XII

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Salimos de casa y comenzamos el caminar hacia el pueblo. Llevábamos ya treinta minutos de camino silencioso cuando Leliel decidió hablar:

-    No deja de sorprenderme – dijo en un suspiro

-    ¿A qué te refieres? – pregunté desconcertado

-     A este bosque – dijo sonriendo – es hermoso

-    ¿Acaso no tienen bosques es tu ciudad? – dije mientras la veía

-    Hmm – dijo cambiando su expresión a una más seria- pues si, pero nada tan grande ni con flores tan hermosas como las que crecen aquí –

-    Mientas estés aquí puedes disfrútalas tanto como quieras – dije mirándola a los ojos

-     Si... Mientras esté aquí- respondió pesadamente mientas suspiraba nuevamente – Así será

-   

Y así de repentinamente como inicio la conversación de la misma manera termino. Continuamos caminando por la larga vereda llena de flores que conecta con el camino principal del pueblo; este camino era mas ancho y estaba empedrado con rocas de varios colores y tamaños, a los lados habían unas lamparas impulsadas por magia que se encendían con la falta de luz solar y las mismas flores hermosas y coloridas adornaban los lados del camino. Caminamos otros veinte minutos hasta llegar a la plaza del pueblo, en el esta se encontraba llena de pequeñas tiendas y puestos llenos de todo tipos de cachivaches y comida, todos lo olores llegaban a mi nariz y provocaban en mi mucha hambre. Caminamos por toda la plaza mientras admirábamos la hermosa fuente que se encontraba en el centro de la plaza del pueblo, decorada con piedrecitas de colores y pequeños peces. seguimos nuestro camino y cuando llegamos nos detuvimos en seco. Era un edificio gigante, hecho completamente de mármol, techos altos decorados con laminas de oro y arabescos, tenia tres camaras, una donde los concejales se reunían a diario, la segunda era donde se llevaban a cabo los juicios y el ultimo era el salón mas grande y decorado, en este se presentaban las nuevas leyes y se celebraban las nupcias.

-    Ya estamos aquí- dije - ¿ entramos?

-    Si... - dijo Leliel temerosamente-

-    No dejare que nada te pase – dije mientras tomaba su mano y la miraba a los ojos- no dejaré que nadie te aparte de mi lado – pensé

-    Esta bien- dijo apretando mi mano – entremos

Mire el portal de mármol tallado con diseños de plantas y hojas, dos estatuas se encontraban a los lados de el portal una de una mujer y una de un hombre ambas talladas en piedra y en el centro del portal la frase "la verdad lleva a la libertad".

Entramos al salón principal que era donde se separaban las entradas a las cámaras de los jueces y en esta nos encontramos con uno de los concejales que yo conocía.

-    Concejal Evrawa – dije – Es un gusto saludarla. –

La concejal Owein Evrawa era una de mis compañeras de la escuela militar, ella había decidido pasara ser parte de la política de nuestra ciudad para poder ayudar a todas las personas que habían sido violentadas de una u otra manera. Era una mujer de tez morena, cabello negro recogido siempre recogido en una cola de caballo por una cinta roja, su nariz era pequeña y respringada, sus ojos eran verdes y con forma de almendra, su boca era pequeña y siempre pintada de rojo y era delgada y de estatura promedio.

-    Ezra – dijo ella – ha pasado mucho tiempo. Pero por favor no seas tan formal, llamame por mi nombre. –

-    Claro, Owein- respondí vencido- ¿Cómo has estado?

-    Pues muy bien – dijo - ¿Quién es ella?

-    A cierto lo había olvidado – dije apenado mientras rascaba mí nuca- ella el Leliel. Leliel ella es Owein Evrawa, una amiga de mi infancia y ahora una concejala. Owein ella es Leliel Cardif mi novia -

-    Mucho gusto – respondió Leliel mientras extendía su mano para saludarla

-    El gusto es mío Leliel- dijo mirándola- ¿Y... Que los trae por aquí? Dudo que esta sea una una visita puramente social.

-    Pues estas en lo correcto- dije mirandola y poniéndome más serio- nos han atacado mientras estábamos en la mansión-

-    No puedo creer que alguien haya sido tan estupido como para atacarte en tu casa – dijo ella poniéndose sería

-    Y no fue sólo una persona, Owein, fue un pequeño pelotón de ataque militar-

-    ¿Están muertos, cierto?- dijo sin mirarme mientras soltaba un suspiro

-    Así es- respondí secamente- yo los mate

-    Pues estabas en tu derecho, ellos sé adentraron a tu territorio con malas intenciones. –

-    Pero el problema es ... -

-    ¿El problema es?

-    Qué era Crigger – dije suspirando

-    Ese sí podría ser un problema- dijo Owein- ustedes ya habían tenido más de un altercado y que este haya terminado de esta manera no da buena fe de tu comportamiento. Todo iba tan bien, no podías solo mandarlo a la mierda; eso habría solucionado muchos problemas que se te vendrán encima- dijo sobándose la sien – veré que se puede hacer, hare hasta lo imposible para probar tu falta de premeditación en lo que ocurrió pero debes de prometerme que me dirás exactamente porque estaba Crigger en tu casa. Aunque no ahora, hay demasiados ojos aquí y tú tienes una reputación que cuidar. – dijo viéndome fríamente a los ojos.

-    Asi lo hare, te diré todo a su respectivo tiempo. – dije mirandola- Ah y saluda a Nazir de mí parte-

-    Lo haré- dijo sonrojándose

-    Adios Owein- dije riendo

-    ¿Cómo lo sabías? – dijo derrotada

-    Has mirado la hora al menos cinco veces mientras hablábamos y llevas puesto maquillaje- dije riendo

Ella se sonrojo nuevamente, luego se despidió de mi y de Leliel y corrió hacía lo qué seguramente era su salida con Nazir. Ella siempre lo había amado, aún incluso cuando el y yo salimos, ella nos había apoyado aunque para ella fuese doloroso y ahora ella tenía una oportunidad para poder estar con quien ella amaba.

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2017 ⏰

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