Alguien como tú

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Contenido: Todo el público.

***

Un poco desesperado, Stiles tomó su cabello entre sus manos.
Lydia lo miraba estupefacta, con una mano en su pecho, tratando así de apaciguar el dolor que crecía en su pecho. Lágrimas calientes y dolorosas bajaban por las mejillas de la chica, haciendo que por primera vez en su vida se arrepintiera de la elección que su corazón había escogido.

Había escogido mal.

Ese corazón ya no le correspondía.

Y lo peor es que Stiles no quería darse cuenta aún.
Lydia había notado como la manada se había distanciado desde que todos decidieron partir a diferentes universidades, pero lo que más impactó fue la enemistad que creció entre Malia y su ahora novio. No tuvieron un encuentro formal después de que hayan traído a Stiles de vuelta. Eso no le preocupó al principio, pero todo cambió cuando Stiles comenzó a comportarse de manera distinta cuando Malia comenzó a alejarse cada vez más de la manada. Y con ello también llevó a Scott a separarse de ella.
Y todo encajó, creía que sólo era su imaginación pero después de un tiempo, se dio cuenta que Stiles no era el mismo con ella, ya no la besaba como antes, no podía dormir con él porque a menudo le era imposible conciliar el sueño, mucho menos la veía de la misma forma que en primer, segundo y tercer grado. Lydia había dependido tanto de él, que cuando se dio cuenta que Stiles nunca fue suyo, y la realidad le llegó de golpe, el sentimiento de culpa y remordimiento era más grande que la tristeza.

Porque gracias a empeñarse a que Stiles y ella debían estar juntos, no pensó en lo mucho que la relación afectaría a Malia, su mejor amiga.
Cada vez que la veía por el pueblo le era imposible enfrentarla cara a cara. No podía ver lo que había hecho en ella, lo mucho que la había destrozado el que su ancla estuviera con alguien más.

Según Scott, Malia había sufrido tanto que también había cortado comunicación con Peter, y eso no hizo más que destrozar a la banshee.

Pero sabía que aún estaba a tiempo, todavía podía dejar que Stiles escogiera lo mejor para él.
No quería quedarse sola, pero si con ello recuperaba a su manada, lo haría.
Por eso estaba ahí, en casa de Stiles, trataba de solucionar las cosas, y hacerle entender a Stiles que lo que hacían no beneficiaba a nadie.

Ni siquiera a ella.

- ¿Por qué te importa tanto? - Aquella pregunta la había tomado por sorpresa, pero quería ser clara y acabar con esto pronto. No más sufrimiento.

Y con todo el dolor de su corazón, susurró lo que Lydia ya sabía, y también Stiles, pero estaban tan cegados por una ilusión que ninguno quiso aceptarlo.
Hasta ahora.

- Porque tú la amas.

Creyó que su voz quebrada le impedía hablar, pero se escuchó tan claro que incluso hizo un escalofrío le recogiera a Stiles por su espalda.

- Lo único que veo es que estás confundida, Lydia. - dijo tan lento, tratando de contener las ganas de gritar y romper todo en su habitación. Lo que Lydia le decía no podía ser cierto. Él la amaba... ¿Cierto?

Lydia negó lentamente ¿Cómo no se daba cuenta?

- Mirame a los ojos, y dime que a quién amas es a mí.- Ordenó, pero este no se inmutó, y no entendía por qué. La pelirroja se acercó, le tomó la cara entre sus manos y con sus ojos cristalinos lo miró tan profundo, cómo cuando se volvieron a encontrar en aquel vestidor.- Te amo, pero no eres mío.- Stiles sintió cómo una parte de él se rompía con la escena que tenía en frente. Quería evitar que siguiera con esto, pero su cuerpo ordenaba otra cosa.
Entonces Lydia, juntando sus fuerzas, juntó sus labios en la comisura de sus labios, despidiéndose. Se apartó de él, tomó su bolso, mientras otra lágrima se derramaba en sus mejillas.

Our One Shot (Stalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora