Rápidamente lo solté y volví al lugar donde estaba anteriormente, lo más lejos posible de él, ciertamente no parecía un secuestrador o un desquiciado a quien se le daba comprar mujeres en una extraña subasta semejante a un mercado negro, era esbelto, irradiaba poder ¿Cómo pude siquiera confundirlo con un empleado? Tenía su mandíbula apretada lo que resaltaba lo rectos que eran sus rasgos, sus ojos verdes desprendían una mirada gélida que me atemorizaba le tenía miedo, estaba segura que, por más que lo intentara, haría lo que él quisiera, me doblegaría
-¿Otra vez piensas quedarte callada?-su voz era firme e intimidante, me sentía pequeña ante su presencia
Despacio comenzó a acercarse a mi, estiró su mano apoyando la palma de esta en mi mejilla y comenzó a trazar círculos con su pulgar sobre ella, su tacto era suave muy diferente a su actitud
-No quiero tener que sacarte la información a la fuerza-mis ojos casi salen de sus cuencas, ¿Iba a torturarme? Su voz había sido apenas un suave susurro pero surtió el mismo efecto de que si me hubiera gritado, su poder era avasallante, sabía como intimidarme
-N-No sé que quieres que diga-casi no podía hablar, mierda que estaba asustada, pero no era solo eso, él había comenzado a bajar su caricia y ahora estaba trabajando sobre mi cuello, estaba tratando de debilitarme, pero no tenía sentido, yo no tenía ninguna información, no tenía nada para darle
-¿Segura? Ya sé lo que eres, no tiene sentido que sigas con este teatro-seguía manteniendo ese tono suave pero imperioso, el cual llegaba hasta lo más profundo de mi haciendome sentir y querer cosas que no debería, no con él
Me tomó ambas muñecas y las subió sobre mi cabeza, dejó una mano allí, asegurándose de que no moviera mis brazos y con la otra acercó mi cadera a la suya
-Sabes que soy tu dueño ¿Verdad? Por ende puedo hacer lo que desee contigo-volvió a apretarme contra él, mi mente entendía que esto estaba mal, terriblemente mal, pero mi cuerpo no llegaba a entender el mensaje, parecía como si el contacto de este hombre lo hubiese embrujado y que de ahora en más sólo sirviera para cumplir sus órdenes y deseos, traidor, una sonrisa cruzó su rostro cuando notó con la docilidad que podía moverme-Así que si no quieres que esto avance vas a tener que hablar-susurró estas palabras y luego mordisqueo el lóbulo de mi oreja
-Voy a hablar-soné convincente aunque no sabía muy bien lo que diría, tenía que alejarlo de mi
Me soltó y se separó, aunque no tanto como yo hubiese deseado, extrañamente mi cuerpo sintió la falta de la presión del suyo haciéndome sentir algo ¿Frustrada, enojada?
-¿Qué es lo que soy?-había dicho que sabía lo que era, bien quería escucharlo para así poder jugar mis cartas y largarme de allí
Una profunda y ronca carcajada rompió el silencio reinante ¿Qué le daba tanta gracia?
-¿Así quieres jugar? Bien, te diré que eres,-clavó sus ojos en los míos, ahora sólo había odio en ellos-eres una espía, una espía de mierda, pero una al fin
-No soy una espía-¿Cómo había pasado de ser una secretaria a una espía en menos de, no sé, dos horas?, comencé a reír descontroladamente, esto no tenía sentido
-Yo si fuera tu no me reiría tu situación es de por sí bastante mala, si lo hubiera ordenado ya estarías muerta, así que no te burles de mi-esta vez su voz se elevó, se había irritado y unas venas comenzaban a marcarse a lo largo de su cuello
-¿Por qué no lo has ordenado todavía?-sonaba más segura de lo que tendría que sonar cualquier persona a la que le acaban de decir que su vida pendía de un hilo
-Gasté demasiado dinero en ti, no puedo simplemente tirarte a los gusanos, pero si sigues en este plan de no cooperar-un largo suspiró inundó la habitación, demasiado sarcasmo de su parte-tendré que verme obligado a hacerlo
-No soy una espía, no lo soy-estaba empezando a desesperarme ¿Qué si de verdad me mataba? Tenía que impedirlo a toda costa
Metió las manos en los bolsillos del pantalón de su traje de tres piezas negro, ¿Recién ahora me doy cuenta de semejante traje? ¡Sí que soy idiota! ¿Qué clase de empleado podría llevarlo?
-Dame alguna prueba muñeca-tenía que dejar de llamarme muñeca, iba a cortarle sus partes nobles si lo escuchaba decirme así una vez más
-Llama a Van Morrison, trabajo allí-era mi empleo, alguien allí tenía que poder ayudarme
-¿Van Morrison Motors?-sonaba algo sorprendido, pero importaba poco y nada si me creía en este momento, tenía que hacer que llamara
-Llama y verás que no soy ninguna espía de mierda-mi mirada chocó con la suya, grises contra verdes, no iba a dejarme pasar por arriba, no esta vez
Sacó su celular y marcó unos números
-Comunicame con Van Morrison Motors de inmediato-en el momento que había dejado de marcar números en su teléfono su mirada volvió a chocar con la mía, mi carácter no había salido a relucir, todavía
-Buenos días, me preguntaba si la señorita Scarlett Lemmer se encontraría, soy su amigo y es urgente que me comunique con ella-,mentiroso, quería gritar para poder captar la atención de la recepcionista, tenía que saber que estaba aquí; él pareció leer mis pensamientos ya que tapó mi boca en el instante en que la idea cruzó mi cabeza-sí, Scarlett Lemmer-la persona del otro lado dijo algo que hizo que una sonrisa un tanto escalofriante se extendiera por su rostro-Oh, lo siento, debo haberme confundido, que tenga una buena tarde-¿¡Qué!?
En un segundo volvió a estar sobre mi, acorralandome, como un tigre acorrala a su presa
-¿Sabes qué me dijeron?-comenzó a morder suavemente mi mentón, mis piernas empezaron a temblar-que ninguna Scarlett Lemmer trabajaba allí
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600 Millions Dollars Auction-H.S
Fanfiction"¿Qué sucedería si de un día para el otro tu mundo no simplemente cambiara, sino que le perteneciera a alguien más? -Eres mi más reciente adquisición y no pienso dejarte ir -¡No soy una maldita cosa con la que puedes hacer lo que se te da la gana Ha...
