25.- Preludio de la tormenta.

1.1K 126 9
                                    

Nathaniel esperaba en el sillón algo impaciente, eran las 4:00 am y Castiel no había llegado aún.

No se atrevía a marcarle o mandarle mensaje, ni siquiera sabía de que o como hablarían cuando llegara, pero no soportaba la duda, la cara de Castiel, su actitud. Lo mandaría a volar seguramente...

La puerta se abrió bruscamente.

-¡RUBIA!- Castiel entró con los brazos en alto y una sonrisa.-¿¡RUBIA!?

Nathaniel se levanto algo dudativo, pero al acercarse enseguida notó el olor a alcohol.

-¿En serio? ¿Decidiste tomar?

-Vete a la mierda...- Castiel lo jaló bruscamente y lo besó, Nathaniel intentó alejarse algo sorprendido pero Castiel lo empujó contra la puerta haciendo el beso más apasionado.

El pelirrojo se alejó con una sonrisa.

-¡Eres el ser más inmaduro de esta tierra!- el rubio corrió y se encerró en la recámara.

Castiel bufó y se dejó caer en el sillón.

El celular del pelirrojo sonó, lo tomó e intentó enfocar para leer el mensaje.

Debrah- Creo que Iré a la ciudad ¿Que dices? ¿Nos vemos?

El pelirrojo no logró leer el mensaje y lanzó su celular al otro sillón.

En la mañana, Nathaniel salió a paso lento de la recámara. Castiel dormía en el sillón.

Caminó hasta la cocina y sacó unas sobras de ayer, las calentó y empezó a comer.

"¿Que le diré?" seguía pensando que tenia que excusarse de alguna forma por lo de ayer.

La puerta de la cocina se abrió y Castiel entró con una mueca.

-¿Puedes hacer menos ruido?

El rubio volcó los ojos.

-No, te mereces el dolor de cabeza por tomar tanto.- Nathaniel chocó su cuchara varias veces contra su plato causando una mueca de dolor al pelirrojo.

-¡Ya Nathaniel!- Castiel se acercó a él bruscamente y le arrebato la cuchara.

Se observaron en silencio. Tenían que hablar, aunque ninguno quisiera, al final ya se habían declarado todo, pero la palabra amor... Aun no entraba totalmente en la cabeza del pelirrojo.

-Rubia...¿En serio sientes eso?- el pelirrojo bajó la vista y observó la cuchara en sus manos.

Nathaniel se cruzó de brazos.

-Si...- volteó la vista, no podría ver al pelirrojo mandándolo al carajo.

Castiel sonrió, se acercó al rubio y se sentó sobre él, viéndolo de frente.

-¿Q-Qué crees que haces?- El delegado lo vio nervioso, le causaba un poco de dolor físico pero estaba demasiado sorprendido para pensar en eso, no se esperaba esa reacción.

-Calla rubia, solo quiero sentirte.- Castiel tenia un tono sereno y serio, empezó a besar el cuello de Nathaniel mientas sus manos recorrían el abdomen del rubio bajando hasta la entrepierna y regresando.-Eres sexy para ser rubio, siempre que te veo no puedo evitar imaginarte desnudo.- los besos se convirtieron en mordidas suaves.

-I-Idiota.- el rubio cerró los ojos.

-Pero... También me imagino haciendo un montón de estupideces románticas.- Se deslizó un poco para tener acceso al pantalón del rubio, lo desabrochó y volvió a besar su cuello.- Hasta he querido tomarte de la mano caminando. Yo no soy así.- lanzó su chamarra y su playera lejos. Introdujo su mano y sacó el miembro, comenzó a acariciar la punta. Nathaniel no sabía que hacer. Lo que decía era algo y lo que hacia otro... Pero eran similares. Su cabeza era un lío.- Lysandro me enseñó una canción cursi, el otro día... Y todo el tiempo que la toqué, pensé en ti.- Empezó a mover su mano de arriba a bajo mientras el rubio hacia su cabeza hacia atrás.-Si algo bueno pasa en mi día y no es por ti, siento una estúpida necesidad de contártelo...- Subió la velocidad.-Siempre tengo esa sensación de querer ver al idiota delegado que me chantajeó un día pero con quien ahora... Soy feliz.- Castiel siguió acariciando al rubio y besándolo unos minutos más, Nathaniel se corrió en la mano del pelirrojo y en su ropa.

Algo agitado suspiró.

"¿Qué mierda acaba de pasar?"

-¿Eso es amor?- El pelirrojo lo veía serio. Nathaniel no sabía que contestar, lo que acababa de pasar era demasiado extraño.

Dudó un segundo y sonrió.

-Eh... Si... Creo que si.

Castiel asintió y se levantó, se limpió con servilletas.

-I-Iré a... Cambiarme.- Nathaniel se levantó algo aturdido aún, se acomodó el pantalón y salió hacia la recámara.

"¿Esto es amor? ¿Por que no me sentí así con Debrah?"

Castiel caminó hacia la recámara y se encontró el rubio desnudo.

-¿¡Qué te pasa!? ¡Sal!

Castiel sonrió.

-No.- se recargó en la pared.

-Como quieras- Nathaniel tomó ropa y comenzó a vestirse.

-Tengo mis formas... De demostrarlo. No creo que haga falta decirlo.

Nathaniel volteó a verlo, su cara estaba algo sonrojada y seria.

Sonrió.

-Está bien.- Nathaniel sentía que si debían decirlo pero Castiel había decidido y prefirió no discutir.

-Vamos rubia, no te vistas. Aún no terminamos.

-¡Claro que terminamos!

Castiel rió y observó como Nathaniel se vestía. Esperó a que terminara y lo arrojó a la cama.

Nathaniel se quejó un poco. Aún le dolía.

-N-No haremos nada Castiel...

El pelirrojo puso una sonrisa divertida.

-¿no?

Nathaniel sonrió.

Castiel era sin duda la persona más extraña e inesperada que conocía, pero eso solo lo hacía la mejor persona para él.




--------------------------
Sin duda el capítulo más raro que he escrito 😂
Hola, solo quería avisarles que esta historia tendrá 36 capítulos... Si, hoy escribí el final y lloré. 😭
Pero bueno... Solo quería avisarles que aun les quedan 10 capitulitos, intentaré subir uno diario. Gracias por leer.

Inesperado Control [ Castiel x Nathaniel ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora