Dia 3

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Estaba tan tranquila, sin pensar en nada, llamaron a la puerta. El miedo se apodero de mi, no me atrevia a abrir la puerta. Toco dos veces mas. Me arme de valor, fui a abrir la puerta con las manos temblorosas. Era Izaberu.

-¿Que estabas haciendo, loca?- pregunto Izaberu.

-Dormirme- dije ligeramente sonrosada.

Izaberu se sonrio, y pregunto si no salia con mis amigos.

-No tengo con quien salir hoy, ¿y tu que haces aqui?

-Nada, recoger una cosa. Por cierto, me tienes un pelin preocupada, por aqui no sales nunca.

Mire al suelo; mi curiosidad  me podia, por eso me asome sigilosamente mientras Izaberu buscaba aquella cosa entre sus cajones... ¡Aja! Era un condon. Mi hermana mayor, tenia la costumbre de decir que no tenia novio. Aunque no sabiamos quien, todos sabiamos que tenia uno.

-Te recomendaria que te buscases amigas.- diciendo esto se marcho.

Entonces me fui a la cama, puse mis brazos en cruz y mire al techo. Apague la luz. Me imagine a mi hermana, ahi, besuqueteando a su novio, desnuda. Yo pensaba en eso, en como seria la primera vez. No tenia relaciones serias, no me gustaba la gente de mi zona. Preferia a los de la de mi padre, sin embargo, eran relaciones a "distancia", no merecia la pena. No era capaz de sentirme bien, necesitaba a alguien que me amase de verdad, que no lo hiciese por compromiso. Aunque tampoco queria que se me pasase el arroz...

-Te comprendo, entiendo tus pensamientos.- oi de la oscuridad de mi habitacion.

Quise gritar, pero senti unos dedos frios que me tapaban la boca. La luna ilumino aquel rostro, un largo cabello negro, una piel palida y unos ojos cafe. Era tan bello, era como Shosha. Solo podia ser un sueño. El chico dio un paso atras. Tenia tanto miedo: y si era un violador, y si iba a secuestrarme, y si ma iba a matar...  ¿¡Como habia conseguido entrar!? Pero una criatura tan hermosa no podia hacerme eso, encendi la luz.

-¡No! ¡No enciendas la luz, mierda! Me duelen los ojos...- el chico iba totalmente vestido de negro, puso una mueca espantosa y casi inhumana, demoniaca.

Apague la luz y le pregunte que clase de criatura era, para que le dolieran asi los ojos.

-Nada, ¿es que despues de esta oscuridad es imposible que no me duelan los ojos?- respondio.

Se sento en mi cama. Esboce una sonrisa de mi puro panico. Respire profundo.

-Acariciame, por favor. Acariciame.- me ordeno, me pellizque, no sirvio de nada, Shosha era real.

Se tumbo a mi lado, me dio un beso. Fue mas dulce de lo que pensaba, por eso, procedi. Lo acaricie, senti su calor. Todos sus besos, desvaneciendose por mi boca y mi cuello. Nos dormimos abrazados...

Pero al despertar, no habia nadie, solo yo.


Arisu & ShoshaWhere stories live. Discover now