CAPITULO II "NO SE VALE RENDIR "

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- Llegamos tarde, como siempre y todo por tu culpa, ya no hay boletos para la película que quería ver. -Expreso Raúl enojado

- Lo siento cariño, no fue mi intensión, solo quería ayudar al papa de Rodrigo. Se supone que su hermano mayor tenía que ir a buscarlo a la guardería, pero nunca llegó. Al parecer es un inútil, ¿Quién se olvida de su pequeño hermano?

- ¡Ya no hables Roma! estoy ahora muy furioso contigo, ¿ahora que vamos a ver? solo está esa ridícula película de hombres cazando monstros y unas infantiles. ¿Qué piensas ah? ¡no me interesa nada sobre ese niño que cuidabas! ¿podrías dejas de hablar de eso y por un momento concentrarte en mi?

- Estas bien Raúl, cualquier película está bien para mí.

Los dos entraron en la sala número 3 del cine y se pusieron cómodos mientras comenzaba la película, Roma tenía en sus manos un gran bote de palomitas con caramelo, mientras que en los brazos de la silla yacían los vasos de Coca-Cola cero.

Ya pasaban más de las 7 de la noche cuando Roma sintió un ligero cosquilleo en su costilla derecha, que no paraba con nada. Luego se dio cuenta que era su teléfono, antes de entrar a la sala, ella lo había puesto a vibrar. El zumbido no cesaba, ella debía contestar, quizá solo fuesen sus padres preguntando a qué hora volverían. Se levantó del asiento para salir de la sala para hablar sin molestar a nadie entonces Raúl la sujeto por el brazo sentándola otra vez.

- ¿A dónde crees que vas Roma? ¿piensas dejarme solo?

- Ya vuelvo Raúl, Me están llamando al celular y aún no ha empezado la película, amor te prometo que no me demorare, solo déjame ir a contestar

Varias personas del común que se encontraban en la sala hicieron un sonido de silencio con sus bocas mientras ellos dos hablaban. Roma se levantó por segunda vez, recogió sus brazos hasta sus hombros y salió sin mirar a su novio.

El lobby del cinema estaba bastante colmado de personas; familias completas dando a sus hijos palomitas y dulces, otros pequeños corrían como diablillos mientras que parejas enamoradas se abrazaban y se daban uno que otro beso. Roma se dirigió al baño de mujeres que se encontraba despejado y solitario, se introdujo en el último cubículo de los sanitarios y saco su teléfono.

- ¿Hola? ¿hola? ¿Quién es?

- ¿Dónde está?

- ¿Dónde está quién? ¿Quién habla?

- ¿Dónde está Roro?

- disculpa ¿Quién? Escucha no estoy para bromas, estoy ocupada.

Roma colgó el teléfono y ya estaba dispuesta a salir del cubículo, pero entonces este volvió a vibrar con mayor intensidad.

- Mira devuélveme a roro si, Ya estoy cansado, ¿Dónde lo tienes?

- Max ¿eres tú? ¿estas ebrio? ¿de quién me estás hablando? ¡MAX!

Después, tan solo se escuchó el pitido del teléfono, en la otra línea habían cortado la llamada. Roma aturdida por la situación, tomo un poco de agua del grifo antes de salir y se la arrojo en su cabeza, mojando su cabello.

Raúl estaba concentrado en la película que recién comenzaba, Roma trajo consigo una gran barra de chocolate que compro mucho después de la llamada anónima. Él no le prestó atención, su rostro había cambiado, estaba rígido e inmóvil. Ella se le acercó para darle un caluroso beso, pero este la rechazo. Sin duda los pocos minutos que ella permaneció afuera afectaron al joven que yacía sentado a su lado; alrededor de los primeros 50 minutos de la película, Roma no pudo más. ¿Cómo es posible que su novio no le dirija ni una mirada? Harta de su tonto juego, tomo la decisión de irse, agarro su bolso, se levantó y salió de la sala por segunda vez.

- ¡Roma! ¡Roma! ¡Roma!

- ¿Qué quieres Raúl? Piensas que ignorándome vas a ganar mi atención, ja cariño estas equivocado, es lo peor que puedes hacerle a una mujer. Así que ¡déjame en paz por favor!

- ¡Roma! Escúchame

Raúl tomo a roma por el brazo con cuidado e hizo que se girara, mirándola a los ojos le dijo:

- No me contestes así nunca más, tu eres mi novia y debes hacerme caso. Yo te amo Roma.

- ¿Me amas? ¿Qué tan seguro estas de eso? Dime que novio grita en todo el cinema Raúl, ahora no es un buen momento ¿puedes irte? Ten consideración.

Él se retiró lentamente y no dijo nada, solo camino cabizbajo hacia la sala de cine, donde iría a terminar de ver la película.

                                                - o o o  o o o o o o o o o o o o o o o o o  o-

-Anda Gael vamos, vamos. Ya has tomado suficiente por hoy

-Nunca es suficiente Fernando, ¿la última por hoy y nos vamos sí?

-Gael por dios estas ebrio, Vámonos. Después vas a tener problemas. Tienes que llegar a tu casa.

- ¡FER! Mi casa, tengo que buscar a Rodrigo, debe estar asustado, aún debe estar en la guardería.

- ¡SABES QUE HORA ES! Gael ya vamos, son las 7:20 de la noche, Rodrigo debe estar en tu casa durmiendo, donde deberías de estar tú. Ahora levántate, no puedes estar en este parque, ¿desde cuándo estas aquí? ¿hoy te bañaste? ¡GAEL!

- Por favor Fer, déjame llamar a la guardería una sola vez y me voy contigo.

- Está bien, puedes llamar.

- Ahora ¿Dónde está mi teléfono? Ah sí en mi bolsillo.

- ¿Hola? ¿hola? ¿Quién es?

- ¿Dónde está?

- ¿Dónde está quién? ¿Quién habla?

- ¿Dónde está Roro?

- Disculpa ¿Quién? Escucha no estoy para bromas, estoy ocupada.

- ¡Me colgó! ¡Me colgó!

- Por favor Gael ya vamos, estas borracho. Dame el teléfono.

-¡Nooooo! Llamaré otra vez.

- Mira devuélveme a roro si, Ya estoy cansado, ¿Dónde lo tienes?

- Max ¿eres tú? ¿estas ebrio? ¿de quién me estás hablando? ¡MAX!

-Basta Gael, ya es suficiente.

Fernando tomo el celular de su amigo, lo colgó y lo guardo. 

Enséñame a amarWhere stories live. Discover now