3.

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—eso realmente fue malo —comentó mi nuevo “amigo”, suspire amargamente, asentí masajeando mi sien.

—¿Esto no lo es? —cuestione.

—solo estoy en tu habitación examinando tu situación ¿Qué de malo tiene?

—eres un desconocido —murmure cortante, escuche su risa.

—bien Chloé Bourgeois, soy Claude, vivo aquí y estoy enamorado de las sonrisas —lo mire —aquí entre nos, solamente las verdaderas.

—¿Las verdaderas?

—como la que se plasmó en tu rostro bajo la lluvia —le saque la lengua divertida, deje que mi cabeza tocará el suelo, el me analizó con sus ojos azules y después sonrió —creo que en ciertos momentos te olvidas de esa actitud de diva malvada.

—así soy —mentí.

—a través de los ojos puedes notar cuando una persona miente, los tuyos no reflejan el brillo especial de comportarte como quieres, imagino que la fama es dura —comentó.

—son unos cuervos que esperan verte decaído para comerte a pesar de que no estás del todo muerto —narre —varios famosos se han visto consumidos por los medios.

—uhmm, entonces admites que te comportas así por eso —sonrió y yo me quise golpearlo por portarse tan despreocupado, de su mochila saco un par de gafas, yo supuse que eran para la lectura —dime tus mayores deseos —pidió, abrí la boca mientras que en mi cabeza daba una respuesta totalmente sorprendente, pero reaccione al percatarme que no tenía nada para responder en realidad —¿No tienes metas? —dirigí mi mirada la ventana, afuera parecía un diluvio, arrugue la nariz —bien consigamos algo ¿Qué te gusta hacer? —¿Qué me diría si le respondo que me encanta decirle sus verdades a los demás? ¿Qué me diría si le contestó que disfruto de ser una diva? ¿Qué mi obsesión era comprar y comprar para superar a todos? —supongo que te has guiado tanto de los otros que no sabes que es lo realmente te gusta —tal vez era cierto, malas influencias pasadas, a Sabrina le gustaba estudiar, a Lila le encantaba bailar, Adrien prefería sus clases de esgrima a las de piano, incluso sabía que el talento de Marinette era diseñar y lo hacía en todo momento —¿Te gusta la lluvia?

—arruina mi cabello, los tratamientos no los podrías pagar ni trabajando mil años.

—discúlpame princesa —soltó una risa —deja de concentrarte en tu cabello, es mejor al natural —comentó —y admite que disfrutaste esa tranquilidad de escuchar las gotas impactar con el suelo.

—mi cabello sigue mojado —ataque.

—para ello existe solución —se quitó la toalla que descansaba en su cuello, la pasó con lentitud por mechones dorados con cierta delicadeza —ya te dije: pasó uno apreciar las cosas pequeñas —asentí levemente.

—¿Cómo eres tan positivo?

—es de nacimiento, es una enfermedad que me obliga a ver lo bueno, incluso de que un rayo me caiga en cima.

—¿Y cuál es?

—tendré una espalda más perfecta, eso sí sobrevivo.

—claro —rodé los ojos —¿Allegra no está molesta?

—ufff está más molesta que cuando "accidentalmente" lancé su cuaderno de canciones al lago.

—eres diabólico —comenté.

—aquí entre nos, se lo merecía, aunque fue demasiado épico como se lanzó apesar de traer vestido para salvarlo.

—¿Lo grabaste?

¡I'm Happy! [Miraculous]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora