Enséñame a amar

CAPITULO IV "IGUALES "

                                                                                           6:30 am

A muchos kilómetros de su casa, en un hospital, se encontraba el joven que fue atropellado por un taxista cerca de su residencia. Gael un semi-estudiante de licenciatura, quien ahora está estabilizado y consiente. Él Da las primeras declaraciones del suceso a los agentes de la policía.

Buenas tardes joven, espero que se encuentre mejor. Soy el agente Samuel y quiero hacerle unas preguntas ahora que ya se encuentra mejor. Primeramente, podría decirnos lo que paso con respecto al incidente de anoche.

- Con mucho respeto oficial, pero creo que no estoy de humor para responder sus inquietantes preguntas. Podrá venir usted más tarde y con gusto le diré un arsenal de palabras que gusta usted oír

- Mira chico no estoy para juegos, necesito toda la información sobre lo que te arrollo, además de tu caso, estamos investigando otro, así que por favor ten los pantalones para decirme sobre el percance.

- Está bien oficial le diré todo lo que se.

- ¡GAEL! Más respeto para el oficial- respondió su padre enojado. Que estúpido e irresponsable eres. Primero no vas por tu hermano, segundo te emborrachas y por ultimo te arrojas a un carro aun estando ebrio. Hijo mío, estás hablando por un milagro. Tienes todo tu cuerpo roto, ¿Cuándo vas a madurar?

- ¡Ah!, papa estas aquí. Aclaremos, lo que me arrollo fue un taxi, un maldito taxi que venía a 50 kilometros por hora en una zona de 30. Su servidor que ahora está en esta cama, es decir, yo. No estaba ebrio, ni achispado, ni borracho ni mucho menos alcoholizado como usted señor agente y mi padre están pensado. Yo solo estaba un poco mareado.

- ¿Cómo puedes asegurar eso niño?

- Podría usted dejar de decirme niño. Tengo ya la suficiente edad como para tirarme a su madre.

- ¡GAEL GILL! Basta.

- Está bien papa. Lo siento señor policía, pero es útil saber que aprendí la placa del taxi.  

                                                - o o o o o o o o o o o o o o o o o o o-

- ¿Dónde estoy? ¿Qué me paso?

- Amor, estas despierta, lo lamento, no quería dejarte sola. Todo es mi culpa.

Roma se levantó medio confundida, estaba en el hospital. Después de llamar a Raúl, su novio, y pedir ayuda, despertó mareada con cables en su muñeca derecha. Roma es una chica alta y sencilla, de cabello largo castaño y ojos miel. Ella es estudiante de pedagogía y le gustan mucho los niños. En su tiempo libre roma ayuda a sus padres en la guardería. Ella es muy feliz, tiene 2 hermanas menores y dos hermanos mayores.

- Oh Roma cariño, despertaste- gritaba su madre que acudía a ella rápidamente y con mucha preocupación. Su padre tampoco dudo en alegrarse. Su primogénita estaba despierta.

- ¿Raúl, que haces aquí? ¿estoy en un hospital? ¿mama, porque lloras?

En ese instante un doctor joven se acercó a la familia que estaba reunida en el pequeño cubículo, se acercó a Roma y le dijo:

- Hola querida, ya te hemos revisado, al parecer no ha sido nada grave.

- ¡cómo es posible que usted doctor diga eso! ¡nada grave! ¡Joder, que la han violado! – gritaba a todo pulmón y enojado Raúl al doctor.

- Lo siento joven, será posible que usted salga de la sala un momento, tengo que hablar con mi paciente y si no está apto para escuchar lo que tengo que decir, le pido que salga inmediatamente.

- Raúl- dijo Roma con Voz calmada. Puedes salirte por favor.

- Este la miro y cabizbajo salió frunciendo el ceño y dando portazos como niño pequeño.

Cuando Raúl salió y vio al final del pasillo al señor que mucho antes había conocido; un hombre de gabardina y traje muy elegante, se paseaba desesperado de un lugar a otro. Mientras que veía salir a un agente de la policía de ese cubículo del hospital.

Mientras eso pasaba afuera, adentro se sentía un aire de tensión. El docto explicó a Roma y a sus padres que esta había sido violada, pero era algo muy leve. En los exámenes realizados no se encontraban rastros de fluidos masculinos, ni siquiera penetración o rasgaduras, solo pudieron identificar las marcas de fuerza del perpetrador en todo su frágil cuerpo. Además, tenía una muñeca esquinzada y mucho dolor de cabeza por el golpe que se había dado.

- Roma, pronto te sentirás mejor, no tendrás dolor, pero ahora quiero que realices tu declaración con el agente de la policía que ya debe estar en la entrada. Decía el doctor mientras movía sus lentes cuando bajaba la cabeza.

-Está bien, Gracias doctor, respondió su madre amablemente.

La primera vez que hable con un agente de la policía fue cuando tenía seis años, ese día mi padre y yo salimos a hacer las compras de navidad, estaba muy emocionada, había soñado en comprar el libro de la princesa hada que recién salía a la venta. Pero todo se arruino. Unos minutos después de salir dos hombres acorralaron a mi padre por un pasillo, le quitaron todo su dinero, su identificación y todos los papeles que llevaba, nos habían robado a mano armada. Mi padre después del suceso tuvo que explicarme muchas veces que no podía comprar lo que tanto anhelaba. al cabo de unos minutos otros dos hombres vestidos con uniforme y gorra se acercaron y nos hicieron muchas preguntas, bueno principalmente a mi padre, porque yo estaba en una silla armando un rompecabezas en un lugar muy confortable y hablaba con una mujer elegante sobre lo que había pasado y lo que yo sentía. Me pregunto que si había tenido miedo y le respondí que no mientras buscaba la pieza que faltaba.

Pensándolo bien, si tuve miedo, pero no por los ladrones, tuve miedo de no obtener el libro de hada le dije a la joven chica que me hacía infinidades de preguntas.

                                                - o o o o o o o o o o o o o o o o o o o-

- ¿Señor Gabriel, Ese es su nombre cierto? - manifestó Raúl al hombre que tenía enfrente.

-Hola joven, ¿es usted amigo de Gael?

- ¿Gael? No, Soy Raúl, El novio de Roma, la jovencita que cuida de su hijo en la guardería. Nos conocimos hace muchas horas.

-oh si, santo cielo, ya he perdido el hilo de las horas- El hombre miro su reloj desesperado.

-sí, es muy temprano, ¿y qué hace usted por aquí? ¿Se enteró tan rápido?

- ¿enterarme? ¿de qué?, No mi buen amigo, yo estoy aquí por mi hijo.

- ¡que le ha pasado a su hijo!

- lo han atropellado en la noche, ahora mismo está en operación.

- ¡wow!, pobre Rodrigo y ¿Cómo paso?

- No, No, Rodri está bien, aún debe estar durmiendo. el que está sufriendo ahora bajo los instrumentos quirúrgicos es mi hijo mayor, su nombre es Gael. ¿y usted porque está aquí? - el señor Gabriel movía sus manos para relajar un poco los músculos mientras hablaba.

- Es Roma señor, la han violado anoche.