2 0

3.4K 270 0
                                    

Narrador omniciente.

   Castiel se encontraba ya fuera. La chica azabeche salió a paso lento de su última clase, quería evitar aquella conversación con el pelirrojo, pero ya no podía darle más vueltas, había aceptado.
El chico la esperaba en la entrada del club de jardinería. Antes de llegar Sucrette dejaría sus cuadernos en el casillero. bastante lento grababa la clave de su casillero 2-0-1-2. Metió dentro cada libreta y libro que llevaba en la mano, una vez terminado cerró su casillero y se dirigió a la salida.

   El pelirrojo sin embargo estaba molesto de que la chica tardaste tanto, perdía la noción del tiempo mientras que mensajeaba con la castaña, Debrah.
Sucrette vio cerca su destino, con paso firme tomó la primera palabra...

     —No tengo mucho tiempo —habló la chica mientras que él guardaba su móvil para mirar a los ojos a la chica.

     —Ya te he dicho porqué estás aquí, ¿cierto? —la azabeche asiente —. Ahora tómatelo con seriedad ya que lo que te digo es cierto —prestaba atención a las palabras de Castiel.
     —Lo lamento —soltó del chico—. Siento mucho haberte gritado, dañado u ofendido durante estos días. Después de todo era cierto lo que me decías... Estaba celoso de cualquier chico que se te acercaba, incluso mi mejor amigo Lysandro. He cometido un gran error al desconfiar y juzgar de mi mejor amiga. Sé que te he hecho mucho daño sin siquiera tomar tu palabra en cuenta. Entiendo que este caso no es posible perdonarse tan fácil, no obstante me arrepiento por casi perder a mi única amiga por una tonteria de como te vestías, eras u otras cosas. Seguiré diciéndote que espero me perdones.

Sucrette se quedó sin palabras.

     —¿Pu-puedes darme un tiempo para reflexionar? —Castiel asiente y sonríe, la azabeche imita sus gestos al despedirse de él.

Ahora tomaría la decisión con más calma al hablar con sus amigas.

My Doll | CDM | CastielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora