Hoy era el último día que estabamos en Londres, me entristecía pero a la vez también me alegraba porque iba a ir a conocer al tío de Harry y finalmente me volvería a reencontrar con Taylor.
Harry, acepté ser su novia y durante todo este tiempo había ido bien; el problema era que cuando volvieramos a clases Camila estaría dispuesta a hacernos la vida imposible, pero eso me daba igual.
“Alison, tenemos que irnos." informó Harry
“Ya voy."
Cerré mi maleta, abrí la puerta de mi habitación y dejé la maleta en el pasillo y fue a buscar a Harry a su habitación.
“Hey" le saludo y le doy un beso en la mejilla
“Hola" contesta con un tono de voz neutro
“¿Qué te pasa?" digo y apoyo mi mano en su hombro
“Es difícil para mi...ya sabes, presentarte a mis tíos; no estoy acostumbrado supongo."
En cierto modo ahora mismo estoy pensando que a Harry le averguenza estar conmigo así que necesito que me responda a mi duda.
“Harry, ¿no será que te averguenzas de salir conmigo?" solté y retuve el aire unos segundos antes de conocer la respuesta
“¿Qué? ¿Cómo se te ocurre decir eso? Te quiero Ali, y por supuesto que no me averguenzo de ti; porque eres la novia más inteligente, dulce, adorable, guapa que he tenido nunca.
Mi corazón se para ante esas palabras, Harry realmente me quiere y yo me siento abrumada por todos los calificativos con los que me ha descrito.
“Te quiero Harry." agrego y le beso suave y dulcemente.
El beso es lento y mis labios no pueden desprenderse de los de Harry, es como si los necesitara como al oxigeno para vivir.
Harry rompe el beso y junta nuestras frentes, su nariz roza la mía y me mira a los ojos con sus verdes esmeraldas.
“¿Te había dicho alguna vez que tienes los ojos más bonitos que he visto nunca?" dice y sonrie
No digo nada; me quedo callada ya que nunca me habían dicho algo así.
La mayoría de las veces, cuando miro a la gente a los ojos, siempre veo ojos verdes como una esmeralda, azules como el mar más profundo o grises, grises como el color de las nubes un día lluvioso. Esos son los colores que más llaman la atención, nunca me he parado a ver unos ojos marrones porque siemplemente no tienen nada especial; por eso los mios son así, no soy especial.
“Alison, se lo que estás pensando y dejame decirte que:
De esos ojos marrones
cual roble al nacer
surge una mirada fija
que penetra en mí ser
A esos ojos brillantes
cristalinos de agua
los contemplo admirado
y encandilan mi alma
Desnuda esa mirada
tan especial que tienes
recorre mis pupilas
y sabré lo que sientes
Son tus ojos hermosos
que inspiran mi mente
grandes y brillantes
como un sol naciente."
Dios ¿cómo? en tan poco tiempo Harry me había conocido tan bien, tanto como yo misma lo hacía. Este hombre era increíble y cada día lo amaba más.
“Será mejor que nos vayamos." sugiero y entrelazo mi mano con la suya.
“Si, vamos."
{…}
El avión ya había aterrizado en Phoenix y estabamos recogiendo las maletas para esperar al tío de Harry que venía junto con Taylor.
“Estoy nerviosa." reconozco
“Estaremos bien, les encantarás."
Esperamos unos diez minutos y vemos entrar a Taylor junto con un hombre trajeado de cabello cobrizo y ojos grisáceos.
“¡Parejita!" gritó Taylor abalanzándose sobre nosotros literalmente.
“Yo también me alegro de verte Taylor, pero no me dejes sin aire." río
“Hola Harry." dice el hombre sonriendo
“Hey tío Max."
“¿Qué tal todo?" pregunta
“Bien..."
“Oh perdona, ¿tu eres Alison no?" me pregunta
“Si...encantada." comento nerviosa.
“Igualmente"
Salimos del aeropuerto, nos subimos al coche y nos ponemos rumbo a casa de los tíos de Harry.
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