~Gracias por cuidarme~ (BenxSally)

•Capítulo 1•

- ¡Bienvenido al mundo creepypasta, Ben Drowned! - soltó la pequeña, con su tierna voz, y sonriendo.

- ¿Creepypasta? - preguntó el chico.

- Ya sabes, ahora un asesino, que busca venganza o algo por el estilo - exclamó Jeff.

- Vengaré a lauren - dijo el chico.

- ¿Qué recuerdas? - preguntó Slenderman.

- Recuerdo que mataron a Lauren. Recuerdo a mi padre que me ahogaba en un lago, y mas nada - dijo él.

- ¿Otra amiga? ¿amigo? ¿Hermano? ¿Hermana? - preguntó Sally.

- No tengo mas amigos - soltó Ben - ni hermanos... P-Pero mi mamá... Ella... Mi papá la mató...

- Bueno, Ben. - empezó a hablar un chico de cabello marrón. Tenia unos googles anaranjados, un bozal, su vestimenta, ya todos los conocemos. No es difícil saber que hablamos de Ticci-Toby. - Ahora nosotros somos prácticamente tu familia.

- ¿familia? No necesito una nueva familia. Necesito vengar a mi madre y a mi mejor amiga - dijo el Rubio.

- Tú madre esta vengada - dijo sally, un poco molesta.

- ¿qué? - preguntaron casi todos, y digo casi por que Slenderman ya sabia de que se refería.

- Tenemos que dejar descansar a ben. Mañana empezará su primer entrenamiento como creepypasta y debe estar descansado - exclamó el señor mas algo de ahí, sacando a todos con sus tentáculos - si necesitas algo, puedes decirle a mi hija Sally, que se encuentra al lado, la puerta rosa. O a mi, estoy al final del pasillo. La puerta negra - exclamó.

Ben solo se dedico a asentir, sally y slenderman salieron mas atrás.

Los demás fueron a hacer lo que hacen diariamente.

Ben se quedó en su habitación, pensando en lo que sucedió, tratando de recordar a alguien, tratando de recordar a Sally.

Sally, por otro lado, comenzó a soltar lágrimas tras lágrimas, al saber que su mejor amigo no la recordaba, le dolía.

Slenderman se dedico ver a su hija, quien solo soltaba lágrimas mientras se recargaba de una pared.

Los demás veía a lo lejos la actitud de la pequeña.

La pequeña, quien hacia reír a todos, ahora se encontraba sollozando en silencio.

Sally se adentró a su cuarto, dando una sonrisa falsa a todos. La mitad de ellos no sabían lo que pasaba, solo poco sabían que sally y ben eran amigos. Slenderman lo sabía, aun que la castaña piense lo contrario. Jeff y Jane The Killer lo sabian, sally se los había contado. Ticci-Toby y Masky lo sabían, habían vigilado un día entero a sally y lo descubrieron.

Apenas eran cinco que sabían sobre su amistad. Y esos cinco se ocuparían de que sally no se sintiera tan mal.

La pequeña, se sentó y abrazó un pequeño peluche. Uno que le regalo Slenderman a su llegada. Era un pequeño y adorable muñeco de "Peter pan", ella lloraba y abrazaba su muñeco.

Ben, estaba maldiciendose, el vengaría a su madre. Lo haría de una manera u otra. Empezó a jugar su juego favorito, y a la vez, el juego donde quedaría atrapado para siempre. El disfrutaba el juego.

Si el recordara a sally, el estaría con ella.

Si sally hiciera que el la recordara, ella estaría con el.

- ¡No llores, pequeña sally! - exclamó SlenderMan, entrando a la habitación de la pequeña, con un pastel rosa entre sus manos.

- Mañana compraremos ropa nueva para ti, pequeña - dijo Jane, la atrás.

- Yo les deje ir, y así disfrutabas un poco del mundo humano, sabes que tienes mucho tiempo sin salir a caminar por las calles - dijo el mayor, de nuevo.

- ¡No llores, Peque! Todo mejorara, solo dale tiempo al destino - dijo Jeffy.

- Si el destino los quiere juntos, a pesar de todo lo malo, y no importa cuanto se alejen, volverán a estar juntos - dijo Toby, animando a la niña.

La pequeña sonrió apenas y corrió a abrazarlos. Ellos tenían razón.

Cuando el destino te quiere con una persona, siempre volverá a ti, a pesar de todos los problemas que tengan, o no se recuerden mutuamente. Lo que es tuyo, siempre regresa a ti.

Sally se durmió en los brazos de SlenderMan.

Ben se durmió acurrucado en el suelo.

Sally antes de dormirse completamente hizo que pusieran a Ben en su cama.

Sally solo quería proteger a Ben, a pesar de todo.

Las chicas también pueden proteger a los chicos en ciertas ocasiones.