Nefilims

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—Hija, entiendo que quieras saber mas sobre este mundo pero, por favor yo te lo oculte para protegerte—

la madre de Juvia había aparcado, ya en el estacionamiento del hospital.

—Ma, se que tu y papa lo hicieron para protegerme, pero deben dejarme ir con Gray, si puedo hacer algo para mejorar este mundo, o salvarlo lo haré, sólo me despediré de papa—

Juvia miraba firmemente a su madre, ella no era así, por lo general era de las jóvenes alegres y tiernas, que les gustaba salir con sus amigas, pero en ese momento tenia la fuerza y convicción de Gray.

Su madre asintió con la cabeza, y sin mas los 3 bajaron de la camioneta.
—señora Lockster, se que es mucho pedir pero creo que es nuestra ultima opción, le prometo que daré mi vida protegiendo a Juvia—

Gray veía fijamente a los ojos de la madre de Juvia.
—gracias Gray, se que estará a salvo contigo—
la madre de Juvia entro al hospital.

—Juvia en verdad aprecio que me vayas a acompañar, te espero aquí —
Gray tenia fija la mirada en Juvia, Sus ojos reflejaban esa paz que necesitas antes de hacer algo importante y así fue.

Juvia entro al hospital, buscando con ambos ojos el numero de cuarto de su padre, recorriendo cada puerta hasta que la encontró, esa escena jamas se la sacaría de la cabeza, ver a su madre al lado de su padre jugando con su cabello, como si fueran dos adolescentes enamorados,  ella se preguntaba, ¿como después de tantos años se seguían amando con tanta pasión? Y ella deseaba encontrar a alguien como su madre encontró a su padre.

—uhumm— Juvia aclaraba su garganta para avisar su llegada.

—Juvia — los ojos de su padre reflejaban la felicidad de ver a su única hija otra vez bien, ya sin esa cosa que la atormentaba.

—papa!— inmediatamente Juvia se puso al lado de su padre.

—hija ya estas bien, gracias a Dios— lágrimas escurrían del rostro del padre de Juvia al ver a su hija como era antes.

—perdoname padre, en verdad yo nunca te haría eso— al decir esto, veía la venda que recubría el cuello de su padre.

—no hija, no te preocupes no eras tu pero ahora .... Tu madre ya me contó .... Perdoname, por favor si te mentí todos estos años ... Y se que te iras, yo no te planeo detener ya te detuvimos todos estos años, suprimiendo tu don, si es tu  elección no te detendré —
su padre sostenía la mano de su hija, y con un beso de despedida.

Juvia salio del cuarto con lágrimas en los ojos, y se dirigió a la entrada donde estaba Gray con una ropa diferente, y al lado de un deportivo.

—pero, como consiguió un carro y ropa tan rápido — pensaba Juvia

—estas lista Juvia?—
Gray preguntaba como si fuera lo mas normal para el.

—s-si — Juvia respondió nerviosa, ya que como en un pestañeo, Gray ya estaba en frente de ella, a unos escasos centimetros de ella
—pues andando—

Gray tomo de la mano a Juvia, dirigiéndose hacia el coche deportivo, donde hace unos segundos estaba
—te gusta?— Gray hacia un gesto hacia el carro, por momentos coqueto.

—s-si Gray, esta genial pero de donde lo sacaste—  

—eso no tiene importancia, solo que ahora digamos que, me sigue la policía así que es mejor irnos ya— Gray río un poco, y le abrió la puerta a Juvia.

—la policía!? — Juvia pensaba que Gray no era del tipo, que se reían.

—si, pero si nos vamos ya, no nos encontrarán—
Gray se subió al auto y arrancó, conducía como si no existiera un límite, y como si, hubiera dejado prendido el horno.

—Gray, a donde nos dirigimos—
Juvia pensaba, como era que ella estaba en ese carro,  con el
—tenemos que pasar por algunas cosas, antes de salvar a este mundo — Gray sonrió triunfante.

—esta bien — Juvia se acomodo en su asiento.

Después de unos 30 minutos, y a la velocidad que Gray conducía, llegaron a una clase de tienda de antigüedades, a las afueras de la ciudad.

—es aquí Juvia — Gray desabrocho su cinturón, y en un parpadeo había bajado del carro, y estaba abriendo la puerta de Juvia
—vamos Juvia —

Gray tomo de su mano, y la ayudo a bajar.

— Gray, yo puedo sola— Juvia alzaba su cabeza para ver a sus ojos, ya que el era alto.

—jaja es solo, que quería tomarte de la mano—
Gray sonrió
—e-esta b-bien — Juvia se puso nerviosa pensando
-¿que me habrá querido decir?-

Entraron a la tienda de antigüedades, llena de cráneos de animales, piedras preciosas   y un sin fin de artículos, que parecían mágicos.

—que es este lugar Gray ?—
—es sólo la tienda de un viejo amigo, le pedí que nos preparara las provisiones —

Entro un viejo señor, de unos 70 años — hola Brim — Gray saludo al señor, con una calidez como unos viejos amigos, se saludarían.

—hola Gray, que gusto verte, y a otra nefilim!—
la mirada de Brim cayo en Juvia, con unos ojos de sorpresa y  extrañes. 

—si amigo, ella es Juvia nuestra ultima esperanza—
Juvia vio a Gray con una emoción, después de que dijo esas palabras
—nefilim?—

—asi nos dicen la raza de Brim, a nosotros los híbridos—
Juvia se extraño —l-la raza de Brim, si el es solo un humano —

— o ella todavía no lo a desarrollado verdad, Gray? — Brim veía con duda a gray
—no todavía no, Brim ella no sabia de la existencia de todo esto, hasta hoy—

A Brim le saltaron los ojos
—bueno no tenemos mucho tiempo, gray—
—si lose Brim, ahora Juvia dime, como ves a Brim?—

Juvia se extraño de su pregunta, y volteo a ver a Brim
—pues, como un humano?—

—el no es humano Juvia, solo tiene un hechizo que hace que los mundanos no lo vean, en su forma normal, tu no eres una simple mundana, pero viviste como ellos mucho tiempo, así que ahora concentrate en lo que quieres ver—
Gray le hablo con seriedad, pero delicadeza.

—s-si, Gray — Juvia vio de nueva vez a Brim, y lo noto como capa a capa se iba revelando su verdadera forma, como si a una cebolla le quitaras las capas.

—el es un...!—

—si Juvia soy un demonio.. Pero, no todos somos malos habemos quienes solo queremos huir, de esa guerra interminable —

ahí estaba el, alguien que hasta hace un momento se veía como un típico anciano, ahora era una clase de minotauro, como en la mitología griega  un mitad bestia, mitad hombre

—bienvenida a nuestro mundo Juvia..–

Deuda De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora