Capítulo dos: ¿Realmente la quiero?

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¿Realmente la quiero?

Definitivamente mi ritmo cardiaco se había detenido, todo en la sala de clases se había detenido, y yo estaba en shock.

En estos momentos quería cavar un enorme agujero y quedarme ahí para siempre.

Toda, pero toda la clase quedo en silencio esperando mi respuesta, por qué vamos todos sabían que Támara era mi novia y también lo celosa que era, ni hablar de cuando se esparció el rumor de que Madeleine tenía sentimientos amorosos hacia mi persona, Támara lo único que quería en ese momento era cortarle el pescuezo y colgarla como lo hacían con los piratas.

Tengo que pensar bien antes de hablar o esto se pondrá muy feo.

-Maestro, de hecho no la observaba a ella, si no que observaba..... Emm..- a hora no Max no entres en pánico, esto no te pasaba desde que tienes 10. Trataba de buscar algo con la mirada y ¡Vingo! , sus pendientes eran muy similares a los que quería Tamara esa vez que pasamos por afuera de una tienda de cosas usadas- ¡Sus pendientes!- Soy un genio- Por qué vamos, a mi novia le gustaron unos pendientes muy similares y le iba a preguntar a Summer donde los había conseguido.-

-Claro, como diga joven Wilde- El maestro me observó, pero yo sabía que no me había creído.

La clase siguió normal, pero aún tenía un poco de pánico y vergüenza por lo ocurrido hace poco, en un instante volví a observar a Summer y ella se dio cuenta y también me observó con sus profundos ojos azules, no aguante y tuve que apartar la mirada.

Esto es raro, siempre la chica es la que aparta la mirada, no el chico. Realmente ella es diferente y eso me gusta, me gusta a tal punto de que me asusta y solo la conozco desde hace un par de horas.

-¡Max!-

-¡JOVEN WILDE!- observe y era el maestro otra vez.-Ya tocaron la campana se puede retirar.

-¡Oh! Si lo siento, me distraje.- tome todas mis cosas y me fui directo a la salida pero luego di un paso atrás- Maestro, bueno no sé si le han comentado, pero soy uno de los mejores alumnos en la clase de artes, y bueno me gustaría mantener una buena relación entre usted y yo, claro si usted no se opone.-

-El mejor alumno diría yo.- me observó- Vi tus pinturas Max, y las encontré realmente inspiradoras y muy buenas, y claro que no me molestaría tener una buena relación con un alumno ejemplar como tú.-

-Muchas gracias maestro, le prometo que no le fallaré y le demostrare mi talento-

-Espero que así sea- sonrío y volvió a su trabajo

Me retiré del aula más contento que nunca, iba caminando a mi looker para dejar las cosas de la clase anterior y cuando lo iba abrir, escuché una voz chillona que por poco me revienta el tímpano.

-¡Max! Amor ¿qué tal te fue en tu clase de artes?-

Tamara.

-Muy bien gracias Tamara. ¿Qué tal la tuya?-

-Bien, muy bien de hecho, la maestra nos dio unos folletos de la universidad de Yale, pienso enviar mi solicitud.-

¿Yale?

-¿Yale? Pensé que iríamos a Stanford juntos.-

-Cariño, tú quieres ir a Stanford, yo en cambio estoy buscando otras opciones, aparte siempre estaremos juntos, podremos vernos a través de Skype, FaceTime y muchas otras aplicaciones más.-

-¿Skype? ¿FaceTime? No no no Tamara, yo no quiero una novia virtual, eso es algo sumamente extraño para mí, no lo soportaría, ¿imagínanos dándonos besos a través de una pantalla? ¿Acaso eso se puede hacer?-

Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora