Capítulo IV

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Estaba envuelta en mis pensamientos por el acto que acaba de cometer, maldiciendome por aquello, el miedo de saber que estaba perdiendo a Xena por hacer esto me quemaba el alma, me sentía morir, no quería perderla y menos por una estupidez, no podría vivir con aquello. Por estar tan ensimismada no había notado que la chica que ayudé ya no estaba, ni me había dado cuenta de que habia pasado con ella. Eva se sentó a mi lado y me acario la espalda con aprecio.

- Cometiste un error, pero es solucionable, puedes volver al camino pero está vez poner el empeño necesario para no descarriarte. Si quieres lograrlo debes dejar de lado el usar la violencia como primera opción. Se que en este mundo hay gente de todo tipo, pero siempre las palabras pueden surtir efecto si las dices de manera correcta, el poder de las palabras es superior al de la violencia y si todo el mundo lo comprendiera estaríamos mejor. - Yo la escuchaba aunque mi mente seguia recrimandome por lo que había hecho y con todos los miedos que me vinieron de golpe con eso.
- Lo voy intentar otra vez, y lo voy a lograr a como de lugar. - Le lance una mirada con determinación. - ¿Por cierto donde esta la chica que ayudé? - Miraba para todos lados y no la veía.
- Hace un momento que se fue, después de que te abrazó llorando se despidió de ti agradeciendote. Tu estabas tan metida en tus pensamientos que ni te inmutaste.- Tampoco veía a Xena por ningún lado. Me paré de súbito asustando a Eva.
- ¿Donde está Xena? - Caminé por todo el callejón y no la veía por ningún sitio. Cuando estaba por salir de el, la ví regresando.
- ¿Donde te habías metido? - La miré con reproche. - Sabes que no me gusta que te vayas sin decir nada, me asusta de sobre manera.
- Lo siento, se que no podía defender a la chica, por eso pensé que podía hacer otra cosa para colaborar. Seguí al chico que se había ido corriendo, no vive muy lejos de aqui, deberían avisar a las autoridades del lugar lo sucedido para que les hagan un juicio.
- Si, vamos a hacerlo, que las autoridades del lugar se encarguen de que paguen por sus delitos.

Con ayuda de Eva llevamos al chico donde las autoridades de la ciudad, les contamos lo sucedido y les dijimos donde encontrar a su complice. Ellos quedaron en encargarse de todo y que a primera hora de la mañana les harian un juicio. Nos preguntaron si podríamos estar ahí y testificar lo que vimos, cosa que aceptamos, porque sin pruebas serian liberados. También buscarían a la chica que había sido atacada para que testificara.

Como ya era bastante tarde nos fuimos a acostar, me sentía tan enojada conmigo misma, tenía todo controlado, estaban yendo las cosas excelente, era cuestión de marcas y tendría a Xena de vuelta, pero como siempre lo arruiné todo. ¡¡¡Porque tenía que ser así y porque tenía que usar la violencia!!! En esos momentos recordé tantos años atrás cuando por primera vez me unia al camino de Eli y sin que me costará tanto dejé todo indicio de violencia y por un buen tiempo pude manejar todo de manera tan pacífica. ¿Porque ahora no podía?, ¿Porque se me hacía tan difícil?, mi cabeza era un solo de confusión, estaba mortificada. Sino lograba calmar y sacar completamente de mi el usar la violencia por cualquier causa podía caer y recaer constantemente ante cualquier acto que vea, así no iba a lograr nada, estaba tan molesta por mi falta de autocontrol en estos momentos. Xena estaba a mi lado, no me decía absolutamente nada y eso me preocupaba.

- Lo entiendo si estás molesta conmigo y no quieras hablarme. - Miré hacía el suelo mientras caían lágrimas de mis ojos. Me sentía tan culpable y entendía el enojo que pudiera sentir Xena hacía mi, no sería más de el que yo sentía por mi misma. Una mano tomo mi barbilla y la levantó.
- No estoy molesta contigo. Esto que sucedió con la chica fue tan horrible que no esperaría un acto menor al que hiciste, de echo me siento orgullosa de ver como la defendiste. No me importa sin con eso se retrasa mí regreso. - Me miró con cariño. - Quiero que sepas que no me haría feliz ver como hay injusticias en el mundo y no se hace nada. Si se logran solucionar las cosas hablando como dice Eva, estara muy bien, pero sino, no quiero que te quedes sin hacer nada solo por verme de regreso. - Me acariciaba el rostro mientras limpiaba las lágrimas restantes que quedaban en el.
- Claro que importa, ya hemos sufrido tanto, merecemos estar juntas por una vez en la vida y ser felices. Y si vamos a peliar por causas justas será cuando regreses y las combatamos juntas. Yo no quiero seguir sola. Date cuenta que si ahora soy lo que soy es gracias a ti, tu me has ayudado tanto, me has ayudado a madurar, me has salvado la vida tantas veces, me has mostrado el mundo, he visto como es la vida de verdad y no con los ojos de una chiquilla aldeana que no se daba cuenta de lo dura que es la vida y de todo el tipo de gente que está afuera. Me has enseñado a ser fuerte, a defenderme y valerme por mi misma. Ahora no me pidas que te olvide y solo decida defender a los demás acosta de nosotros, ya no, esta vez solo importas tú, está vez yo seré la que te salve y te voy a traer de vuelta conmigo, amor. - Le empecé a acariciar el hombro y le sonreía tratando con ambos actos de demostrar cuanto la amaba y que daría todo por ella y por regresarla.
- Tú me has dado más de lo que piensas, tu me has convertido también en lo que soy ahora, un ser humano capaz de dar amor, eres mi luz y encerraste muy dentro mío con miles de llaves a esa bestia maligna que me convertía en un ser horrible sin sentimientos y con ancias de dañar a los demás. Por eso te amo tanto, has hecho más por mi que yo por ti, no me debes absolutamente nada, yo te debo a ti todo. Es por lo que te decía esto, no quiero que por mi vayas más allá de lo que puedas o sientas que es correcto o no.
- Xena no lo hago por un sentido de deber, lo hago porque te amo, te quiero conmigo, quiero de vuelta nuestra vida juntas. ¿Es que no lo entiendes? - La miré entristecida.
- Claro que lo entiendo, pero tenía que decirte lo anterior, no quiero lastimarte más haciendo cosas que te están causando tanto daño. Verte frenar tu voluntad por mi, verte sufrir.
- Yo no sufro por tener que frenar mi sentido del deber, sufro porque nuevamente siento que soy débil y no puedo autocontrolar mis impulsos, pero ya no hablemos más de esto, te lo digo en serio, para mí eres lo más importante y te voy a traer de vuelta ¿Me oiste? No volveré a equivocarme o recaer. - La miré lo más sería posible para que supiera que lo decía de verdad y que lo iba a cumplir.
- Si te oí y gracias por todo esto que estás haciendo, no acabaré esta vida de agradecerte todo lo que haces, amor. Y cuando vuelva haremos todo lo que tú quieras e iremos donde tú quieras, quiero ver una sonrisa en tu rostro todos los días. - Me regaló una sonrisa tan bella que ahora quería llorar de emoción.
- Y así será, con solo tenerte a mi lado tengo la felicidad completa para cada día de mi vida. - Nos acercamos y nos dimos un beso. Fué tan delicado pero lleno de amor, amor que brotaba con la misma intencidad de parte de ambas. Después me quedé dormida mientras Xena me abrazaba y mecia.

Una esperanza en medio del dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora