¿Por qué tengo que estar en está jodida escuela? Ah, sí "porque tengo que ser alguien en la vida", según mi hermana. No es que quiera ser una fracasada, ni mucho menos, pero odio esto.
Mientras estoy aquí debatiendo en como saltarme la clase siguiente, tenemos que escuchar al maestro Perkins hablar sobre como la II Guerra Mundial ha influido en la actualidad. ¡Por favor que alguien me mate!
Solo hay algo emocionante en esto y es que... ¡SOLO FALTAN DOS DÍAS PARA VERANO! Y no saben lo muy agradecida que estoy por eso.
-¡Hey!- dice Megan dándome una patada y eso causa que me sobresalte.
-¿Qué?- le espeto, fulminándola con la mirada.
-¿Quieres ir a una fiesta?- dice ella susurrando- Habrá chicos- al instante se le iluminan sus ojos y me guiña uno.
Megan no ha podido atrapar un chico desde hace unos cuantos meses y está desesperada, más bien, creo que se está volviendo loca. Siempre hace que vayamos a restaurantes o fiestas para hablar con alguno, pero siempre la dejan a la primera cita. Puedo decirte que aveces es "un poco" obsesiva.
-Sabes que no voy por los chicos- le digo susurrando, ya que el maestro Perkins nos observa- Pero, vale. Voy- digo sonriendo.
¿Qué? Yo nunca me pierdo una fiesta.
-¿Y de quién es?- pregunto mirando al frente para aparentar que presto atención.
-¿Que importa? ¡Es una fiesta!- dice encogiéndose de hombros.
-Cierto- le digo. Seguido de eso suena la campana ¡GENIAL!, podré escaparme de una vez.
De inmediato salgo del salón pero alguien me detiene.
-Sarah- dice un voz masculina. Sé de quien es. Al instante volteo y veo a esa perfecta figura masculina de ojos verdes observándome y acabando de pronunciar mi nombre.
-¿Qué quieres, Bradley?- digo lo más amenazante que puedo. ¿Por qué después de tanto tiempo se dignaba a hablarme este idiota de mierda?
-¿Como estás?- dice con su seductora sonrisa, la cual funciona con todas las chicas, excepto yo. Ya no.
-¿Qué te importa?- le espeto y fulmino con la mirada. Estaba excelente, hasta que crucé palabra contigo.-digo irritada y exasperada.
Me volteo y sigo mi camino. Él se queda en su punto y se que llega Tiffany por su estruendosa y asquerosa voz de ardilla que tiene. Imposible no reconocer esa voz revienta tímpanos.
Ruedo lo ojos para mí misma y continuo mi camino por el pasillo.
¿Qué le pasa a ese tipo? Si no es para disculparse, que ni tenga la jodida dignidad de hablarme.
-Hola preciosa- me dice un voz igualmente masculina. Por supuesto supe que era Connor al instante.
-No me digas así- me volteo amenazante. Él solo suelta una carcajada, sabe que odio que me diga así.
-No te preocupes - dice pasando sus manos sobre mis hombros.
-Quítate- le digo empujándolo. Él se quita de encima y se ríe.
-Entonces... ¿están listos?- dice Megan caminando hacia nosotros y se nos une.
-¿Para que?- dice Connor frunciendo el ceño.
-La fiesta de hoy- dice Megan rodando los ojos con si fuera lo mas obvio.
-Ah, ¡por supuesto!- dice Connor emocionado.- Quién sabe, hasta podría coger con alguna chica- dice con egocentrismo y pasándose un mano por su sedoso cabello.
Aunque Connor sea mi amigo, no puedo negar que es muy atractivo, ojos verdes, cuerpo musculoso, cabello castaño. Un tipo el cual atrae cualquier chica.
-Eres un cerdo- decimos Megan y yo al unísono con asco.
-Además "¿podrías?" ¿Desde cuando en el vocabulario de Connor Evans está esa palabra?- digo yo con el mejor sarcasmo posible- Las chicas te llegan solas- digo levantando un ceja.
-Cierto- dice Connor chasqueando los dedos y guiñando el ojo.
- Como sea- interrumpe Megan- ¿Pasas por nosotras Connor?
-Claro que sí. Todo sea por mis bellas damas- Da una reverencia
-Callate- lanzo una sonrisa y pongo los ojos en blanco.-Ok, nos vemos luego. Adiós- les digo
-¿A dónde vas?- dice Megan examinándome.- No te saltarás alguna clase o ¿sí?- Yo solo le dirijo una sonrisa.- Sarah- dice Megan con tono amenazador.
Sé que no debería hacer eso mas, pero en serio detesto estar en esas estúpidas clases. Durante lo que va de este año he estado 15 veces en dirección, bueno creo que son esas o ¿son más? No lo sé, ya perdí la cuenta.
Las veces que estado siempre ha sido por diferentes cosas: intentar escapar de alguna clase, intentar copiar en algún examen, jugarle bromas a profesores y alumnos, peleas, incendiar algún depósito de basura. O sea, ¿Quién nunca ha incendiado un depósito?
-Nos vemos- le digo a Megan y a Connor que me observan con el ceño fruncido. Al instante comienzo a caminar lo más rápido que puedo por el pasillo.
-¡SARAH!- escucho a Megan gritar por detrás mío. Sé que ella quiere lo mejor para mí, pero no hace daño una que otra vez no estés en clase ¿no?
Cuando estoy fuera del alcance de los chicos, comienzo a caminar un poco mas lento y me dirijo hacía mi lugar preferido en la escuela. Casi nadie pasaba por ahí, así que podría estar tranquila.
Era una especie de escondite para mí, en el podías ver un paisaje verdaderamente hermoso, había un banca donde podías sentarte y pues amaba estar en ese lugar algo "clandestino".
Me siento en la banca y doy un fuerte respiro. Al instante suena mi teléfono.
-¿Hola?- digo al teléfono
-¿Dónde estás?- era Megan
-Sabes donde estoy- le digo obvia.- ¿Para eso llamaste? Ok, adiós.
-¡NO, SARAH!- alcanzó a escuchar por el teléfono. La verdad no tenía muchas ganas de hablar con ella, cuando vengo aquí solo quiero estar sola.
-Hola- dice un voz desconocida detrás mío.
Al instante volteo y veo una figura masculina con un rostro hermoso pero era totalmente desconocido para mí.
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NO SOY LO QUE CREES.
Fiksi RemajaLa rebeldía y los problemas siempre han hecho parte de la vida de Sarah Waters, malas experiencias en la vida familiar y el amor la han vuelto inmune a todo sentimiento. Pero hay algo en la vida que siempre es inevitable: Enamorarse y es algo de lo...