Un fin de semana libre era todo lo que deseaba. Poder sentarme en una banca, observando el azul del cielo mientras los rayos del sol lo acarician suavemente. En una mano sostener un cono de helado, una paleta, un crepé. Alguno de esos famosos dulces que todas las chicas de secundaria quieres, y el también, para qué negarlo. Y en la otra, la mejor parte; Los dedos entrelazados de su amada pareja.
Lo miró de reojo junto en el momento en que su compañero le daba una gran mordida a su helado. Fat sonrió para si mismo recordando lo que esos puntiagudos dientes habían hecho la noche anterior, lo que esa lengua dulce había tocado, las palabras y gemidos que esa boca había soltado libremente.
Tragó saliva pesadamente.
¿Qué demonios estoy pensando...? Estoy en el parque. No puedo pensar en idioteces por ahora.
No lo iba a negar; Tener a kirishima en sus brazos mientras el pequeño omega- herbívoro se retorcía del placer era una de sus actividades favoritas.
- ¡Fat-san! - el apretón de manos que le dio el pelirrojo lo sacó de su trance. Parpadeó varias veces antes de entender y comprender lo que había pasado; Su helado se había derretido casi completamente y ahora probablemente toda su mano tenía sabor a dulce.
-A-ah, perdón, perdón. Mi error. – Le soltó la mano a kirishima para rebuscar entre sus bolsillos alguna servilleta u otro objeto para limpiar su mano. Sin embargo, una fugaz, y sucia, idea atravesó su mente.
-Ven conmigo- se levantó precipitadamente de su asiento, cogió del brazo a kirishima y salió hacia los baños. Kirishima solo le siguió la corriente pensando en si había algo mal con Fat, es decir, no se comió el helado, lo que para fat era estar bastante mal.
Ya en el baño, fat se deshizo del su ya vacio cono de helado, empujó a Kirishima a uno de los cubículos y cerró la puerta tras de él.
-Lámelo- Su gran tamaño cubrió la mayoría de la luz proyectada hacia kirishima, quien se había sentado en el inodoro. Aun así, las pupilas del herbívoro brillaban como lo hacían todas las noches mientras se besaban.
Fat sabía que Kirishima lo deseaba. A pesar de estar en un baño público, con gente entando y saliendo de él, Fat podría sentir como las hormonas de Eijiro llenaban el aire del pequeño cubículo, Sabia que a pesar de todo lo que hicieron en la noche, no estaba satisfecho. Fat conocía bien a kirishima, y por ello sabía que no se resistiría a obedecerlo.Kirishima no sabía muy bien que hacer, al contrario, estaba un poco confundido. De un segundo a otro pasó todo de estar tranquilo, ambos disfrutando de un parque mientras comían helado, conversando cosas triviales; el trabajo, la escuela, sus compañeros y sus relaciones con los demás a estar encerrados en un baño, con fat revirtiendo su gran tamaño hasta obtener ese cuerpo que lo volvía loco, ese cuerpo que le hacía gritar su nombres en las noches que se reunían.
La mirada de fat, al contraste de las luces, se veía más clara que nunca, se notaba toda la lujuria que estaba reprimiendo; los instintos de un alfa-carnívoro no se pueden controlar cuando están frente a su presa, en este caso, frente a él.Observó la mano frente a él: un guante cubierto por chocolate que lentamente se deslizaba hasta el codo, y luego al suelo.
-Kirishi- - Fat se vio interrumpido por la lengua del nombrado que comenzaba a deslizarse lentamente entremedio de su mano, cambiando el derretido chocolate por una line discontinua de saliva. Fat se estremeció mientras su parte baja, más sus instintos le decían que ya era hora de comer al pequeño herbívoro frente a él.
Prontamente Kirishima comenzó a succionar cada uno de sus dedos sin romper el contacto visual con fat. Lentamente dejaba entrar cada dedo en su boca para jugar con él, y luego el siguiente, y así hasta que llegó al último, el pulgar. Ya en ese momento todo el cubículo se sentía sudoroso, fat apenas reteniendo sus instintos y kirishima totalmente excitado.
El primero en perder la cordura fue Kirishima.
Agarrando fuertemente la chaqueta del mayor lo hizo cambiar de posición, dejándolo a él sentado sobre Fat.
Sin siquiera dejarlo hablar, los labios de ambos comenzaron una colosal guerra entre ellos; mordidas, lenguas, traspaso de fluidos y gemidos a la vez que las manos de fat levantaban la polera del rojizo y comenzaba a jugar lentamente con sus pezones.La ropa fue un obstáculo para ambos en menos de 2 minutos, así que simplemente se deshicieron de ella dejándola a un lado en suelo.
Solo ellos saben lo que fue devorado en ese cubículoLabios rojos, ropa arrugada, voz rasposa junto a una nueva marca de dientes en la nuca y un fat con una sonrisa de oreja a oreja fue lo que salió de aquel baño, con un agotado kirishima a sus espaldas.
-Fue un buen paseo, ¿no? – comentó el mayor una vez que salieron del parque
-Fue el mejor paseo de todos - Sonrió Kirishima mientras besaba el cabello de fat y se apegaba más a él. – No puedo esperar a continuar en casa – Agregó como susurro
-Yo tampoco – Le respondió Fat riendo.
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El deseo de comer
Fiksi PenggemarLos alfas-carnívoros son conocidos por sus imperiales deseos de devorar a las presas frentes a ellos sin compasión, dejando atrás todo sentido. El día de descanso de fat con Kirishima, un omega-herbívoro a pesar de su apariencia, no será la excepción