Una esperanza en medio del dolor

Capítulo I

Hoy vengo con una nueva historia, espero les guste. Cualquier critica constructiva la pueden dejar en los comentarios.

Todos los derechos de los personajes son para Robert Tapert, Sam Raimi, Universal y Renaissance Pictures. Yo solo aquí quice dar un final distinto a esta serie que nos dejó dolidos en lo más profundo de nuestros corazones, con ese horrendo final. Sin más los dejo leer.

Capítulo I

Estaba parada sosteniendo las cenizas de Xena y acariciándolas con mucho cariño mientras miraba el horizonte en ese barco que me llevaría a emprender un nuevo camino que me embriagaba de una tristeza enorme en el alma y en el corazón. Tenía a mi lado a Xena, que como yo, miraba el horizonte y me tenía abrazada por el hombro, yo la seguía sintiendo como si siguiera en carne y hueso, sentía su amor hacia mí, sentía su tristeza, mismas emociones que yo también sentía, aunque acompañado con algo de enojo porque había decidido dejar de vivir, dejar lo nuestro de lado. Sabía que lo hacía por el bien supremo y por las almas de esas personas para que pudieran estar en paz, pero no se puso a pensar que logrando la paz de esas personas me quitaba la paz a mí y junto con ellos desgarraba mi corazón, dejándolo triste y adolorido, algo que deseo nunca alguien jamás lo pase. Pero justo en este momento, ella estaba a mi lado, podía sentirla todavía, eso por ahora me daba algo de tranquilidad y no sentirme tan desesperada, pero ¿Cuánto duraría? ¿Ella en verdad podía quedarse conmigo así siempre? ¿Yo quería verla como un fantasma, el cual nadie más podía ver?, No podríamos nunca más pasar aventuras juntas y nunca más podríamos hacer planes juntas, me sentía acompañada y sola a la vez, nunca nada podrá volver a ser lo mismo.

Mi mente estaba muy confundida, llena de preguntas sin respuestas y mi corazón lleno de dolor. Tenía que hablar con Xena y decirle alguna de estas inquietudes, quería saber que me diría ella a estas cosas, ella siempre lo sabía todo, siempre tenía una respuesta acertada a todas mis preguntas que me dejaba tranquila y con una paz enorme.

- ¿Xena?
- mmm...¿Qué pasa?
- ¿En verdad fue tan necesario lo que hiciste? ¿Valía perder tu vida, todo lo nuestro y nuestros planes por aquello? ¿No había otra manera de ayudar a esas almas? - Respondí con tristeza en mi mirada y mi voz.
- Créeme si hubiera habido otra manera de salvar esas almas lo hubiera echo, no hubiera querido por nada dejar lo nuestro, perder mi vida, perderte, hacerte el daño tan grande que te estoy haciendo. -Me miro intensamente, también con tristeza en sus ojos.
- ¿Sí sabías que me harías tanto daño con esto, porque decidiste hacerlo? Se que el bien supremo es muy importante para nosotras pero tanto tú cómo yo sabemos que la una para la otra es más importante aún que todo aquello, y esta vez decidiste pasarme por alto, no pensar en mí. - La miré con enojo y luego voltié la mirada.
- Gabrielle mírame. - Me hizo mirarla y veía aún más tristeza en su mirada.
- No me olvidé de ti, no decidí dejarte de lado, no podría nunca sacarte de mi alma y mi corazón, estás demasiado dentro como para lograr aquello, es más grande de lo que puedo controlar. Hacer esto me dolió tanto como a ti, sabía que desgarraba nuestros corazones con aquello, pero no había otra solución, no podía solo darme media vuelta y olvidar a esas almas, no podría ser feliz contigo así simplemente y olvidarme de aquello. Tú me enseñaste abrir mi corazón, a tener conciencia y sentimientos, que por años los olvidé y que creí que ya ni tenía, me enseñaste que los demás importan también. - La mire con los ojos llenos de lágrimas, quería contenerme pero no podía, este dolor era más grande de lo que podía controlar, se me escaparon unas lágrimas que ella limpió con delicadeza. Yo la abrace con todas mis fuerzas y ella lo hizo igual, también sentía que ella estaba llorando aunque no podía verla porque tenía mi rostro apoyado en su pecho.
- Lo siento, se que tienes razón, se que aunque se me haya partido el corazón, tenías que hacerlo. Sólo necesito saber algo ¿Podrás quedarte conmigo siempre como ahora?
- Siempre estaré contigo, te lo dije antes y te lo repito de nuevo, nunca podría dejarte. - Me lo dijo señalando su corazón y el mío, con un infinito amor en su mirada, esa mirada celeste como el mar que me hace desfallecer y mi corazón grite de amor.
- Eso lo sé, pero me refiero a que ¿Podré seguir tocandote? ¿Podré seguir viendote?- Me miro con tristeza.
- La verdad no lo sé, creo que esto que está pasando ahorita es momentáneo, no sé cuánto dure, es posible que sea por el agua sagrada que me diste o porque nuestra conexión es tan fuerte que no hay forma de que nos separemos y por eso sigo aquí, pero por lo que sea que esté pasando me siento en parte feliz porque no me quería ir y me quiero quedar así como ahora junto a ti. - Tomé su rostro en mis manos y la acerque a mí, la bese con toda la desesperación que sentía en ese momento, mientras algunas lágrimas furtivas seguían cayendo. Ella me abrazo fuerte y me acerco a su cuerpo e hizo el beso más profundo e igual de desesperado que el mío, podría haberla seguido besando mucho más rato pero tenía que respirar, ella seguía tan normal besándome y eso me hizo darme cuenta que ella ya no necesitaba respirar como yo, cosa que me trajo a la realidad y a la tristeza de saber que ella ya no seguía viva. En ese momento pasó una idea por mi cabeza, era loca pero por un momento esa idea me hizo tener un poquito de esperanza, me separé de Xena suavemente y la mire profundamente.
- ¿Qué pasa Gabrielle? - Me miraba confundida, ella me conoce demasiado y sabía que algo pasaba por mi mente en ese momento.
- Es solo que se me ocurrió una idea, es loca, lo sé, pero quien sabe funcione. Ire a buscar a Eva y me ayude a contactar a Eli también.
- ¿Y eso para qué? Me miro aún más confundida.
- ¿Es que acaso no te has dado cuenta? Eli nos trajo de vuelta esa vez que fuimos crucificadas por César, yo estoy segura que el podría encontrar una solución a esto, se que podría regresarte. - O eso espero-
- Gabrielle esto es distinto, yo tengo que estar muerta para que esas almas estén en paz.
- Pero esas almas ya deben estar en paz y felices, has muerto, no creo que sí regresaras pasara algo con esas almas. Además que Eli estaría con Eva, ambos podrían ayudarnos, se que ellos podrían encontrar una solución, yo sé que tu hija cuando se entere de esto no tendrá ningún problema en ayudarnos. - Me miraba todavía confundida pero veía en ella también ese amago de esperanza en medio de su mirada.
- Eso lo se, pero ¿Crees que funcione?
- No lo sé, siento que si podría ser, hay que ir a buscarlos lo antes posible, mientras todavía pueda verte y sentirte. Recuerdo que Eva dijo que iría a Chin y no está tan lejos de aquí, hasta me parece que una de las paradas de este barco es allí. - Le sonríe como no lo había hecho en los últimos días.
- Ojalá esto funcione, nada más me haría tan feliz que saber que puedo regresar y estar contigo, esta vez si para siempre. - Me brindó una enorme sonrisa a la que respondí con un fuerte abrazo, y con una esperanza en el corazón.

Continuará...