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Querida lila

Llegué a tú fiesta de cumpleaños. Estabas hermosa. Tenías un vestido morado y unos zapatitos negros.

Estabas sonriendo, más de la cuenta. Tu fiesta era hermosa. Estabas con tus amigos, familiares. Te hicieron una fiesta grande y hermosa. Me sentía felíz, porque estabas felíz.

Hasta que fuiste creciendo, y fuiste más hermosa. Todo de tí cambió. Menos algo. Tu hermosa sonrisa. Esa sonrisa que solo me gustaba observar, solo me bastaba eso para poder sonreír también.

Sobretodo lo demás, cambiaste. Tu pelo es ahora color morado. Estas más delgada. Pero así estas hermosa. Tu pelo es más largo y más hermoso. Ahora usas lentes, y te ves fantástica. Siempre te he admirado. Eres fuerte, simpática, y tienes un don para ser amigos. Todo lo contrario a mí.

Por esa razón nunca te he dicho mis sentimientos. Porque pueda ser que me rechazes. Soy tan diferente a tí. En cuestión de hacer amigos, de siempre estar con una sonrisa en la cara, aunque me este destrozando. No soy nada de eso. Soy más expresivo, me pasa algo, lo reflejo. Por eso temo decirte que llevo enganchado por tí desde los 9. Y ya tenemos 17.


Querida LilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora