Estaba Ana feliz de la vida sentada en "su silla" con el celular. De repente tuvo la necesidad de ir al baño. Cuando volvio, vio que estaba María en su silla y muy molesta le dijo Ana.
—¡esa silla es mía!—
—el que se va para la villa perdió su silla—
—pues el que me quita mi silla pierde su costilla.
Ya podrán imaginarse el final…