Ya pasaron algunos años desde que Matt Murdock dejó de ser Daredevil, pero al ver que la ciudad esta en caos tiene que regresar a ponerse el traje mientras intenta detener a la mafia, sin embargo se llevara muchas sorpresas y obstáculos en el camino...
Era un día común en mi querida y peligrosa ciudad Hell's Kitchen, yo regresaba del trabajo como siempre, pero esta vez sería diferente, pues en esta ocasión salí más tarde de lo normal por el trabajo recargado que tuve, me había quedado tiempo extra en la oficina para terminar de archivar algunos documentos de nuestros clientes, necesito dejar todo ordenado para dejar una buena impresión a cada uno de los nuevos clientes que llegan aquí, ya que no son muchos.
Ya era cerca de la 1 a.m. cuando recién estaba llegando a mi vecindario. Necesito llegar deprisa a mi hogar y aprovechar el poco tiempo que me queda, dormir bien es primordial para comenzar un buen día con todas las energías.
Mientras caminaba escuché a una mujer a pocas cuadras gritar "Auxilio", algo en mi quería ir a ayudarla pero yo no tenía mi traje de DD(Daredevil) y ya había dejado de pelear contra el crimen por las noches desde hace 2 años aproximadamente. Hací que ignore el llamado de auxilio, seguí caminando mientras algo en mi se sentía mal por no auxiliar a la pobre mujer, al parecer ya no había rastro de ese justiciero nocturno en esta ciudad. Ahora solo soy un abogado ceguera que no puede hacer mucho más que estar en la corte combatiendo con la ley.
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-A la mañana siguiente-
Temprano dirigiéndome al trabajo escucho algo que llama mi atención, un televisor de una tienda cercana a la parada del autobús estaba pasando el noticiero matutino: "La delincuencia en Hell's Kitchen aumentó en un 43% estos últimos años y las autoridades no reaccionan, hasta cuando estaremos así, necesitamos un cambio en esta ciudad llena de corrupción".
Quizás retirarme de patear traseros criminales por las noches no fue la mejor decisión que tomé, pero ser DD era muy complicado, y yo solo quería una vida tranquila.
Una noche mas el Diablo de Hell's Kitchen brilla por su ausencia mientras los criminales siguen haciendo de las suyas por las oscuras y peligrosas calles de mi ciudad...
-Un día después-
Volvemos a comenzar con la misma rutina de levantarse, ducharse, desayunar, trabajar y luego regresar a casa. No soy el mejor abogado de la ciudad pero no puedo quejarme, clientes no me sobran pero tengo los suficientes para solventar mis gastos primordiales, a veces la corrupción interfiere en la justicia pero yo no puedo hacer más que observar y usar las palabras a comparación de Daredevil que él no tiene restricciones para hacer justicia con sus propias manos.
Que nostálgico me pongo al recordar toda la justicia que imponían mis nudillos ensangrentado...
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