─ ¡Bagels~! ─ Sonreía emocionado el albino saliendo de un pequeño supermercado con una bolsa que contenia aquel azucarado dulce que tanto amaba.
La noche no era ni fria ni calurosa, era una noche templada, en donde podía apreciar las estrellas brillar y las calles totalmente deshabitadas, después de todo eran aproximadamente las 12 pm, en donde solo las almas en pena salian para llorar, o eso queria creer en mi ardua caminata hacia mi hogar.
Y allí estaba, en un parque hincado en donde la lámpara le iluminaba, se encontraba Hinata.
─ ¿H-Hinata-kun? ─ Susurré suavemente acercandome hacia el reciente nombrado con preocupación.
─ ¿Komaeda?. ─ Volteó levemente el castaño con pequeñas lágrimas en los ojos sin dejar de acariciar a aquel peludo animal siamés que yacia en el suelo sin respirar. ─ Unos niños lo mataron. ─
Quería decirle que no llorara, decirle que lo que esos chicos le hicieron a ese gato no importaba. Pero una parte de mi sabia que sí era importante, o talvez porque sabia que a Hinata le importaba. Y de cualquier forma, no servía de nada decirle que no llorara, porque sus expresiones decian que lo necesitaba, simplemente era así.
─ ¿Me ayudarías a enterrar al gato? ─ Murmuró con dolor y lágrimas recorriendo sus mejillas fijando su vista nuevamente en aquel gato siamés que yacia sin vida.
─ Claro. ─ Sonreí levemente tomando su hombro en señal de que no necesitaba sentirse solo, no conmigo.
Después de un arduo trabajo por parte de ambos, y un reciente hoyo en la tierra bajo un gran laurel de flor, pusimos al gato en aquel agujero y lo enterramos.
Ninguno de los 2 dijo una sola palabra por unos instantes, de repente Hinata estaba llorando de nuevo. Y de cierta manera me sentí cruel porque no tenía ganas de llorar, en realidad no sentía mucho por aquel felino, no para llorar. Sé que el gato no merecia que su vida acabara por simple diversión de un par de niños, pero aún así era un gato entre muchos, y talvez en estos momentos esten naciendo nuevos gatos en algún lugar del mundo.
Allí me di cuenta que yo era más duro que Hinata. Lo más seguro era que había tratado de esconderle esa dureza porque en verdad queria agradarle y quizas eso esta bien, pero hoy me dí cuenta que la suerte no estaba del todo de mi lado, yo era cruel en cierta manera, quizas a Hinata le podría encantar el hecho de que yo era cruel de esa manera, así como a mi me gustaba el hecho de que él no fuera cruel.
─ Gracias. ─ Soltó repentinamente rompiendo el silencio sin dejar de mirar aquella tumba del felino.
─ Esta bien, fué agradable ser de ayuda. ─ Sonreí levemente dejando encima de la tierra recien puesta una flor que yacia en el pequeño jardín del parque. ─ ¿Quieres hablar? ─
─ No. ─ soltó sin dejar de mirar aquella tumba.
─ ¿Quieres que me vaya? ─ Susurré con temor viendo su expresión de sorpresa y su negación con la cabeza.
─ Hinata-kun, ¿tienes miedo a ver un cuerpo inherte? ─ Susurré levemente mirando hacia el castaño que se secaba sus lágrimas con la yema de los dedos.
─ No. ─ Soltó.
─ No le tienes miedo a nada. ─ Reí levemente ante mi comentario.
─ Le temo a muchas cosas Komaeda. ─ Podría haberle preguntado después "¿qué?, ¿a qué le temes?" Pero en ese momento supe que aunque lo hubiera hecho, no me hubiera respondido.
─ No merecia una muerte así. ─ Soltó adolorido con lágrimas a punto de salir nuevamente.
─ No, pero al menos ya no estará sufriendo de hambre, esta en paz ahora. ─ Susurré consolandolo con caricias en la espalda, talvez no sea tan cruel después de todo.
─ La vida es muy cruel, el gato, el ser completamente inútil a pesar del esfuerzo que haces. ─ Susurró para después morder su labio inferior para evitar llorar.
No iba a negar que la vida es cruel, que las personas que sin tienen talento podian ser mejores en muchos aspectos, pero para mi, aquel chico que esta parada a un lado lo es todo para mi, y lo hizo sin ningún esfuerzo. ─ Tú estas bien como eres Hinata, no te sobreesfuerces, se que podrás lograrlo. ─
─ G-Gracias. ─ Soltó desviando la mirada rápidamente para evitar que viera el rubor en sus mejillas, pero no se percató de que estaba sonrojado hasta las orejas.
─ Hinata-kun puede ser muy lindo cuando se lo propone. ─ Reí con emoción sacando un bágel de aquella bolsa de plástico para darselo cordialmente.
─ No soy lindo. ─ Hizó leves pucheros para luego reír y tomar aquel postre azucarado. ─ Gracias diabético. ─
─ Estoy acostumbrado al azúcar, aparte ese es integral. ─ Me sonrojé al ver su sonrisa mientras veía fijamente el empaque. ─ Me alegro. ─
─ ¿Sabes que me gustan de los gatos?, porque ellos me enseñaron que es sobrevivir y ser libre. ─ Susurró con una sonrisa para luego mirarme a los ojos. ─ Es tarde, nos vemos mañana Komaeda-kun, y gracias. ─
─ Si, nos vemos en la escuela. ─ Pude divisar que una pequeña lágrima traicionera le caía por la mejilla, a la luz del crepúsculo y en aquella noche estrellada parecía un río calmado y lleno de nostálgia, después de todo, el chico que me gusta es del tipo que lloraba por la muerte de un felino.
Le dijé adiós con la mano, y el tan solo se dedicó a mover aquel sobre con un bagel dentro hasta que la oscuridad de las calles cercanas se lo tragó por completo.
Por alguna razón pensé en los gatos, y en el significado de su existencia, aquellos pequeños animales que parecian no tener un significado para mi, Hinata tenia una respuesta completamente clara. Aún no tenia la idea de por qué existian y jamás me habia hecho tal pregunta.
La respuesta de Hinata me hizo sentido. Si estudiaramos más nuestro alrededor nos dariamos cuenta de muchas cosas, aún si soy un chico con mucha suerte ¿cual era mi respuesta? ¿por qué no tenía respuesta?, y ¿por qué sería que algunos tipos tenían lágrimas en ellos como para este tipo de cosas y otros no tenían lágrima alguna?, Distintas personas vivian por distintas reglas, esa fué mi deducción.
Cuando llegué a casa, me recosté en mi cama mientras disfrutaba de cada bocado azúcarado de lo que habia comprado, me sentía solo. A veces me gustaba estar solo, quizá más de lo que deberia, pero desde que conocí a Hinata, una parte de mi tenia miedo de sentir aquella soledad que tanto amaba.
En ese momento me imaginé a Hinata sonriendo y pensé mejor sobre él, y me pareció que aquella sonrisa era un mapa del mundo, un mundo sin oscuridad.
《 Wow, ¿un mundo sin oscuridad y lleno de esperanza?, dime Hinata ¿qué podía ser más bello que eso? 》
Debo admitir que este es de los capítulos que más he amado escribir, ya que me inspiré en mi libro favorito sisi ;;, espero les haya gustado este capítulo tanto como a mí.♡
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【 ƒяαgмєηтs σƒ нσρє 】✘#HopeAwards✘
Fanfic- Lo que el mundo necesita es esperanza pero en mi caso, ¿cuando empecé a necesitar de Hinata?. - ✄ Komaeda Nagito. 《 ʟɪʙʀᴏ ᴋᴏᴍᴀʜɪɴᴀ/ʜɪɴᴀᴋᴏᴍᴀ. 》 ✗ Contendrá Yaoi (ChicoxChico), Si no te gusta, no leas, si es lo contrario, disfruta.✗ ▪Bella portada h...