|CAPÍTULO 5|

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Dedicado a @Pandicornio041200




Mis fantasías se acumulan al grado de hacerlas realidad involuntariamente — Josué

June

La tarea que el profesor de teatro nos había dejado me había puesto en problemas. Él quería que sus alumnos sintieran el miedo y la preocupación para así en un futuro pudieran actuarlo sin necesidad de ayuda o en este caso una "motivación".

— vamos June solo falta un escalón más — claro, solo faltaba un escalón para mi muerte segura.

— J-Joel ¿por qué no p-probamos con otra cosa? — este sonrió y negó.

— hay una cosa a la cual tú le tienes mucho miedo y esa es...

— ¿cómo abriste la puerta del club de natación? — en efecto, Joel Matthew West me había convencido a venir de nuevo a la escuela para afrontar mi miedo al agua. Ese tonto me las pagara.

5 horas antes.

Mi madre puede ser predecible a veces. Mientras curaba la ceja de Joel, esta me hablo deseándome buena suerte con la "pijamada" de hoy, después de colgar, Joel me dijo que le había mandado un mensaje para quedarme con el todo un mes, dudo que pueda durar todo eso con él.

— Tu cuarto sigue dándome escalofríos — este solo me miraba como si fuera algún genio o deidad. En cierta forma debía de sentirme alagada por las 1026 fotos pegadas en su pared, por las "colecciones" que tenía en su armario o por el posible álbum que aún seguía en proceso. Joel podía ser muy acosador a veces para no decir siempre.

— ¿te gusta? Agregue más fotos hace 2 días — y vaya que lo hizo, por un momento me sentía una celebridad de ver mi rostro en cada rincón del lugar. — ¿tienes sed? — asentí mientras tiraba el algodón que había utilizado. Joel se levantó de la cama y salió del cuarto cerrando la puerta tras de él.

El cuarto de el parecía una fortaleza, tenía como 3 seguros en la puerta, las paredes tenían ese plástico para que los ruidos no salieran del lugar, y como si fuera poco, las ventanas eran polarizadas y aprueba de todo.

¡¿A DONDE COJONES COMPRÓ LAS VENTANAS?!

— Esto está de locos — la puerta se abrió dejando ver una cabecita rubia muy curiosa, sus ojos eran claros tal y como la señora Rosemary. — hola Oliver ¿quieres un abrazo? — extendí mis brazos a su dirección del cual no le tomo ni 5 segundos en llegar a mi lago y abrazarme.

— June ¿que sientes por mi hermano? — ¿qué color te gusta? ¿Te gustan los perros? ¿Has probado el pastel de lodo?, de tantas preguntas que posiblemente Oliver podía hacerme tuvo que elegir esa. — y no me digas que lo entenderé cuando sea grande — mi saliva paso por mi garganta provocando un ruido raro, suspire.

— p-pues veamos, él es muy raro a veces, pero resulta ser muy lindo y se preocupa por mí, también es un celoso de lo peor, un lunático que hace las cosas sin pensar pero ante todo... Creo que le quiero y estoy segura de que nunca podría alejarme de el — Oliver me miraba con atención, después su vista se centró a la ventana y suspiró. — ¿porque la pregunta?

— tengo un... — su mano se puso en su mentó — ¿problema? La verdad es que dos amigos me molestan diciéndome a quien escogeré para jugar o eso creo, estoy confuso. —confeso ladeando la cabeza.

— bueno... A tu edad probablemente sea el problema más difícil — el alzo los hombros en respuesta. Puso su cabeza en mis piernas las cuales las abrazo. — Haz lo que haces con mi hermano en la cabeza — sonreí levemente y comencé a acariciar sus cabellos pasando mis dedos entre ellos. Era realmente suave.

— Hey amigo, creí que dormías — Joel apareció con una gran sonrisa, en su mano derecha traía un vaso de jugo de naranja.

— ¡MATT! — él pequeño niño se despegó de mí y corrió a donde Joel estaba. Nadie, ni su hermano, ni sus padres o incluso los profesores o Sam le llamaban Joel, siempre aparecía en las lista como Matthew West. Era como si el nombre de Joel me pertenecía a mí.

— toma June — tome el vaso y sonreí. El jugo recién exprimido era mi debilidad, aunque esta sabia un poco amargo. — June... ¿Pue... des... ver... me?— las cosas se comenzaron a tornarse borrosas. El suelo se movía y comenzaba a distorsionarse todo. Los brazos de Joel tocaron mi cintura a tiempo de que mi cuerpo callera. Su sonrisa estaba aún en su rostro, pero ahora me miraba de una manera diferente. Mi cabeza dio vueltas y lo último que sentí fueron sus labios chocando con los míos.


Joel

— ¿eso no es un delito? — preguntó Oliver mientras veía a mi linda June perdida en el sueño.

— no si ella bebió él jugó — dije mientras limpiaba el vaso roto.

— pero ella no sabía que tenía el somnífero en el vaso — ya con los pedazos en el pequeño recogedor, camine a bote de la basura y los tiré.

— y no lo sabrá nunca, así que se buen hermano y ve a jugar con los vecinos que hace rato te vinieron a buscar — este se bajó de la cama.

— ¿jugaras conmigo al balón más al rato? — asentí mientras le revolvía su cabello.

— ya sabes que si — Oliver desapareció por la puerta, sus pasos se escucharon por las escaleras y de ahí la puerta de la entrada siendo cerrada. Mire a June la cual respiraba calmadamente, su fino y lindo cuerpo estaba acortado en mi cama, las sabanas tapaban la mitad de su cuerpo dejándome apreciar sus brazos al descubierto.

— ¿Ya está dormida? — la voz de mi madre interrumpió mi trance, con su típica trenza y algunos mechones por fuera entró a la habitación sin hacer ruido.

— Sí, callo luego de que le di él jugó — ella sonrió y se acercó a la cama, acomodo un mechón rebelde de June y suspiro.

— Parece un lindo ángel — ni que lo diga. June era mi ángel de la guarda, y la mantendría conmigo siempre. — Bueno iré a secuestrar a tu padre al trabajo, tienes la casa sola ya que Oliver dormirá con los Withman — y con esa última frase, mi madre deja un cálido beso maternal en la frente de June, se levanta y se acerca a mí para dejar otro en mi mejilla. — Adiós cariño — la puerta se cierra dejándome solo con June.

Desató mis zapatos dejándolos en algún lugar del cuarto, deshago mi pantalón, mi camisa y me adentro a la cama mientras me tapó con las sabanas. June hace ruidos una vez que me acercó, sonrió al tenerla tan cerca. Su cabello castaño del cual tiene un olor a fresa y frambuesa, sus pestañas que son un poco cortas, y aquellos labios que provocan mis marcas en mi piel. Instantáneamente algo en mi cuerpo se enciende provocándome calor. Quiero más de ella, en verdad que la quiero todos los días así, que su cuerpo este cerca del mío, sin ningún rastro de ropa entre nosotros. Solo nuestras pieles que al tocarse se estremezcan y que nuestra respiración se acorte para el último sacar un suspiro y decir un "Buenos días".

Su cuerpo se mueve y queda más cerca del mío, sus piernas se entrelazan con las mías y sus brazos pasan por mi torso buscando posiblemente mi calor, aquella acción me hace suspirar y sentirme a la vez un sentimiento de melancolía, saber que tal vez June me cambie por otro hombre me molesta y mucho. Ella sólo puede verme a mí, yo soy el único al que puede morder, besar y si ella quiere golpearme con algún látigo créanme cuando digo que la dejaría hacerlo.

Por qué le pertenezco a June y sé que debo obedecerle en todo lo que sus caprichos deseen.

Soy tuyo || SAGA OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora