¡I'm Happy! [Miraculous]

Bella nube.

Mi madre una vez me dijo algo bastante curioso, las nubes cuentan historias; en su momento creí que estaba loca, incluso fuí capaz de decírselo, ella me regaño y me susurró "solo mira al cielo y se capaz de escuchar lo que ellas te quieran decir", aquello logró sorprenderme, en su momento no logré hacerlo, en ese instante mi mente se quedó en blanco y me negué a creerlo. Aunque fue algo que me repitió durante un largo tiempo, incluso al estar moribunda fue capaz de decirlo, y yo con mi tonto egoísmo le dije que se dejará tonterías a pesar de que eran sus últimas palabras.

Sonaba tonto, ella decía que era una vieja leyenda que pocos conocían, las nubes les daban respuestas solamente a los que querían escuchar y eran merecedores de esa "magia", no entendía el porque debía de escuchar, las nubes no hablaban. Cerré mis ojos disfrutando de la brisa, no me quedaba otra cosa que hacer, ya no estaba en la ciudad, eso era notorio por las casas que se escondían entre los colosales árboles; hice chasquear mis dedos, la mirada del chofer se dirigió a mi desaprobatoriamente, mi padre quien estaba justo a mi lado bufó molesto.

—¿Qué? —les cuestionó cansada, mi padre apretó los puños, yo sabía que mi comportamiento de diva me llevaba a estos extremos y no era algo de lo que estaba realmente orgullosa; por mi actitud ahora iba al lugar que adoraba secretamente.

La manera en la que casi tan bajo fue tan ridícula.

[—deberías ir a un reformatorio —gritó una mujer de ya avanzada edad, yo solo rodé los ojos, mire mis uñas sin interés.

—usted a un... —una mano me cubrió la boca, al girarme Adrien me observaba molesto, quité su mano de mis labios exaltada —¿Por qué haces eso adrihoney? Esta anciana es una amargada y merece que la ponga en su lugar —mencione recalcando el "anciana".

—¿Cómo te atreves? —habló Marinette molesta, se acercó con lentitud a la mujer ayudándola a levantarse, le regaló una sonrisa —¿Esta bien Camille Agreste? —preguntó con dulzura, abrí mi boca confundida ¿Camille Agreste? ¿Ella? Mi mente comenzó a girar.

—mi abuela —mencionó Adrien molesto, se dirigió hacia Marinette y ambos ayudaron a subir a la mujer al vehículo estacionado para él, tras unos saludos rápidos el se encaminó hacia mi, yo cerré los puños confundida —exijo una disculpa para mi abuela —gritó Adrien colocándose frente a mi, lo conocía bien, Adrien solo se exaltaba de esa forma cuando alguien insultaba a quien él amaba, yo bajé la mirada sintiéndome ofendida y al mismo tiempo miserable, en mi mente se reprodujo la vez en la que alguien mucho mayor se atrevió a insultar a su madre, Adrien enloqueció al punto de generar una pelea, creí no reconocer a mi mejor amigo en ese entonces, pero él haría todo por los que amaba. Yo había empujado a su abuela al nivel de hacerla caer, por suerte no se lastimó —Chloé.

—Adrien, tranquilo —Marinette tiró del brazo de su pareja con cierta brusquedad, mientras que yo aún seguía perpleja, ¿Cómo llegue a caer tan bajo?

—no Mari —alce la mirada al notar como el tono de su voz cambió radicalmente ¡Era injusto! ¿Por qué a ella no le gritaba? Casi lo estaba queriendo obligando a caminar —Chloé —de nuevo su tono era frío —tu debes disculparte con mi abuela —repitió.

Yo tragué saliva y negué con la cabeza, mi ego era más grande que eso, las cámaras en mi, todos los alumnos de la Francois Dupont canalizando cada uno de mis movimientos; no podía romper lo que construí por años.

—no —me crucé de brazos —perdón —recite lo más bajo que pude, aunque por la mirada de Marinette supe que ella escuchó, observó a Adrien empujándolo levemente de nuevo —en serio lo lamento —murmuré, Adrien parecía más cegado por la molestia, peleaba con Marinette para que está lo soltara.