Nota: Ninguno de los personajes de Yuri!! on ice me pertenece. Son propiedad de Mitsuro Kubo, Sayo Yamamoto y Estudio MAPPA.
Había una vez en un encantador pueblo ruso, un precioso chico japonés de cabello azabache y soñadores ojos color whisky, su nombre era Yuuri Katsuki.
Cuando era casi un bebé, él y sus padres se mudaron a Rusia por negocios, sin embargo, unos cuantos años después el Señor Katsuki enfermó y murió. Al poco tiempo y para no quedarse sola, la madre de Yuuri se casó con un Conde llamado Celestino; este hombre tenía tres hijos muy malcriados: Sala, Mila y el mas pequeño que también se llamaba Yuri.
Al principio, la familia parecía llevarse bien, Yuuri se sentía muy contento de tener nuevos hermanos y hacía todo lo posible para tener una buena relación con ellos; en especial con el menor, ya que le molestaba que le hubieran apodado Yurio para diferenciarlo de él. Pero acercándose el primer aniversario de bodas de la pareja, la antigua señora Katsuki tuvo un accidente mientras viajaba en su carruaje y falleció.
El Conde Celestino en verdad parecía muy afectado por su repentina viudez, sobre todo no podía evitar llorar al ver que su difunta esposa tenía muchas tierras y mas dinero del que se había imaginado y que absolutamente todo se lo dejó a su querido Yuuri. Por supuesto, el niño no sabía nada de aquello.
Al quedarse sin sus padres biológicos, Yuuri creyó encontrar apoyo en su nueva familia pero en cuanto regresaron de enterrar a su madre en el cementerio, el Conde Celestino y sus hijos mostraron su verdadera cara.
Mandaron al chico a dormir en el frío ático de la casa, lo vistieron con harapos y lo forzaron a realizar las tareas domésticas. Cada día se despertaba antes del amanecer a hacer el desayuno de su padrastro y hermanastros, daba de comer a los animales, barría, sacudía y fregaba la enorme casa de principio a fin. Al terminar sus labores casi al anochecer, Yuuri siempre quedaba cubierto de polvo, en especial sus lentes y Sala se burlaba de él llamándolo Cenicienta. Yurio, siendo el mas rebelde de todos, no era cruel con su desafortunado hermanastro y en ocasiones le ayudaba con el trabajo. Para disimular el cariño que se tenían, le apodaba Yuricienta.
A pesar de todo, Yuuri intentaba ser feliz. Bailaba, cantaba, jugaba con los animales y apreciaba los momentos con el pequeño Yurio. Pero lo que mas amaba hacer era ver patinar al Príncipe Victor Nikiforov.
Cierto día, cuando Yuuri tenía doce años y fue enviado a comprar los víveres para la casa en compañía de su fiel compañero Vicchan, encontró al joven príncipe de dieciséis años deslizándose elegantemente por el lago congelado. Su larga cabellera color plata, sus ojos azules, su piel resplandeciente como la nieve y su preciosa sonrisa en forma de corazón hicieron que Yuuri contuviera el aliento, enamorándose a primera vista de aquel perfecto adolescente.
Desde entonces, Yuricienta lo miraba desde la distancia en cada oportunidad que se le presentaba, soñando con la idea de poder patinar junto a él algún día y para toda la eternidad. Ese anhelo lo había hecho soportar todas las humillaciones de su padrastro durante muchos años.
En la actualidad, Yuuri tenía diecisiete años y seguía dedicado a las labores de su casa. Se convirtió en un joven alto, delgado y bastante atractivo, al punto de que era bastante popular entre las chicas del pueblo a pesar de que siempre fuera vestido con ropa vieja y descolorida.
Una tarde, un mensajero del palacio llevó una invitación a la ahora residencia de Celestino, anunciando que debido al cumpleaños número veintiuno del único hijo del Rey Yakov y la Reina Lilia se realizaría un baile en su honor. Emocionado, Yuuri llevó el documento a la habitación donde sus tres hermanastros practicaban arduamente su rutina de ballet bajo la supervisión de Celestino.

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YURICIENTA (victuuri)
Fanfiction**One Shot** Había una vez un huérfano que vivía con su padrastro y sus hermanastros, era maltratado y soñaba con conocer al atractivo príncipe Nikiforov. Parodia del cuento la cenicienta.