1.Ruidosa Tormenta

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El viento sopla tan estruendoso y silba al unísono de la lluvia.

Las pequeñas gotas acarician los rostros de algunas personas las cuales no pudieron auspiciar la tormenta que se aproximaba. Todos vestían tan ostentosos como si avecinara el evento de la noche. Muchos corrían como si sus vidas dependiera de ello.

Cada gota de lluvia que acariciaba mi piel queriendo invadir mi ser, deseosos de ser espectadores de lo que ocurriría muy pronto, me recargaba. Me emocionaba sentir lo mismo con una lluvia tornada en un maravilloso color carmesí.

Cada torpe intento del viento por querer despojarme de mi gabardina, me advertían no ir a ese encuentro, pero, ni aquellos susurros del viento podrían evitar lo que ya estaba sellado con sangre.

Observo todo a mi alrededor mientras voy a mi destino, pero, en el proceso; mi reflejo me obliga a detenerme en seco. Volteo a mi lado y ahí estoy. Cuan despreciable ser, como todos en este lugar.

En mi rostro se dibuja una leve sonrisa. Aquella que me acompañaba siempre cuando estaba a punto de cumplir aquel contrato. Todo por mantener el orden en este asqueroso lugar, asegurar mi lujosa vida, y así estar alejada de todos estas hipócritas y tontas personas.

Finalmente llego al callejón indicado. Espero pacientemente y cuando veo a mi objetivo, pongo mis lentes oscuros dirigiéndome hacia él; a pasos lentos para no alertarlo.

Extrañamente y por primera vez, algo me inquietaba. La debilidad que comenzaba amenazar mi cuerpo me turbaba. Decido detenerme al ver como se acercaba una anciana y dos jovencitas al tipo.

Mi sistema nervioso se dispara de manera muy extraña, y mis manos comienzan a temblar generando una alerta en mí. Tomo de manera automática el collar que rodea mi cuello y sujeto el dije con firmeza. Como si eso me pudiera dar la respuesta o calmar esta novedad en mí.

- No entiendo...-digo entre dientes- qué significa esto que sien...- Una voz llama mi atención

-¡Adelántese! Haré una llamada-grita aquel chico

Mientras él mantiene una conversación apresurada con alguien al otro lado de la línea, yo saco la foto que me dieron. La observo con cuidado y luego posó mi vista en el tipo de cabellos lisos y negros. Observo lo poco que la luz del faro me permite divisar de su rostro, para confirmar que es efectivamente la persona que estaba buscando.

Sonrío, olvidándome de todo lo que sentí en un principio. Él no podría esperar que una noche como hoy alguien tomaría lo que Dios le dio... La vida que él le arrebató a otros, sería tomada hoy por mí.

Saco de mi cinturón un arma y me aseguro que esté cargada. Me apresuro a ponerle el silenciador, pero repentinamente en el proceso, mientras me acerco al chico a pasos firmes y lentos, comienza a llover mucho más fuerte, el silbido del viento ingresa estruendosamente en mis oídos. La tienda donde él se encontraba ya estaba cerrada. Solo le protegía una muy pequeña carpa que cubría el lugar, entendiendo entonces su gesto de molestia de hace un momento, al final él no tenía de otra; mas que esperar allí la muerte, sin previo aviso.

Observo como guarda su teléfono celular y concluye su llamada mientras observa detenidamente el cielo- lo miro mientras me aproximo, él maldice en bajo, entre la luz del faro y los relámpagos puedo notar su frustración.

El clima está expectante de lo que se derramará en esté lugar.

Oculto mi arma dentro del bolsillo de mi gabardina y me acerco al tipo.

-¿Henry Logan?-el chico se voltea para verme con sus ojos brillantes y expectantes. Lo observo a través de mis lentes y luego le regalo una minúscula sonrisa trazada en mis labios.

AMOR LETAL - EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora