❃-01.❃

547 64 16
                                    

«Me siento como si estuviera esperando algo que nunca va a suceder»

Una respiración entre cortada. Lágrimas resbalando por sus mejillas. Oscuridad cubriendo completamente la habitación, junto con un silencio que acaparaba el ambiente. 

Al igual que gran parte de sus noches, Todoroki yacía recostado sobre su cama con una de sus manos sobre su boca, con la tarea de evitar el que los sollozos que amenazaban salir de esta se dieran paso a ser escuchados por todo el cuarto. Siempre era lo mismo.

Desde que su padre había tomado la decisión de entrenarle para ser su completo sucesor, todo lo que consideraba bueno de su infancia comenzó a desvanecerse como si de neblina se tratara. Ya no recordaba como se sentía el pasar tiempo con la familia, desconocía lo que era el reír junto con sus hermanos, las muestras de cariño u afecto ya no eran aceptadas por su ser, puesto que, la única persona que le había demostrado el que su esfuerzo con su padre valía la pena, terminó siendo llevada a un hospital después de un ataque de desesperación hacia el menor. 

Shouto aborrecía eso. Detestaba el que su persona ahora no reconociera cosas que, usualmente, niños de su edad consideraban indispensables para su ser. La calidez de un abrazo, la tranquilidad de un "Te quiero", u simplemente una pequeña sonrisa por parte de sus progenitores. . . Eran algunas de las cosas a las cuales, el de cabello bicolor terminó por desacostumbrarse. 

Inhaló profundamente, con el propósito de calmarse un poco. Pasó su mano libre por sus mejillas, limpiando así el rastro de las lágrimas que recientemente habían resbalado por estas, pero de todos modos, unas cuantas aún amenazaban por seguir saliendo. 

Como pudo logró ponerse de pie, y evitando hacer el mínimo ruido se dirigió a la puerta del cuarto, para sin más, salir de este.

Una brisa ligeramente fría chocó contra el rostro del niño, ocasionando así que temblara por unos breves instantes, sin pensárselo demasiado, emprendió camino a través del largo y desolado pasillo, que, en ese momento estaba siendo iluminado por la reconocible y bella luz de la luna. Los descalzos pies de Todoroki caminaron unos cuantos metros, pasando con cautela por la habitación de su padre, hasta llegar a su destino. 

Pasó su vista por el lugar al que había llegado, aquel lugar lleno de tierra al cual su padre le prohibía ir durante todo el día, la única parte de su casa en la que prefería estar antes de ir con su superior. . . El lugar donde siempre ve a sus hermanos reír y jugar, dónde ellos suelen divertirse. . . El lugar donde él sabía, les hacía falta a ellos.

—¿Shouto?— La voz preocupada de su hermana mayor resonó de repente en sus oídos, provocando que un escalofrío recorriera su columna vertebral. Posó su mirada sobre la contraria, notando así que en los ojos de ella se veía reflejada una mezcla de confusión y preocupación, realmente lo que menos quería era causarle problemas o simple y sencillamente preocuparle.

Pero en esos cuantos segundos el sentimiento de tristeza que el chico sentía volvió a apoderarse de el, las lágrimas se volvieron a asomar por sus ojos, y sintiendo como su voz comenzaba a quebrarse, terminó por disponerse a hablar.


—Yo también quisiera. . . Poder ir a jugar con ustedes.—

Yo también quisiera. . . ||Todoroki Shoto||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora