea! ¡Ahora no!- Con que dañando nuevamente propiedad estudiantil.- se nota la satisfacción del director en su voz.
El director Patrick y yo no teníamos la mejor relación que puedan imaginar, más bien, él, bueno, digamos que... me odia. No entiendo como no me ha echado ya de la escuela, aunque creo que no lo ha hecho ya que se nota que le daba cierto placer verme en detención cada dos días.
- ¿Qué? ¡No fui yo quien hizo esto!- refuto.
-¿Y por qué habría yo, de creerle?- frunce el ceño.
-¡Por qué no fui yo!. Mire, su nombre está escrito, fue Harris...-pero antes de seguir defendiéndome me interrumpe.
-Quiero que para antes de terminar clase este casillero esté totalmente limpio- Harris, vas a morir- Y pasará dos horas en detención.- Termina por decir.
-¿Qué?- respondo incrédula . Esto no puede ser verdad.
-Lo que escuchó, señorita Waters-. El director sigue su camino a lo largo del pasillo.
Genial. Último día antes de vacaciones de verano en detención todo por culpa de Harris.
Está bien, qué comience la guerra.
***
Durante la jornada no veo en ningún momento a Megan o Connor. Lo más probable es que todavía sigan con la cruda de anoche, o tal vez deben estar deseando que los trague la tierra en este preciso momento, si es que se acuerdan de lo que hicieron. Y si no, yo se los haré recordar. Tengo unas cuantas fotos en mi poder que van hacer que ellos hagan lo que yo quiero por un bueno rato.
Sin embargo, aun así los hubiera visto no tendría tiempo de platicar con ellos, ya que gracias al maldito de Harris; tengo que limpiar la porquería que él hizo. Y dando gracias al cielo que no me he topado con él, si no ya le habría partido su cara y eso me costaría más horas en detención. Y a decir verdad, no quería eso.
***
Termina mi día sin nada irrelevante, a parte de tener que haber limpiado el estúpido desastre de Harris y haber pasado dos malditas horas en detención.
Voy saliendo de la escuela, paso por el estacionamiento y me topo con una linda y grande motocicleta negra, que ya se podrán imaginar de quién es. ¿Con que, quiere mis gracias?. Las tendrá.
Me aseguró que no haya nadie quien pueda verme y saco mi navaja. Sí, tengo una. Toda chica debe tener una ¿no?. Es solo para cuando sea necesaria y este es el caso.
Así que, comienza mi agradecimiento. Pincho cada llanta y comienzo a escribir delicadamente la frase, "GRACIAS, MALDITO IMBÉCIL"en un lado de su motocicleta, valga decir que con una muy buena caligrafía. Harris no iba a querer que mi agradecimiento se viera feo en ella ¿cierto?.
Hecho. ¿Qué más agradecimiento querría él?. Está PERFECTO.
Luego de caminar desde la escula hasta casa, llego y me encuentro con Megan en la puerta.
-¿Qué no pensabas llegar?- habla Megan al instante de verme.
-¡Oh! ¡lo siento!. Estaba en la escuela donde, por cierto, tú debiste estar hoy. A parte Harris hizo que me tuvieran dos horas más en detención.- respondo con un resoplido.
-¿Qué?- responde Megan con cara de confusión- ¿Matt Harris?- Cierto, no le había contado nada sobre él, pero ¿cómo sabe ella de él?
-¿Espera lo conoces?- le respondo frunciendo el ceño.
-¿Tú lo conoces?- responde Megan con si fuera lo más sorprendente del mundo. ¿Me estoy perdiendo de algo acaso?
Pero nuestra conversación no llega muy lejos ya que llega a mi puerta un pequeño auto azul y su conductor no es lo que precisamente quería ver en este momento.
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NO SOY LO QUE CREES.
Teen FictionLa rebeldía y los problemas siempre han hecho parte de la vida de Sarah Waters, malas experiencias en la vida familiar y el amor la han vuelto inmune a todo sentimiento. Pero hay algo en la vida que siempre es inevitable: Enamorarse y es algo de lo...