Videntes

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La madre de Juvia conducía la camioneta, con dirección al hospital.

—a que te refieres a como a ti Gray—
Juvia volteaba a ver a Gray, al decir esto.

—soy medio humano —  el le respondió.
—medio humano!! — Juvia lo volteaba a ver con sorpresa en sus ojos
—si medio, veras mi madre se enamoro de alguien, que era incorrecto enamorarse— el veia la ciudad pasar.

Su madre veía a Gray desde el espejo
—tu madre fue una vidente verdad?—la madre de Juvia mantenía fija la mirada adelante.

—Si así es señora Lockster, no sabia que sabia de su existencia — Gray se aclaraba la garganta.

—Que mama, de que estas hablando– Juvia volteaba a ver a su madre.
—veras hija, te lo planeábamos decir,  pero ....tu padre....en verdad....no es tu padre..

— las manos en el volante de la madre de Juvia se tensaban
—que!!? ....que estas diciendo madre–
Empezaban a escurrir lágrimas de las mejillas de Juvia.
—lo siento juvia, pero es cierto lo que dice Gray, tu eres como el....veras a las mujeres como nosotras, nos dicen videntes, no como las que leen el tarot; sino que nosotras somos capaces de ver e interactuar con el mundo espiritual; si ángeles y demonios, eramos un grupo secreto de mujeres que ayudaban, en la guerra que se libra en este mundo espiritual,  no teníamos ningún bando establecido, a decir verdad solo interferíamos cuando había una rasgadura en esta dimensión, eramos monitoradoras, ya que como viste, a los demonios les encantaba entrar a nuestro mundo, y si quedaban nosotras acudíamos a los ángeles,  se que es mucha información pero tarde que temprano lo tenias que saber; veras al poder interactuar con este mundo espiritual, veíamos la guerra que se libra en este mundo, que esta en esta tierra pero en otra dimensión–

—mama que carajos estas diciendo, que te pasa y si es cierto porque no acudiste a un ángel— Juvia veía a su madre, con ojos de desesperación y angustia.

—todavía no termino Juvia, lo siento la razón por la que no use mi don antes; es que el precio de dar a luz alguien como tu, es tu propio don.. pero esto es verdad tu padre y yo te lo queríamos decir antes, pero sucedió lo que sucedió, el punto es que yo y al parecer no soy la única; nos enamoramos de ángeles y pues del fruto de ese amor naciste tu, y yo pensaba que era la única pero al parecer no— la señora Lockster veía a Gray

—si, mi madre también lo hizo, con un ángel que después la dejo botada—
El tenía unos ojos, que reflejaban el odio al momento que decía ángel.

—Que estas diciendo que soy como..—

—si juvia eres como Gray había escuchado de videntes, que tenían hijos medio humanos, pero su otra mitad no era de ángeles sino de demonios, como lo sabrás los ángeles son extremadamente puros, pensaba que era la única que había logrado que un ángel se fijara en nosotras,  pero otra vidente también lo logró,..las otras que tuvieron hijos de demonios, parecían bebes normales, pero al crecer tenían fuerza sobrehumana, y reflejos muy rápidos, pero el problema era que no tenían autocontrol,  y mataban sin cesar, así que se decidió sacrificar a cualquier híbrido, y también se prohibió esta práctica, ya que como te había dicho pierdes tu don, y sin este el mundo espiritual se terminaría mezclando con el nuestro; los demonios, ya que tienen una forma mas fácil de entrar a nuestro mundo entrarían primero y seria una masacre, por eso no te lo había dicho, te protegía si las demás videntes te encontraban, se darían cuenta que no eras del todo humana, ya que ustedes los híbridos, tienen un aura diferente, a la de los humanos ,demonios y angeles y ya que solo creía que eras la única híbrida que quedaba, por eso te sobre protegía.. —

Juvia miraba a su madre anonadada.

—deja ver si te entendí, en primera mi padre es un ángel, en segunda tu eras una vidente que perdió su don por darme a luz, en tercera tus antiguas compañeras buscan a personas como yo, para matarme jaja si claro —

Juvia se secaba los ojos

—Es verdad todo Juvia — Gray hablaba desde el aciento trasero.
—es básicamente eso, y las videntes están tan ocupadas casándome, que no se dan cuenta de que el mundo, esta empezando a recibir a mas y mas demonios, pero tal vez tu y yo seamos la clave para poner fin a esto—
Gray miraba su brazo.

—Es cierto Juvia tu y el pueden ser la pieza, para que dejen los demonios dejen de molestar a nuestro mundo, veras las marcas que tiene Gray en su brazo derecho, son las mismas que tienen todos los ángeles para poder matar a los demonios, pero esas marcas en humanos son letales, pero al parecer al ser mitad ángel las puede utilizar y soportar— la madre de Juvia hablaba, con un nudo en la garganta.

Juvia miraba a su alrededor, sin saber en que pensar .

—Gray es por eso que ese tal Salamander, te tiene tanto odio?—
Gray asentía  con la cabeza.

—Al parecer no le agrado mucho —
De el emanaba una sonrisa que al poco tiempo hizo que en Juvia también emanara una sonrisa.

Gray tenía su mano izquierda en su brazo derecho, apretando la herida, y de esta emanaba una ráfaga de viento frío que al quitarla de su herida, había desaparecido.

—Como hiciste eso Gray!?—
Juvia miraba el brazo, en donde hace unos minutos había una herida grotesca y que ahora solo había una pequeña cicatriz, como las cientas que tenia por todos los dos brazos.

—Les dije que no necesitaba ir al hospital, Juvia por lo que acepte venir fue....por ti te necesito no puedo hacer esto solo..—
Los ojos de Juvia se iluminaron, y sin pensarlo dos veces aceptó ...

Deuda De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora